El autocuidado es una forma de recordarnos que somos importantes. En un mundo acelerado, donde las responsabilidades se acumulan y las exigencias parecen interminables, cuidar de nuestro bienestar es más que un lujo: es una necesidad. Una experta analiza cómo pequeños gestos de autocuidado pueden hacernos mucho más felices y ganar en bienestar.

La importancia del autocuidado

Cuando nos tomamos un momento para nosotros—ya sea con una buena taza de café, una caminata al sol, un rato de lectura o simplemente desconectando del ruido digital—le estamos diciendo a nuestro cuerpo y mente: "Te veo. Te escucho. Me importas”.

El autocuidado no siempre significa hacer grandes cambios, a veces es tan sencillo como dormir lo suficiente, hidratarse bien o aprender a decir "no" sin culpa. Son pequeños gestos que nos ayudan a estar más equilibrados, más presentes y, sobre todo,más felices. Un ejemplo de ellos es la rutina facial diaria, ese puede ser un momento de reconexión y de cuidado que nos haga sentirnos mejor.

Laura Mira, psicóloga sanitaria, terapeuta experta en mindfulness y portavoz de Planet Skin, explica que los rituales de belleza pueden generar dopamina, oxitocina y serotonina, tres neurotransmisores esenciales para la felicidad. Por lo tanto, nuestra rutina de belleza puede ser un momento ideal para practicar el autocuidado. “El autocuidado facial se ha vinculado al bienestar no solo por sus beneficios físicos, sino también por los psicológicos. Según un estudio publicado en el Journal of Behavioral Medicine, los rituales de autocuidado pueden reducir significativamente los niveles de estrés y ansiedad. Al dedicar tiempo y atención a nuestro bienestar personal, cultivamos un sentido de cuidado propio que promueve la autoestima y la autoaceptación”, señala la psicóloga.

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Las tres hormonas de la felicidad

Los tres neurotransmisores clave para acercarnos a la felicidad y que generan un mayor bienestar son la dopamina, la oxitocina y la serotonina.

La dopamina es la hormona que se se encarga de la famosa sensación de recompensa inmediata, la misma que se activa cuando compramos algo que nos apetece, comemos chocolate o nos hacemos un cuidado facial placentero. “Un estudio en Nature Communications destacó cómo rituales regulares de autocuidado pueden aumentar la dopamina, asimilando estos momentos a pequeñas recompensas que aumentan la satisfacción”, argumenta Mira.

Por su lado, la oxitocina es la hormona que se libera cuando hay contacto físico placentero haciendo que se eleve nuestro bienestar y tengamos una sensación de calma muy satisfactoria. Los abrazos, las caricias, un masaje… son gestos que nos ayudan a reducir el estrés y a sentirnos mejor. “Un artículo publicado en Psychoneuroendocrinology mostró cómo el masaje facial puede fomentar la liberación de oxitocina, ayudando a reducir el estrés y fortalecer conexiones emocionales”, aclara la psicóloga Laura Mira.

Por último, la serotonina es la hormona que va a regular nuestro estado de ánimo promoviendo nuestro bienestar. Escuchar música, estar en contacto con la naturaleza, un baño caliente, un spa casero… son momentos en los que nuestra serotonina se libero y hace que nos sintamos mejor. “Un estudio en Archives of General Psychiatry señaló que actividades reguladas pueden aumentar sus niveles, promoviendo una sensación de tranquilidad y felicidad”, asegura la experta.

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Tips de experta para mejorar tu bienestar

El autocuidado es una poderosa estrategia y la psicóloga nos da algunas recomendaciones top para maximizarlo y sentirnos más felices gracias a nuestra rutina beauty:

  • Crea un hábito diario: La constancia es clave para ver resultados en el autocuidado. Dedicar unos minutos al día a una rutina bien estructurada refuerza la sensación de bienestar y mejora la relación con nuestra piel. Este pequeño ritual no solo cuida tu piel, sino que también genera una sensación de estabilidad y relajación.
  • Opta por productos con efectos aromáticos: La aromaterapia tiene el poder de influir en el estado de ánimo y el bienestar emocional. Elegir productos con aceites esenciales como lavanda, rosa o cítricos puede hacer que tu rutina de belleza se convierta en una experiencia sensorial completa.
  • Añade el yoga facial a tu rutina: Los ejercicios y masajes faciales no solo aportan relajación, sino que también estimulan la circulación, mejoran la elasticidad de la piel y ayudan a reducir la hinchazón. Incluir herramientas como el rodillo de jade o el gua sha con tu sérum favorito potencia la absorción de los productos y da un efecto lifting natural. Unos minutos al día pueden marcar la diferencia en la tonicidad del rostro y en la sensación de bienestar general.
  • Haz de la respiración un aliado en tu cuidado: La forma en que respiramos influye directamente en nuestros niveles de estrés y bienestar. Al aplicar tus productos de skincare, aprovecha para hacer respiraciones profundas y conscientes: inhala por la nariz lentamente, sostén unos segundos y exhala por la boca. Este ejercicio ayuda a relajarte, mejora la oxigenación de la piel y hace que el momento de autocuidado sea más placentero.
  • Convierte tu ritual en una experiencia relajante: No hace falta esperar a un día especial para disfrutar de un momento de spa en casa. Transforma tu rutina con pequeños detalles: pon música suave, enciende una vela con tu fragancia favorita y siéntete presente en cada paso. El autocuidado es mucho más que aplicar productos, es una forma de decirte a ti misma que te mereces tiempo y atención.

Recuerda que el autocuidado es muy importante y que te va a ayudar también a mejorar la relación con tu entorno.