Final truncada para Ana María Aldón: queda segunda finalista de 'Supervivientes 2020'

Para llegar a la final, Ana María se ha enfrentado a verdaderos titanes: Jorge Pérez, Hugo Sierra y Rocío Flores. Tres gigantes con los que se ha batido en duelo hasta el último momento.

Ana María, junto con el resto de concursantes y parte del equipo del programa, aterrizó en Madrid el pasado 26 de mayo, ya que las últimas galas del ‘reality’ se han celebrado en España. Nada más pisar suelo español, la mujer de Ortega Cano sufría una crisis de ansiedad al escuchar comentarios del exterior.

El momento más crítico de Ana María en Honduras tuvo lugar cuando se enfrentó el puente de las emociones. Allí, la andaluza destapaba episodios que nadie conocía de su vida. Su dura infancia estuvo marcada por el carácter violento de su padre. «Quiero perdonar a mi padre porque era un hombre muy duro, a veces inhumano con mi propia familia, especialmente con mi madre. Fue una bestia humana. Durante años torturó a mi madre. Nosotros lo veíamos. Soy la menor de seis hermanos. Nos agarrábamos debajo de la cama día tras día», confesaba.

«Desde que tengo uso de razón he querido tener un cuchillo en la mano para matar a mi padre». Sus palabras calaron profundamente en la audiencia. Era la primera vez que veíamos a Ana María mostrando de manera tan sincera un episodio tan doloroso de su biografía. Aquellas declaraciones la acercaron más que nunca al público, que descubrió así la Ana María más desconocida.

La audiencia ha observado con lupa su relación con Rocío Flores, una de las favoritas del programa desde el primer momento. Nada más llegar a los Cayos Cochinos, Ana María quería dejar claro que ella quería hacer su propio concurso. Por eso marcó cierta distancia con la joven. «La familia ya la tengo en España. Yo vengo a concursar», recordaba. Esta lapidaria frase hundió a Rocío, que no pudo evitar sentirse decepcionada con ella. Semanas después ambas fueron capaces de superar sus diferencias y han llegado de la mano, y como verdaderas aliadas, a la final.

Mujer valiente, Ana María ha sido capaz de decir adiós a su melena a cambio de tres cocidos. Este gesto fue muy bien acogido por parte de la audiencia, que siempre agradece la entrega de los supervivientes.

Todos recordaremos sus confesiones íntimas sobre su vida sexual con Ortega Cano, del que ha soltado perlas com que «calza muy bien», que «tiene los huevos muy gordos y muy ricos» o «mi marido tiene una puntería…».

Un total de 236 peces ha pescado Ana María en las costas de Honduras. Con esta cifra se alza como la mejor pescadora de la historia del ‘reality’. Ya es historia del programa el día que pilló 14 peces del tirón y los guardó en los huecos de su bañador. Lo mas increíble de su proeza es que lo haya conseguido sin saber nadar.

Su mayor apoyo en España ha sido su marido, Ortega Cano, quien ha destacado de ella su capacidad para luchar, así como su fuerza física y mental.

La hija de Ortega Cano, Gloria Camila, también ha hablado de ella con mucho cariño desde los platós de Mediaset. En su caso, ha tenido el corazón dividido entre Rocío Flores y Ana María.

Las palabras de Jorge Javier Vázquez en la final del ‘reality’ resumen a la perfección el paso de Ana María por el concurso: «No partía como las favoritas. Es una mujer que ha sabido superarse semana tras semana. Es una justísima finalista de Supervivientes».