Hay vestidos tropicales… y luego está el de Ana Boyer. Ni palmeras clásicas, ni estampados playeros de postal. Lo suyo es otra cosa. Un mix entre hoja de palmera futurista y arte óptico de verano. Y sí, funciona. De hecho, funciona tan bien que no necesita más que una sonrisa y unas sandalias planas para convertirse en el 'lookazo' de la semana. O del mes. O de lo que queda de temporada.
Ana Boyer ha vuelto a dejarnos claro que el estilo no se grita: se insinúa. Y lo ha hecho con un vestido largo de manga larga (sí, en pleno verano) que desafía todas las normas y, a la vez, las reinventa. Porque, ¿quién dijo que para ir fresca había que ir descubierta? ¿O que los estampados tropicales solo sirven para la playa? Este vestido responde a todo eso con una mezcla perfecta de silueta limpia, estampado poderoso y actitud relajada.
Así es el vestido tropical más estiloso del verano (y Ana lo ha llevado antes que nadie).
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En una de sus noches veraniegas, la hija de Isabel Presyler ha apostado por este diseño tan llamativo como elegante, con base cruda y print en oscuro que dibuja palmas a lo largo del cuerpo, siguiendo el movimiento natural de la figura. Un patrón que estiliza, juega con la óptica y logra ese efecto hipnótico que hace que todas queramos saber de dónde es.
Este no es un vestido tropical cualquiera. No hay colores chillones, ni hibiscos XXL, ni hojas desordenadas al tuntún. El de Ana Boyer sigue una pauta casi arquitectónica: las líneas del estampado acompañan la silueta, dibujan curvas, afinan cintura y alargan la figura como si fueran trazos pensados con escuadra y compás. Y sin embargo, no pierde ni un ápice de frescura. Es como si el print estuviera hecho para moverse: cada paso genera un efecto visual nuevo.
El patrón es limpio, elegante, sin excesos. Escote cerrado, manga larga, corte recto que fluye al caminar… ¿El resultado? Un vestido tan cómodo como sofisticado, que no necesita volantes, aberturas ni lentejuelas para llamar la atención. Además, el blanco roto de la base contrasta con el oscuro profundo del dibujo y consigue ese mix & match infalible entre neutralidad y rotundidad.
Sandalias joya y pendientes fucsia: los toques perfectos para un look de impacto.
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Es tropical, sí. Pero también urbano. Y moderno. Y con ese punto de distinción que lo aleja de los vestidos de resort de toda la vida. Uno de esos diseños que parecen hechos a medida para una cena especial en Ibiza, pero que podrías llevar igual en Madrid o Lisboa sin desentonar.
Pero... ¿De dónde es este vestido que parece hecho a medida para una noche perfecta de verano? Pues ni más ni menos que de Johanna Ortiz, la diseñadora colombiana experta en convertir estampados tropicales en piezas de culto. El modelo en cuestión se llama 'Palm Valiente Gaucha', cuesta alrededor de 700 euros y, como era de esperar, ya está agotado. Porque sí, cuando algo es bonito, favorece y lo luce una Boyer, vuela. Lo que no vuela, eso sí, es la idea: la de que un buen vestido con un estampado potente y una silueta fluida puede convertirse en la mejor inversión estilística de la temporada.
El vestido 'Palm Valiente Gaucha' ya está agotado… y no nos extraña.
(@Johanna Ortiz)
La mujer de Fernando Verdasco ha combinado su vestido tropical con tres aciertos que rematan el look con estilo y sin saturarlo. Por un lado, unas sandalias planas con detalle de pedrería, que aportan luz y elevan el estilismo sin renunciar a la comodidad. Ideales para una noche informal pero con mucha clase.
Para romper la sobriedad del claro y oscuro, Ana Boyer también ha elegido unos pendientes fucsia, que añaden un toque de color vibrante, inesperado y muy bien traído: tropical sin ser literal, sofisticado sin resultar serio. El contraste funciona, y mucho.
Y como buen look de verano, su bolso es pequeño y discreto: un diseño mini bandolera que no compite con el vestido, pero cumple con su misión. ¿Conclusión? Un conjunto equilibrado, con guiños de color y brillo justo donde hace falta, que demuestra que Ana sabe cómo jugar con los accesorios para redondear cualquier outfit.
Un look de invitada perfecta
Un look de verano con sello colombiano: Johanna Ortiz.
Y aunque Ana Boyer haya llevado este vestido para una cena relajada, lo cierto es que este diseño tiene potencial de sobra para convertirse en un look de invitada diferente y memorable. ¿Una boda de tarde al aire libre? ¿Un bautizo en pleno julio? ¿Un evento de verano con código elegante pero no excesivo? Marca todas las casillas.
El estampado tropical (en su versión más elegante) se sale de lo típico sin caer en lo excéntrico, y la silueta fluida permite estar cómoda durante horas sin perder ni un gramo de estilo. Solo bastaría con sumar un recogido pulido, unos pendientes más grandes o una sandalia metalizada con tacón y... voilà. Lista para deslumbrar.
Eso sí, si llegas a tiempo de encontrarlo, enhorabuena. Y si no, al menos ya tienes la referencia perfecta de lo que queremos decir cuando hablamos de vestidos con efecto 'wow'.