Hace unos meses que a Toñi Moreno le cambió la vida al coger las riendas de 'Mujeres y Hombres y Viceversa', tras varios años de éxito en 'Viva la Vida'. Más tiempo ha pasado desde que se convirtió en uno de los rostros televisivos más populares y queridos de la pequeña pantalla. Pero no es oro todo lo que reluce y para llegar a lo más alto ha tenido que trabajar muy duro. Ahora se confiesa en el último capítulo de 'La Vida con Samanta', con un agradable paseo por la playa.

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La gaditana confiesa que con tan solo 14 años tuvo que empezar a ganar dinero para poder pagarse los libros de texto. Sus primeras andanzas tuvieron lugar en la televisión de su pueblo y ahí empezó a forjarse lo que es hoy en día: "Toda mi infancia han sido estar jugando a los pies de una cámara", reconoce. Por si fuera poco, tenía que ocuparse del cuidado de su hermana.

Toñi Moreno también ha desvelado lo mal que lo pasó cuando finalizó su etapa en TVE, donde presentaba 'Entre Todos': "Me vi en mi casa. Aquello fue un centrifugado, pensé que profesionalmente estaba muerta. Llegaba a las productoras con ideas, formatos nuevos, guiones y veía las caras de la gente, que te miraban como ’pobrecilla'". Ahí su ánimo tocó fondo: "Empiezas a pensar en qué fallas, qué haces mal... Ya sabes que la tele es así. Estaba anímicamente destrozada".

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La andaluza ha encontrado su acomodo en Mediaset pese al cambio de tercio tomado por la zona noble del grupo de comunicación, pero queda claro que su vida no ha sido sencilla. Para ilustrarlo pone un ejemplo muy claro: "Cuando te van bien las cosas el teléfono suena, te invitan en los restaurantes, etc. pero cuando van mal no te invitan a nada. Este es el ejemplo más gráfico", concluye.