Hoy en día hay una mayor conciencia sobre la importancia del bienestar emocional y el cuidado de la salud mental y, gracias a este cambio social, hay un auge en las herramientas que nos ayudan a reducir el estrés como disciplinas de ejercicio físico, meditación, aromaterapia o suplementos naturales. La ashwagandha, planta medicinal india tradicional en Ayurveda, es cada vez más conocida por sus increíbles propiedades terapéuticas.

¿Qué es la ashwagandha?

La Ashwagandha (Withania somnifera), también conocida como ginseng indio, es una planta adaptógena que ha sido utilizada durante más de 3.000 años en la medicina ayurvédica. Su nombre proviene del sánscrito y significa “olor de caballo”, ya que se cree que su raíz tiene un aroma similar y que aporta la fuerza y vitalidad de un caballo. Es originaria de las regiones áridas de la India, aunque también se encuentra en otras partes de Asia y en el norte de África.

Se trata de un arbusto de tamaño pequeño con hojas verdes y flores amarillas. La parte de la planta más utilizada con fines medicinales es la raíz, aunque sus hojas también poseen propiedades beneficiosas. A la ashwagandha se le han atribuido propiedades adaptógenas, es decir, sus compuestos bioactivos pueden actuar en distintos procesos del organismo, favoreciendo su capacidad para responder de forma equilibrada a factores externos que alteran su estabilidad, aliviando sus efectos a nivel físico y mental.

Sobre la ashwagandha, el Dr. Jacinto Valverde, médico internista y colaborador de MARNYS, explica que “Su uso es cada vez más común entre personas con ritmo de vida acelerado o aquellas que buscan alternativas naturales para el cuidado de su bienestar emocional”.

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Una aliada para la salud mental

Hay estudios recientes que demuestran que suplementarse con ashwagandha favorece la función cognitiva, sobre todo la memoria y la claridad mental. El Dr. Jacinto Valverde afirma que “estos beneficios la convierten en un suplemento adecuado en momentos de alta exigencia intelectual, nerviosismo o dificultad para conciliar el sueño”.

Los compuestos activos de la ashwagandha, conocidos como withanólidos, ejercen actividad antioxidante que, a nivel cerebral favorece un ambiente óptimo para el funcionamiento mental. “Esta planta ha demostrado una notable capacidad en modular los niveles de cortisol, una hormona que se activa ante situaciones exigentes y que afecta directamente a sistemas como el nervioso, inmunológico o cardiovascular. Esta acción permite al organismo responder de forma más equilibrada, ejerciendo efectos positivos sobre el estado de ánimo, la claridad mental y la calidad del descanso. Por ello, es un complemento muy extendido entre personas que atraviesan periodos de alta carga mental, e intensidad”, comenta el doctor Jacinto Valverde.

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Beneficios de la ashwagandha

La ashwagandha es una de las plantas adaptógenas más estudiadas. Esto significa que ayuda al cuerpo a adaptarse al estrés, equilibrando los niveles hormonales y reduciendo el impacto de situaciones de tensión física y emocional. ¿Cuáles son sus principales beneficios?

  1. Reducción del estrés y la ansiedad: La Ashwagandha es conocida por su capacidad para disminuir los niveles de cortisol, ayudando a reducir la sensación de ansiedad y estrés. Muchos estudios han demostrado que su consumo puede inducir un estado de calma sin provocar somnolencia excesiva.
  2. Aumento de la energía y la vitalidad Gracias a su efecto adaptógeno, mejora la resistencia física y ayuda en la recuperación de la fatiga crónica. Es una opción natural para quienes buscan mantenerse activos sin recurrir a estimulantes agresivos.
  3. Apoyo al sistema inmunológico Esta planta fortalece las defensas naturales del cuerpo, ayudando a prevenir enfermedades y promoviendo la salud general.
  4. Mejora de la función cognitiva: La Ashwagandha ha demostrado ser eficaz en la mejora de la memoria, concentración y capacidad de aprendizaje, especialmente en personas mayores.
  5. Beneficios para la salud hormonal: En mujeres, puede ayudar a regular los ciclos menstruales y mejorar los síntomas del síndrome premenstrual. En hombres, se ha observado que favorece la producción de testosterona, ayudando a mejorar la fuerza muscular y el bienestar general.
  6. Mejora del sueño: Su efecto relajante contribuye a un descanso profundo y reparador, ayudando a las personas con insomnio o problemas de sueño a dormir mejor.
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Una buena ayuda para dormir a pierna suelta

La ashwagandha ha demostrado ser muy útil para conseguir un descanso reparador, sobre todo para aquellas personas que tienen problemas para conciliar el sueño. “Diversos estudios han evidenciado que tomar suplementos con extracto de raíz de ashwagandha puede ayudar a iniciar el reposo con mayor facilidad y profundidad, con un buen perfil de tolerabilidad”, asegura el doctor Valverde.

Esta planta todoterreno, ha demostrado ser beneficiosa para diversos grupos, incluyendo personas mayores y aquellas que experimentan un descanso poco reparador. Su consumo parece contribuir a un aumento en la duración y calidad del sueño. Así que, si tienes problemas de insomnio no estaría de más probarlo. Además, investigaciones recientes han señalado que favorece la recuperación tras periodos de descanso insuficiente, esto haría que mejorase la concentración y la coordinación.

La Ashwagandha se encuentra disponible en diversas formas, como cápsulas, polvo o extracto líquido. Se suele tomar en dosis recomendadas para potenciar sus beneficios, ya sea en ayunas o junto con los alimentos.

Marnys

  • Triptofamar Plus de MARNYS (24,95€ / 60 cápsulas): Suplemento de ashwagandha con rodiala, bacopa, tiptófano, bisglicinato de magnesio y vitamina B5 que contribuye a mejorar función cognitiva, el estado de ánimo y la claridad mental.
Solgar

  • Extracto de raíz de ashwagandha de Solgar (28,79€ / 60 cápsulas vegetales): Favorece un estado de ánimo tranquilo y relajado.

Aunque su consumo es seguro para la mayoría de las personas, se recomienda consultar con un profesional de la salud antes de empezar a tomarla, especialmente en casos de embarazo, enfermedades crónicas o tratamientos médicos específicos.