Ricky Rubio es uno de los jugadores de baloncesto español más importantes de la historia, el más joven en jugar en un partido de la Liga ACB con tan solo 14 años. Desde que en 2005 debutara, ha recibido reconocimientos allá donde juega y cuenta en su haber con dos medallas olímpicas, oro en mundiales y campeonatos europeo. A pesar de llevar doce temporadas en la liga estadounidense de baloncesto, la NBA, su lugar de refugio permanece en España. En 2023 regresó a él cuando decidió que lo mejor era tomarse un tiempo de descanso.

Esta decisión inesperada sorprendió a todos. El jugador se encontraba entonces en plena concentración de la Selección Nacional, que se estaba preparando para disputar en pocos días el Mundial de 2023. Un anuncio que no era definitivo, pero que llegó en forma de comunicado. Por un tiempo indeterminado, Ricky Rubio decidía apostar por él, por su salud mental y se retiraba de toda actividad profesional. 

El puerto deportivo de El Masnou, el pueblo de Ricky Rubio

El puerto deportivo de El Masnou.

Turisme Maresme. Ayuntamiento el Masnou.

El Masnou es un municipio costero de Barcelona que cuenta con unos 24.479 habitantes censados. Encuadro en la comarca del Maresme, se sitúa a tan sólo 19 kilómetros de la capital catalana. Su configuración como núcleo se remonta a 1825, cuando obtuvieron la independencia como tal.

Una localidad apasionada por el baloncesto que cuenta con su propia pista

Ricky Rubio no se olvida de su municipio. Entre las instalaciones a disposición de los vecinos se encuentra una pista de baloncesto que fue rehabilitada en el 2022. A través de su fundación, The Ricky Rubio Foundation, y junto al Ayuntamiento del Masnou y diferentes asociaciones de vecinos se han encargado de renovar la pista. Unas reparaciones que han mejorado las instalaciones y que permiten a la comunidad disfrutar de la pasión del barcelonés de una mejor forma. 

Ricky Rubio se vuelca con su lugar de origen y estos con él, claro signo de los buenos recuerdos que guarda. El jugador de baloncesto fue padrino de excepción en 2018 del pabellón municipal deportivo de El Masnou. Allí jugó con los más pequeños un partido de Basket 3 junto a su hermano y dejó su huella. Sus manos se encuentran enmarcadas en arcilla como recuerdo. 

Igual de inusual es tener una propia pista de baloncesto, como un espacio de arte cinético. Este estilo artístico se caracteriza porque sus obras parecen moverse y transmiten esa sensación a quien se encuentra admirándolo. La colección que se visita en el El Masnou está dedicada a otro de sus vecinos ilustres, el artista Jordi Pericot. Si lo que se busca es tranquilidad, el jardín de la finca del Bellresguard es una buena opción. El primer marqués del municipio lo ordenó construir como residencia de verano en el siglo XX y ahora cuenta con 6400 metros cuadrados con vegetación, elementos de decoración y pájaros.

Ricky Rubio

Gtres

El Masnou, "tierra de mar" con dos playas cercanas a Barcelona y Mataró

Le deben su formación a los trabajadores del campo y la pesca, que preferían vivir en zonas cercanas como Alella, y que aquí encontraron refugio de saqueadores. Como definen en su ayuntamiento, atrás queda ya toda esa "villa comercial y marinera", ahora la industria y la actividad deportiva han ocupado su lugar. De hecho, su puerto deportivo es uno de los más reconocidos de la comarca. Ahora esta "tierra de mar" quiere recuperar el patrimonio local y tienen un itinerario único, una mezcla de casas modernas y otras antiguas y singulares. 

Un contraste único al lado del mar que se puede disfrutar en sus dos playas, una más cercana a Barcelona y en su puerto deportivo (playa de El Masnou) y una segunda más próxima a Mataró (playa de Ocata). Su facilidad de acceso las convierte en zona de referencia donde seguro el baloncestista pudo disfrutar mientras crecía. 

La herencia náutica se encuentra resumida en su propio museo, que se crea en 1962. Son los ciudadanos los que deciden guardar todos estos recuerdos creado una colección en un museo, que se trasladó y amplió en 2001. Aquí la historia cobra vida y se puede hacer un recorrido por la historia tan particular de El Masnou relacionado con el mar que lo baña. 

Una localidad que conserva unas complejas galerías con las que se recogía y distribuía el agua a la población

Uno de los principales atractivos del mismo, que cuenta con visitas guiadas que se pueden reservar, son "las minas de agua". Este complejo de galerías de cerca de 30 kilómetros está muy bien conservado y los vecinos y visitantes pueden sumergirse en la historia los segundos domingos de cada mes. El laberinto era útil para toda la localidad pues repartía el agua por toda la zona. Es en el siglo XVIII cuando se comenzó a construir para que, además, recogiera el agua que se filtraba y se pudiera acceder a ella de manera sencilla.