La noche de San Juan es sin duda una de las más especiales del año, una noche mágica y llena de sueños nada más comenzar el verano. Sara Carbonero, que está decidida a continuar con su vida con la más absoluta normalidad no ha querido dejar de celebrar esta festividad y lo ha hecho de vuelta en Oporto, la ciudad donde vive desde hace ya tres años.

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Sara Carbonero, la invitada de excepción al bautizo del hijo de Isabel Jiménez

Ella misma ha querido compartir a través de Instagram el momento en que, junto a unos amigos, ha lanzado al aire un farolillo volador y ha pedido su deseo. Una tradición muy bonita, pero con la que muchos no están de acuerdo por el negativo impacto medioambiental que tiene lanzar este tipo de artefactos.

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Las críticas no han tardado en llegar. Eso sí, la mayoría con muchísima educación: ‘Pésimo ejemplo’, ‘hay otras maneras de festejar, pero no con este tipo de globos. Contaminan mucho’, ‘Ahí va dando mensajes de cuidar el planeta y ella va y enciende estos globos’, ‘Sara hay muchas formas de celebrar una noche mágica sin tener que contaminar’, ‘probablemente acabe en el mar, hay que acabar con este tipo de tonterías’.  Ella, de momento, no ha contestado a ninguno de estos comentarios.

Iker Casillas y Sara Carbonero

Por el contrario, también hay muchísimos mensajes que le desean que se cumpla lo que haya pedido. Y es que estos últimos meses han sido muy duros para la periodista, que fue diagnosticada de un tumor maligno de ovario del que fue operada solo unos días después de que su marido, el futbolista Iker Casillas, sufriera un infarto mientras entrenaba. Ahora, los dos están recuperándose y después de pasar unas semanas en Madrid, donde Sara lleva su tratamiento, han vuelto a Oporto donde Iker aún debe aclarar su futuro en el mundo del fútbol.