Durante décadas, los lácteos han ocupado un lugar privilegiado en la pirámide nutricional: leche, yogur, queso… todos ellos asociados al calcio, unos huesos más fuertes y una buena salud digestiva. Pero hoy, en pleno siglo XXI, el debate está más abierto que nunca. ¿Son realmente imprescindibles para el ser humano? El dietista-nutricionista, Aitor Sánchez, tiene clarísima cuál es la respuesta: No.
¿Son los lácteos imprescindibles?
Hoy en día hay una mayor conciencia sobre la salud, la sostenibilidad y la diversidad alimentaria, pero el debate sobre los lácteos sobre sigue sobre la mesa: ¿son realmente necesarios para el ser humano?
El nutricionista Aitor Sánchez, explicaba en el programa La aventura del saber de La 2: “Esto no es ningún debate científico, es una realidad aplastante. ¿Cómo van a ser los lácteos imprescindibles si hay personas que son alérgicas a los lácteos y no pueden tomarlos? ¿Cómo van a ser los lácteos imprescindibles si hay miles de millones de personas en el planeta tierra que no tienen ni siquiera acceso a los lácteos o bien porque en su cultura no los consumen de manera frecuente, como en muchos lugares del sudeste asiático, o porque directamente no tienen acceso a ellos”.
Como expone el experto, conviene recordar que millones de personas en el mundo no consumen lácteos. En muchos países asiáticos y africanos, la intolerancia a la lactosa es tan común que el consumo de leche es mínimo o inexistente. Y no por ello presentan mayores tasas de osteoporosis o deficiencias nutricionales. La capacidad de digerir lactosa en la edad adulta es, de hecho, una adaptación genética relativamente reciente en algunas poblaciones ganaderas.
Además, cada vez más personas en Occidente optan por eliminar los lácteos de su dieta, ya sea por razones éticas, medioambientales, digestivas o simplemente por preferencia personal. Y lo hacen sin comprometer su salud, gracias a una alimentación variada y bien planificada.
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Los lácteos a examen
Es cierto que, desde el punto de vista nutricional, los lácteos son fuente de calcio, proteínas de alto valor biológico, vitamina B12 y fósforo, entre otros nutrientes. Pero también es cierto que estos nutrientes pueden obtenerse de otros alimentos:
- El calcio está presente en vegetales de hoja verde, almendras, semillas de sésamo, tofu enriquecido y pescados como las sardinas.
- La vitamina B12 puede obtenerse a través de alimentos fortificados o suplementos, especialmente en dietas vegetarianas o veganas.
- Las proteínas de calidad también se encuentran en legumbres, frutos secos, huevos y cereales integrales.
“Los lácteos son solo un alimento más y, aunque han sido muy famosos por algún nutriente, como es el caso del calcio, ese mismo mineral lo podemos encontrar en muchos otros alimentos. Al igual que cuando en consulta tenemos una persona con alergia a la proteína vacuna y de ese mismo modo, a día de hoy con distintos tipos de dietas, como por ejemplo dietas sin lácteos o dieta vegana están recibiendo muchas críticas por no incluir este tipo de alimentos. Están completamente injustificadas esas críticas, se puede hacer una alimentación sin lácteos sin ningún tipo de problema”, asegura el nutricionista.
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Alternativas vegetales a los lácteos
Cada vez son más las personas que deciden reducir o eliminar los lácteos de su dieta, ya sea por intolerancia a la lactosa, por elección ética, por sostenibilidad o simplemente por preferencia personal. Y lo cierto es que hoy en día las alternativas vegetales ofrecen una variedad tan amplia y bien formulada que pueden cubrir perfectamente las necesidades nutricionales… y gustativas. Los amantes del queso ya pueden degustar opciones veganas alternativas al queso azul o al cheddar muy conseguidas.
Las alternativas a los lácteos más conocidas son las bebidas vegetales —como las de soja, avena, almendra, arroz o coco— que se han popularizado en los últimos años y sustituyen a la leche en cafés, batidos, recetas y desayunos. La bebida de soja enriquecida con calcio y vitamina D es la más parecida a la leche de vaca en cuanto a perfil nutricional, especialmente por su contenido proteico. Las de avena y almendra también son opciones digestivas y muy ligeras con un sabor suave que puede gustar tanto a niños como a adultos.
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Postres y yogures
También existen yogures vegetales, elaborados a base de soja, coco o almendras, que ofrecen probióticos y cremosidad sin necesidad de lácteos. Y sí, incluso hay natas vegetales y postres sin leche que sorprenden por su sabor y porque son muy versátiles en la cocina. Muchos de estos productos están fortificados con micronutrientes clave como el calcio, la B12 o la vitamina D, siendo así opciones muy completas para quienes siguen dietas vegetarianas o veganas.
Eso sí, conviene leer las etiquetas y elegir versiones sin azúcares añadidos, con ingredientes sencillos y enriquecidas cuando sea necesario. Porque más allá de la moda, las alternativas vegetales bien elegidas pueden formar parte de una alimentación saludable, consciente y deliciosa.