Hasta hace unos años, cuidarse era sinónimo de verse bien. Estar delgada, tener la piel tersa o no aparentar la edad eran los principales objetivos. Pero eso ha cambiado. Hoy lo que nos preocupa de verdad no es cumplir años, sino cómo los cumplimos: con energía, con salud y con una sensación de bienestar que nos permita seguir disfrutando del día a día.

Según un estudio realizado en 2025 por el laboratorio español Longevitas a más de 3.000 personas (el 84 % mujeres), una de cada tres mujeres recurre ya a suplementos nutricionales para frenar el envejecimiento. Pero no lo hace solo por estética, sino por una necesidad real al notar que su cuerpo ya no responde igual, que la concentración falla, que cuesta más empezar el día con vitalidad o que la piel se ve más apagada. ¿Por qué ocurre?

Oxidación celular: cuando el cuerpo se empieza a desgastar

La primera causa tiene que ver con un proceso natural que comienza antes de lo que imaginamos: la oxidación celular. A partir de los 25 o 30 años, el cuerpo empieza a producir menos energía. Este desgaste se acelera con el estrés, la contaminación o los malos hábitos, y lo notamos de muchas formas: menos resistencia, más grasa acumulada, sensación de hinchazón por las mañanas o una recuperación más lenta.

“El cuerpo envejece porque las células se oxidan. Lo vemos en síntomas como fatiga constante, piel opaca, menor rendimiento físico o mental…”, explica el doctor Óscar Aguilera, biólogo e investigador en salud mitocondrial. ¿Y se puede frenar este desgaste? Sí, con hábitos saludables y, en algunos casos, con suplementos que ayudan a proteger las células del estrés oxidativo.

Entre los más eficaces, según Aguilera, están la vitamina C combinada con vitamina D3, el Omega 3 y el Ubiquinol, un antioxidante que favorece la producción de energía y protege la salud cardiovascular. “La vitamina C es el gran ‘bombero’ del cuerpo: combate el daño oxidativo, apoya al sistema inmune y es clave en casi todos los procesos del organismo”, señala el especialista.

Inflamación silenciosa: cuando no sabes qué te pasa, pero algo no va bien

La segunda gran causa del envejecimiento prematuro es más difícil de detectar, pero muchas mujeres la reconocen en cuanto se nombra: la inflamación crónica de bajo grado, también conocida como inflammaging.

¿Te sientes hinchada, con digestiones lentas, más irritable de lo normal o con dificultad para perder peso, incluso comiendo bien? ¿Tienes dolores menstruales más intensos o te cuesta relajarte? Todo eso puede ser señal de una inflamación silenciosa que, con los años, altera el equilibrio del cuerpo.

“Esta inflamación puede comenzar a partir de los 35 años y es muy común tras la menopausia”, explica Aguilera. Lo más habitual es tratarla con fármacos antiinflamatorios, que son eficaces a corto plazo, pero pueden tener efectos secundarios si se toman con frecuencia. Por eso cada vez se investiga más en alternativas naturales que ayuden a resolverla sin dañar el organismo.

Una de las más prometedoras son las P-Resolvinas, unas moléculas que nuestro propio cuerpo produce para “apagar” la inflamación, pero cuya producción disminuye con la edad. Gracias a la suplementación, es posible reactivar esa respuesta natural y ayudar al organismo a autorregularse sin recurrir a medicamentos.

P-Resolvinas, de Longevitas

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El papel de la suplementación (bien entendida)

Aunque la base de una buena salud sigue siendo una alimentación equilibrada, moverse, dormir bien y reducir el estrés, no siempre basta con eso. “La calidad de los alimentos no es la misma que hace 30 años. Vivimos con más prisa, más exigencias y más exposición al desgaste emocional y físico. Por eso, la suplementación puede ayudarnos a compensar esas carencias”, señala el doctor Ángel Durántez, experto en medicina preventiva.

El sector de los suplementos ha crecido con fuerza desde la pandemia. Hoy en día, el 64 % de la población española consume algún tipo de complemento nutricional, y los profesionales sanitarios son el colectivo que más los utiliza. Detrás de este cambio hay una nueva conciencia colectiva: “La esperanza de vida se ha alargado y la población es cada vez más consciente de que el objetivo no es solo vivir más años, sino vivir mejor”, afirma el doctor Durántez. 

Eso sí, ni todos los suplementos son iguales y siempre se necesita el consejo de un buen especialista. En este sentido, Longevitas, laboratorio 100 % español centrado en la prevención del envejecimiento, trabaja con fórmulas testadas clínicamente, elaboradas con ingredientes naturales, sin aditivos y en concentraciones eficaces. Entre sus fórmulas más innovadoras destacan las P-Resolvinas y el Magnesio Bisglicinato, especialmente eficaz para mejorar el descanso y la función muscular. “Es importante ir más allá de la sensación subjetiva y comprobar si los suplementos funcionan en pacientes reales”, subraya Durántez.

Magnesio Bisglicinato, de Longevitas

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Envejecer bien no tiene que ver con quitarse años, sino con sumar calidad de vida. Tener energía al despertar. Sentir que el cuerpo responde. Llegar con ganas al final del día. Dormir bien, pensar con claridad, moverse sin molestias. No se trata de prometer milagros, sino de entender cómo funciona el cuerpo y qué herramientas tenemos hoy para cuidarlo mejor.

Esa mirada es la que comparten los expertos que están liderando esta nueva etapa, un envejecimiento consciente, con información, con rigor y con opciones que nos ayuden a estar mejor sin renunciar a nada. Como dice Ilona Calparsoro, fundadora de la firma: “Prevenir no es simplemente evitar una enfermedad. Es crear una vida con sentido, funcional, feliz. Un impulso en el que el propósito es la vida. Y eso es lo que queremos construir junto a cada persona que confía en nosotros”.