Mónica Carrillo ha convertido su piso madrileño en un refugio luminoso y muy acogedor. Ubicado entre dos de las calles más bulliciosas del centro, cerca de los cines Ideal y a un paseo del Retiro, el inmueble destaca por sus estancias diáfanas, una paleta de beiges y blancos y varios toques industriales, como el ladrillo visto y matices metálicos en negro, que se fusionan con piezas de arte contemporáneo y, por supuesto, con Camarón, el teckel que comparte portadas y sofá con la periodista. Te contamos todos los detalles.

Nada más entrar a la vivienda de Mónca Carrillo se accede a un gran espacio 'open concept' que fusiona salón, comedor y zona de lectura en una misma estanciamultifuncional. La periodista derribó tabiques para ganar metros de espacio y hoy la estancia se distribuye alrededor de un gran sofá modular beige de cuatro plazas donde repasa guiones y descansa tras el directo. El sofá tiene chaise-longue y funda extraíble, detalle práctico para la convivencia con Camarón. Frente a él, una pared de ladrillo visto aporta textura y personalidad respondiendo a esos toques industriales de la vivienda. El espacio cuenta con focos empotrados en techo y tiras LED integradas en estanterías permiten graduar la atmósfera según la hora del día, desde la claridad de la mañana hasta la penumbra de las noches.

La casa de Mónica Carrillo

Redes sociales (@monica_carrillo__)

A la izquierda de esta estancia multifuncional se despliega el comedor, presidido por una mesa robusta de madera clara que es ideal apra celebrar desde cenas íntimas hasta reuniones familiares de diez comensales. Dos lámparas colgantes de hierro negro se sitúan sobre la mesa del comedor transmitiendo esa sensación industrial, y además, enmarcan el gran ventanal de suelo a techo que inunda la estancia de luz natural. De noche, la periodista disfruta de ver la luna sobre los tejados de Madrid mientras comparte un vino con amigos: un lujo al alcance de muy pocos. 

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El punto más llamativo del salón es la librería asimétrica fabricada a medida en madera de roble: estantes irregulares que albergan novelas, ensayos, premios profesionales, como el TP de Oro, la Antena de Oro o el Premio Azorín, y grandes lienzos apoyados en lugar de colgados. Mónica Carrillo deja parte de ese espacio para sus propias pinturas abstractas, afición que cultiva en ratitos libres con Camarón como modelo. La librería cuenta además con huecos cerrados para documentos y material de pintura, une almacenaje y decoración y sirve de telón de fondo para las entrevistas que la periodista concede por videollamada. Su efecto parecido al expositor de un museo, ayuda a transmitir una sensación elegante y cercana al estilo señorial en la estancia. 

La casa de Mónica Carrillo

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La gama cromática continúa a través del parquet de roble que recorre todo el piso y en alfombras de dibujo geométrico donde su mascota Camarón descansa. Puertas correderas lacadas en negro, tiradores metálicos mate y perfiles de ventana en el mismo tono refuerzan el aire 'loft' del piso sin restar calidez a los espacios. La combinación entre madera, metal y textiles neutros consigue esa estética cálida e industrial que la periodista buscaba para su casa.

Un pasillo acristalado comunica el salón con un pequeño balcón interior orientado a un patio lleno de plantas trepadoras. Cuando el tiempo lo permite, Mónica Carrillo abre la cristalera por completo para practicar estiramientos de yoga o simplemente tomar el aire, un espacio que también sirve de set improvisado para sus selfies de Instagram, así como las instantáneas de Camarón tomando el sol sobre una manta.

La casa de Mónica Carrillo

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La cocina se encuentra en una estancia independiente y se oculta tras una puerta corredera muy ligera en color negro. En esta estancia, las encimeras son de cuarzo blanco, los muebles son de estilo 'push to open' y cuenta con electrodomésticos integrados de alta gama. Así como el dormitorio prinicpal de Mónica Carrillo, que hereda la misma gama cromatica del resto de la vivienda, con un cabecero tapizado en lino, mesillas flotantes y un cuadro en tonos pastel sobre la pared principal del dormitorio. Por supuesto, el arte no podía faltar en el dormitorio de la periodista, el cual también cuenta con un baño integrado en suite con microcemento gris, griferías en tono mate y mamparas de  vidrio sin marcos, mantiendo el toque industrial del resto de la casa. 

Con espacios abiertos, tonos neutros y detalles industriales seleccionados al gusto de la periodista, la casa de Mónica Carrillo demuestra que funcionalidad y personalidad pueden ir de la mano. Es un refugio lleno de luz natural y creatividad donde se escriben microcuentos, se cuelgan cuadros y se celebran veladas entre amigos, todo ello bajo la atenta mirada de Camarón, el fiel compañero de Mónica. Un hogar que confirma que, incluso en el centro de Madrid, es posible encontrar la calma en tu vivienda sin renunciar al diseño ni a los toques personales que cuentan la vida de quien lo habita.