Ángela Dobrowolsky anda un poco perdida por las estrategias que sigue para defender su inocencia en el caso de Josep María Mainat, su exmarido. No solo en la necesidad de demostrar que le salvó la vida, cuando todos le acusan de haber intentado supuestamente asesinar a su marido aprovechando su condición diabética. Por un lado asegura que no le inyectó varias dosis de insulina, que provocaron finalmente que el productor entrase en coma, sino que alega ser una mujer presuntamente maltratada por su exmarido. También da bandazos a la hora de justificar su último arresto y por el que ha pasado por los calabozos de comisaría, tras haber sido detenida en el interior de la segunda residencia de su exmarido en Canet de Mar, tras haberla asaltado.
Ángela Dobrowolsky asegura que en ningún momento ha tratado de entrar a robar a dicha vivienda, pese a que haya sido sorprendida en el lugar de los hechos tras saltar las alarmas de la casa y haber quedado registrada, junto a su nueva pareja, Gabriel, en su interior. En un primer momento, la estrategia a seguir de sus abogados era negar en todo momento el robo con fuerza que se le acusaba a su cliente y por el que había sido detenida. Aseguran que tan solo tenía intención de okupar la vivienda, después de haber sido desahuciada de la casa en la que convivía con Josep María Mainat y sus hijos.
Ahora, su versión ha cambiado radicalmente y asegura que en ningún momento ha estado en esa casa, pese haber sido detenida en ella por la policía y mantiene en todo momento que las personas encapuchadas que aparecen en las grabaciones de las cámaras de seguridad no son ni ella ni Gabriel, por mucho que diga la policía o el propio Mainat. Vea el vídeo con su nueva versión de los hechos.