"Él (Ernesto Neyra) me cuenta que en una discusión que tuvieron ella no le dejó más remedio que pegarla", comentó el joven.

El valiente relato de Rocío Carrasco en el documental en el que por fin después de 25 años rompe su silencio para contar su verdad ha provocado un sinfín de respuestas y ha reabierto viejas heridas. Así, un día después de la emisión del mismo, Julián Contreras comparaba los malos tratos denunciados por la hija de Rocío Jurado con los que sufrió su madre, Carmina Ordóñez. El joven se ha sentado en 'Sábado deluxe' y ha compartido con la audiencia el desgarrador relato de cómo vivió en primera persona la mala vida que Ernesto Neyra le dio a su madre. De la misma forma, el hermano de Francisco y Cayetano Rivera le ha dado las gracias a Rocío Carrasco por dar un paso adelante y contar el testimonio que ha ayudado a visibilizar la violencia machista.

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A pesar de llevar varios meses alejados de la televisión, Julián Contreras se ha sentado frente a María Patiño porque consideraba que tras el testimonio de Rocío Carrasco, él iba a hacer justicia a su madre, Carmina Ordóñez, a quién un juez dictaminó que no respondía al perfil de mujer maltratada. "El maltrato a Rocío Carrasco me duele porque me recuerda al calvario que pasó mi madre. Fui testigo directo de dos episodios y ni siquiera testifiqué", contaba. Tras escuchar sus primeras palabras, la también presentadora de 'Socialité' no dudaba en pedirle disculpas por haber juzgado a su madre en el pasado.

"Mi madre sufría horrores. Tuvimos mala suerte porque se dio un altavoz diario a la otra parte (Ernesto Neyra) y aquello era terrible y demoledor porque estás escuchando la versión del otro y ves como se te vuelve todo en contra. Mi madre dijo que lo iba a contar en televisión y en su momento le dije que era mejor hacer las cosas de otra manera. Mi madre quería que la creyeran, se sentía sola y desamparada. Le dio igual el hecho que pasara algo contra su maltratado, solo quería que no la tacharan de mentirosa", relataba el joven.

El episodio de maltrato que presenció cuando tan solo tenía 14 años

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Echando la vista atrás, Julián Contreras recordó el desagradable episodio que vivió cuando había cumplido 14 años. El joven presenció como Enrnesto Neyra, tras una fuerte discusión, zarandeó y tiró al suelo a Carmen Ordóñez. "Llegan de viaje y habían discutido. Mi idea era decirle a mi madre que la situación era insostenible. Él (Ernesto Neyra) me cuenta que en una discusión que tuvieron ella no le dejó más remedio que pegarla. En aquel momento no supe reaccionar, no sabía cómo interpretarlo. Él estaba buscando en mi una complicidad para que de alguna forma legitimase lo que había hecho", comienza a explicar.

Tras esto, Contreras recuerda cómo a altas horas de la madrugada escuchó unos golpes procedentes de la habitación de su madre. Sin dudarlo, el joven no dudó en ir al auxilio encontrándose a su progenitora con el camisón desgarrado. "Ella me mira y me dice que me fuera a mi cuarto, él se gira y me dice que ella le iba a hacer quedar mal. Él la empuja, cae contra la mesilla y yo me lanzo contra él, le sujeto por el cuello y le llevo fuera de la habitación cerrando la puerta", asevera.

Con el paso del tiempo, Julián Contreras reconoce que si en aquel momento hubiera tenido tan solo una pizca de la estabilidad mental que ahora posee, no habría pasado nada de lo que tuvo que presenciar. "Mi madre me dijo que no era la primera vez que pasaba, llamé a Charo Vega porque era la que vivía más cerca. Esa noche cambiamos la cerradura. El agresor de mi madre me decía que ella lo provocaba para que la matara. Mi madre sufrió, al menos, cuatro agresiones físicas y eso le causó muchos traumas", rememora.

A día de hoy, Julián Contreras sigue buscando respuestas puesto que no entiendo cómo fue posible que ningún juez le pidiera que testificara siendo testigo de las agresiones y tampoco entiende cómo la sociedad en aquella época pudo silenciarle a él y a su madre. De la misma manera, el joven, que ahora se dedica a hacer sesiones de coach con mujeres víctimas de la violencia machista, hace hincapié en que su madre siempre le ocultó a sus hermano el maltrato que sufrió. "Esto es justicia, antes no se hablaba de esto en televisión. Mi madre alzó la voz. Cuando veo el reportaje de Rocío me muero escuchándola, sentí lo mismo", finalizaba.