Christian Toro nos abre las puertas de su espectacular casa junto a su mujer, Susana Salmerón: “Tengo todo lo que necesito para ser feliz, y eso a veces asusta”

Christian Toro, campeón olímpico en piragüismo y una de las figuras más queridas del deporte español, nos recibe en su casa de Leganés (Madrid), convertida en un hogar lleno de amor, donde vive junto a su mujer, la enfermera pediátrica Susana Salmerón, y su hijo Alejandro.  Retirado de la alta competición tras alcanzar la cima con el oro en Río 2016, el deportista vive volcado en su familia, en su lucha por sacarse unas oposiciones y en sus colaboraciones en televisión. Toro habla desde la calma de quien ha remado mucho (en el agua y en la vida) y nos confiesa que es ahora cuando ha aprendido a valorar lo esencial. “Tengo una familia preciosa y una vida sencilla, pero plena”, confiesa emocionado.

¿Dónde nos encontramos?
Estamos en mi casa de Leganés. Cerca de Madrid, un barrio tranquilo y perfecto para una familia, que es lo que yo buscaba.

Se ve que es una casa muy vivida.
Sí, es un hogar. Cuando hablamos de hacer las fotos yo pensaba que no era una casa “especial” por algo en concreto, pero sí lo es por cómo la vivimos. Nos encanta tener amigos y familiares, siempre hay alguien en casa.

Hemos tenido la oportunidad de conocer a tu mujer. ¡Qué guapa!
¿Qué te voy a decir yo? El día que la conocí (allá por 2017) me quedé tan obnubilado que me salté 15 semáforos, perdí vuelos, me equivoqué de destino… Un mes entero sin que me funcionara el cerebro. Ahí supe que era la mujer de mi vida.

¿Dónde la conociste?
Un amigo me enseñó una foto suya. Me pareció guapísima. Me atrajo mucho que tenía una profesión, que era independiente. Le escribí varias veces hasta que un día me dejó invitarla a un refresco. Y hasta hoy.

Fruto de ese amor, tenéis a vuestro niño, Alejandro. Tiene siete años, ¿verdad?
Sí, es un clon de su madre. Y yo, feliz. A veces me voy a la cama y me da miedo lo feliz que soy. Siento que lo tengo todo: mi familia, lo que necesito para ser feliz. Y eso, a veces, asusta.

Christian Toro nos habla de su hijo: "Físicamente es como su madre, y lo que más intentamos es que sea una buena persona"

¿Y cómo es él de personalidad?
Estamos descubriéndolo. Físicamente es como su madre, y lo que más intentamos es que sea una buena persona. Queremos que entienda que dentro de casa es libre, pero fuera tendrá que trabajar mucho y respetar a todos.

¿Le estás inculcando el deporte?
Sí, el deporte me ha dado la vida. Más allá de si será profesional o no, quiero que entienda sus valores: salud, respeto y amistad. El deporte rompe barreras como el racismo o la homofobia.

 

¿Os estáis planteando darle un hermanito?
Sí, estamos en ello. Nos lo pide y nosotros también queremos. Pero, sobre todo, no queremos dejar de disfrutar del presente.

¡Es la primera vez que entramos en la casa de un Campeón Olímpico!
No hay nada más arriba que eso (risas). Pero no lo conseguí solo, tuve buenos compañeros y guías. Me ayudaron a aprender a entrenar y a competir.

Christian Toro: "A la gente se le prepara más para el fracaso que para el éxito"

¿Cómo fue ese momento en el que te dan la medalla?
Increíble. A la gente se le prepara más para el fracaso que para el éxito. Por eso cuando hablo con niños les digo que no hay límites, solo objetivos. Empecé ganando campeonatos pequeños antes de llegar al oro.

¿Y qué pasa después de tocar techo?
Hay un vacío. Me pasó. Entré en un limbo sin objetivos. Hasta que, con ayuda de psicólogos deportivos, aprendí a marcarme nuevas metas.

Hiciste historia junto a Saúl Craviotto.
Sí, ganamos juntos. Él era mi ídolo y años después ganamos el oro como pareja. Es el mejor deportista español hasta ahora.

¿Y la medalla la tienes bien guardada?
Sí, aunque la llevo a los coles. De pequeño me dijeron muchas veces que era imposible, por eso quiero que los niños la vean y crean que pueden lograrlo.

¿Y tu familia cómo vivió tu carrera deportiva?
Mis padres apostaron mucho por mí. Me fui de casa con 13 años. Ahora que soy padre, lo valoro más. Recuerdo tenerlos frente al podio en Río. Fue muy emocionante.

Christian Toro nos habla de su retirada: "Pensé que me costaría"

¿Y tu mujer?
Nos conocimos en 2017. Ella me vio por la tele en los Juegos. ¡Ahora tenemos una familia preciosa!

¿Y ahora qué metas tienes?
Prepararme para ser bombero. También trabajo como embajador del Comité Olímpico ayudando a refugiados. Quiero usar el deporte como bandera para ayudar a los demás.

¿Y por qué bombero?
Porque es un reto que me motiva. Une lo físico con ayudar a los demás. Siempre fui el protector de mis amigos. Quiero estar para quienes necesitan ayuda.

En televisión te podeos ver de colaborador en Fiesta y en Supervivientes.
Sí, me retiré este año y decidí dar este paso. Porque me siento muy a gusto en la tele. En Fiesta encontré un equipo que me ha hecho sentir en casa. Somos una familia, cada uno aporta su mirada.

¿Te costó retirarte del deporte?
Pensé que me costaría, pero lo llevé bien. Cambié de objetivo, paso más tiempo con mi familia y crezco en otros aspectos que nunca imaginé.