Puede que no tenga el glamour de una trufa ni el color vibrante de una remolacha, pero esta hortaliza es una bomba nutricional y, además, es una auténtica delicia. No nos extraña nada que sea la favorita de la reina Sofía y de la infanta Cristina, porque la alcachofa es una verdura completísima y es ideal para comer en verano. Apúntate estas elaboraciones estivales que van a hacer que te enamores más de este vegetal extraordinario.

Sofía y Cristina, una misma filosofía de alimentación

La reina Sofía lleva décadas apostando por una alimentación casi vegetariana, basada en verduras, frutas, legumbres, huevos y algo de pescado. Su dieta es sencilla, mediterránea y muy consciente: evita carnes rojas, productos ultraprocesados y alcohol, y prioriza ingredientes frescos, de temporada y de proximidad. Incluso se dice que en Zarzuela hay un huerto ecológico que abastece parte de su cocina. Esta forma de comer no solo responde a una preocupación por la salud —que mantiene envidiable a sus 86 años—, sino también a una convicción personal que nació tras la enfermedad de su padre y que ha transmitido a sus hijos.

La infanta Cristina, por su parte, ha adoptado una dieta pescetariana, muy cercana a la de su madre y alineada con sus valores. Ha eliminado la carne de su menú, pero mantiene el pescado, los mariscos, los huevos y los lácteos, además de una buena base vegetal. Aunque no es especialmente aficionada a cocinar, cuida mucho lo que come y suele evitar los carbohidratos por la noche. Entre sus platos favoritos están el sushi, los purés de verduras y recetas tradicionales como la tortilla de patatas.

Para ambas, la alcachofa es un alimento fundamental en su dieta y hemos podido saber que es el plato que piden en muchas ocasiones en restaurantes porque les encanta.

Sofía y Cristina

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Un perfil nutricional digno de la nobleza

La alcachofa ha sido valorada desde la antigüedad por sus propiedades medicinales. En la Edad Media era considerada un alimento de lujo, y hoy sigue siendo protagonista en cocinas que apuestan por lo saludable sin renunciar al sabor. Su textura carnosa, su sabor ligeramente amargo y su capacidad para adaptarse a múltiples preparaciones hacen que sea una opción ideal, saludable y deliciosa. Por eso, tanto la reina Sofía, como su hija, la infanta Cristina, la incluyen en su dieta.

La alcachofa es rica en fibra, antioxidantes, vitaminas (C, K, B9) y minerales como el potasio, magnesio y fósforo. Su compuesto más famoso, la cinarina, estimula la función hepática, favorece la digestión de las grasas y ayuda a regular el colesterol. Además, tiene propiedades diuréticas, es baja en calorías y genera una sensación de saciedad que la convierte en aliada de cualquier dieta equilibrada.

Pero eso no es todo. También se le atribuyen efectos antiinflamatorios, prebióticos (gracias a la inulina) y protectores cardiovasculares. En resumen: es una verdura que cuida el hígado, el corazón, el intestino y la piel. ¿Quién da más?

Sofía

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5 formas de preparar las alcachofas en verano

Aunque su temporada fuerte es la primavera, en verano podemos seguir disfrutándola gracias a las conservas, los corazones congelados o las versiones cocidas que encontramos en muchos supermercados. Estas son algunas ideas para incorporarla a tus menús estivales:

  • Alcachofas a la vinagreta: Una receta clásica que gana puntos cuando se sirve bien fría. Para prepararla, cuece las alcachofas en agua con sal, limón y unas hojas de laurel (puedes usarlas de bote sin problema). Una vez tiernas, déjalas enfriar completamente y adereza con una vinagreta de aceite de oliva virgen extra, vinagre de Jerez, zumo de limón, sal y pimienta. Puedes añadir cebolla morada picada, perejil fresco o incluso unas alcaparras para darle un toque más sabroso. Servidas como entrante, acompañadas de pan tostado o como guarnición de pescado a la plancha, son una opción ligera y digestiva.
  • Ensalada de corazones de alcachofa: Ideal para días calurosos, esta ensalada combina corazones de alcachofa en conserva (bien escurridos) con espinacas baby, tomates cherry y queso fresco. El aliño puede llevar limón, aceite de oliva, pimienta negra y un toque de mostaza suave. Si quieres darle más textura, añade nueces o semillas de girasol. Es perfecta como plato único para una comida rápida, y también funciona muy bien como parte de un brunch veraniego.
  • Alcachofas salteadas con ajo y perejil: Una receta sencilla que resalta el sabor natural de la alcachofa. Saltea los corazones en una sartén con aceite de oliva, ajo laminado y perejil fresco picado. Puedes añadir un chorrito de limón al final para potenciar la frescura. Si usas alcachofas frescas, recuerda cocerlas previamente; si son de conserva, basta con escurrirlas bien. Esta preparación funciona como guarnición, como base para una tostada con huevo poché o incluso como relleno para una empanada ligera.
Alcachofas

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  • Chips de alcachofa: Una alternativa crujiente y original para picar entre horas. Corta las alcachofas en láminas muy finas (mejor si son frescas o congeladas) y fríelas en aceite de oliva caliente hasta que estén doradas. Escúrrelas sobre papel absorbente y añade sal en escamas justo al servir. Puedes acompañarlas con una salsa de yogur y limón o con hummus casero. Son perfectas para un aperitivo al aire libre o como topping crujiente en ensaladas.
  • Alcachofas con pulpo: Una combinación sorprendente y deliciosa. Saltea las alcachofas (pueden ser congeladas o en conserva) junto con patas de pulpo cocido en aceite de oliva. Sirve sobre una base de puré de patata suave y adereza con pimentón dulce, escamas de sal y un hilo de aceite virgen extra. Es un plato templado, ideal para cenas de verano con un toque más sofisticado, y combina muy bien con un vino blanco fresco. ¡Bon appétit!