La vorágine diaria, las responsabilidades, el estrés, la ansiedad… son muchos los elementos que pueden sacarnos de nuestro centro y hacernos perder perspectiva. Para arrojar luz sobre las sombras, volver a enfocarse, ordenar ideas y mantener la calma, son necesarias algunas estrategias y Sol Aguirre, coach experta en crecimiento personal y escritora, tiene claro que la escritura es una de las mejores herramientas para hacerlo.

Escribir para poner orden mental

Escribir no solo es una tarea destinada a literatos, todos podemos usar esta herramienta para explorarnos, conocernos mejor, poner orden mental e incluso para rebajar la ansiedad aumentando el bienestar emocional.

Sol Aguirre, más conocida en redes sociales como @lasclavesdesol, coach experta en crecimiento personal, explica que “escribir ha sido la herramienta imprescindible que me ha ayudado a definir mi rumbo, a escoger mi lugar, a encontrar respuestas, a convertir el miedo en ganas, a atreverme, a pensar, a crear el mapa que me lleva desde donde estoy hasta donde quiero estar. Escribir me regala tranquilidad, confianza y me permite aprender y aprenderme. Escribir lo que me está pasando es la clave para decidir lo que me va a pasar, para inventar una vida en la que me quiero quedar”.

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8 maneras en las que escribir puede ayudarte a tomar el control de tu vida

Aguirre ha compartido algunas de las formas en las que la escritura le ha ayudado y cómo puede ayudarte a reencontrarte contigo y a poner calma y orden mental:

  1. He reconocido mis emociones y puedo gestionarlas. Ya no me controlan ellas a mí.
  2. He ordenado pensamientos para poder generar mi criterio y tomar decisiones desde la seguridad y la calma.
  3. He identificado mis valores para definir objetivos alineados con lo que soy.
  4. Minimicé mi carga mental, así disminuyó mi estrés y mi ansiedad. que me permitió descubrirme, conocerme, validarme.
  5. He cuestionado, una y otra vez, todas esas mentiras que me cuenta mi cerebro usando los miedos y las creencias limitantes.
  6. Potencio, cada día, mi creatividad y creo el espacio para encontrar soluciones, para resolver dilemas.
  7. Escribir es el momento de desahogo y alivio de la vorágine vital.

¿Cómo podemos aprovecharnos de la escritura para mejorar y transformar nuestra vida?

El ritual matutino de escritura

Sol Aguirre recomienda seguir un ritual matutino de escritura. Un hábito diario que le ha ayudado a poner el foco en lo importante y que le da más claridad mental. Es lo que recomienda a sus alumnas para ordenar sus pensamientos, ganar energía y enfocarse en lo que quieren.

¿Qué se hace después con estas hojas de escritura matutina? "Las leo de vez en cuando, porque me regalan perspectiva. Me cuentan cuál es mi historia. Si he avanzado, si no. Me dan pistas sobre cuáles son mis patrones, mis habilidades, mis deseos. No me da miedo que alguien las lea, pero si así fuera, eso no evitaría que las escribiera, si acaso, tomaría precauciones”, explica la coach en sus redes sociales.

La escritura es una forma de evidenciar o de arrojar luz en nuestra vida y a nuestros pensamientos, necesidades y anhelos más íntimos. “Nunca renunciaría a la herramienta que me ha transformado por completo; que más me ha ayudado a conocerme, a poner orden en este coco caótico, a deshacer nudos que me ahogaban, a inventarme una vida que me flipa”, afirma Sol Aguirre. “No solo escribo en esas páginas matutinas, acudo a sistemas que me ayudan a bucear en lo que me duele, en lo que frena; que me dan perspectiva para tomar decisiones desde la seguridad”.

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Cómo integrar la escritura en tu vida

La experta en crecimiento personal afirma que realizar un ritual diario de escritura marca un espacio entre lo de fuera y lo que te ocurre dentro, además, crea presencia y hábito, y le da valor a ese momento que es para ti. Sus estrategias para poder escribir cada día por las mañanas está muy definida:

  • Escribo cada día al despertarme: Así mi cuerpo sabe que es hora de parar y conectar. También evito la pregunta ¿cuándo lo hago? Y me convierto en mi prioridad. La constancia crea el hábito antes que la motivación.
  • Mi escenario divino: Siempre tengo cerca una libreta bonita, mi pluma, una taza preciosa de té y una vela que huela muy bien.
  • Respiro y me centro: Antes de escribir respiro profundamente tres veces, medito durante 3-5 minutos y escaneo mi cuerpo ¿cómo estoy? El coco nos miente, el cuerpo no.
  • Preguntas que me ubican: Empiezo siempre con estas dos preguntas: ¿Cómo estoy hoy física, mental y emocionalmente?, ¿qué necesito ahora mismo? Y me respondo con honestidad y sin juicios.
  • Preguntas que me devuelven el poder: Después toca pasar a la acción. ¿Cuál es la mejor forma de tratarme hoy?, ¿qué puedo hacer para que mi día sea lo más chulo posible? Si me preocupa algo: ¿puedo hacer al al respecto? Si la respuesta es sí: ¿cuál es el primer paso?
  • Cuando hay bloqueo, escribo igual: Si me atasco le pongo nombre al bloqueo, me pregunto qué hay debajo, escribo sobre eso mismo, me recuerdo que escribir bien no es el objetivo. A veces el bloqueo es el mensaje más importante
  • Cierro con intención: Siempre termino con esta frase: “Hoy me comportaré como la persona en la que me quiero convertir”. Esto me conecta con mi visión, me enfoca en la acción y cierra el ritual con propósito.