Vicky Martín Berrocal ha encontrado en Zara el vestido que te quita dos tallas y te soluciona las vacaciones: elegante, ponible y solo cuesta 25,99 euros

Blanco, ceñido, elegante y con ese toque de frescura que lo hace irresistible. Vicky Martín Berrocal ha vuelto a demostrar que estilo y asequibilidad no están reñidos, y lo ha hecho con un vestido de Zara que vale su peso en likes. El diseño en cuestión cuesta solo 25,95 euros, pero lo importante no es eso. Lo importante es cómo lo lleva, cómo lo eleva, y cómo consigue que parezca de showroom privado en lugar de perchero viral.

La clave está en los detalles. Porque sí, es blanco, y sí, es de Zara, pero también es uno de esos vestidos que sientan como un guante y que hacen por tu silueta más que un mes de gimnasio. 

El tejido stretch con efecto relieve se adapta sin marcar, la estructura del escote cuadrado estiliza los hombros y alarga el cuello, y el corte midi con pinza en la cadera trabaja visualmente como un moldeador con glamour.

Vicky Martín Berrocal lo ha llevado con su sello habitual: sofisticación sin esfuerzo, seguridad en la pisada y ese je ne sais quoi que convierte cualquier básico en una declaración de intenciones. En este caso, la diseñadora lo ha combinado con blazer blanca al hombro (el gesto estrella de las que saben de estilo) y accesorios en marrón chocolate y dorado: bolso rígido con estructura retro, maxi anillos, brazaletes y gafas de pasta en clave felina. Un estilismo de manual que parece improvisado, pero que es puro cálculo. 

¿Lo mejor que tiene este vestido? Que funciona igual de bien con chanclas en la playa que con sandalia de tacón en un cóctel. En vacaciones puede pasar por salvavidas de tarde, look de cena o incluso como alternativa al típico dos piezas para una celebración de verano. Y si le sumas coleta pulida y labios nude, el resultado es una mezcla deliciosa entre dolce vita y calle de Serrano en pleno julio.

El vestido, que por cierto pertenece a la nueva colección de Zara y ya está en todas las wishlists con criterio, no lleva lentejuelas ni transparencias, pero tiene algo mucho más difícil de conseguir: presencia. Esa presencia que no necesita adornos para captar miradas. Que estiliza sin apretar. Que transforma. Y que, en el cuerpo de Vicky Martín Berrocal, funciona como altavoz de una actitud.

La empresaria sevillana lo ha lucido paseando por Madrid, y las imágenes hablan solas. Look total white, paso firme, sonrisa medida y ese gesto de sujetarse la americana sobre el hombro como quien camina por su terreno. El vestido no solo resalta su figura, también refuerza esa imagen de mujer poderosa que no necesita exagerar nada para imponerse con elegancia.

Además, el diseño tiene algo que lo hace especialmente favorecedor: el tipo de blanco. No es un blanco óptico ni marfil, sino un tono ligeramente empolvado con textura floral que evita transparencias indeseadas y añade profundidad al tejido. Eso, sumado al corte limpio y sin florituras, lo convierte en una de esas piezas que no pasan de moda en dos veranos.

¿Otro acierto? La elección del bolso. Vicky Martín Berrocal ha optado por un modelo de líneas rígidas con cierre joya y base clara, lo que aporta estructura al estilismo y remata ese aire elegante sin parecer excesivo. El contraste entre la feminidad del vestido y la contundencia del complemento equilibra el conjunto a la perfección.

Lo cierto es que aunque la madre de Alba Díaz ha llevado este vestido de Zara con tacón fino y moño recogido para sumar altura y clase, este diseño admite también una versión más desenfadada. Cambia la blazer por una sobrecamisa de lino, las sandalias por unas planas metalizadas, y añade un capazo de rafia: look de día resuelto. O súmale un chal de seda, unas cuñas y unos pendientes largos y tienes conjunto de invitada para boda civil o cena especial en la costa.

Sin duda el vestido que ha elegido Vicky no es simplemente bonito. Es funcional, adaptable y, sobre todo, inteligente. Uno de esos hallazgos que pasan desapercibidos en tienda pero que, con la percha adecuada se convierten en objeto de deseo inmediato.

Y sí, cuesta menos de 30 euros. Pero lo importante, una vez más, no es el precio. Es el efecto. Ese que hace que te mires en el espejo y te veas más alta, más estilizada y, por qué no decirlo, más segura. Y si hay una fórmula para sentirse así en verano, empieza por un vestido blanco bien cortado y termina con la actitud con la que Vicky Martín Berrocal lo ha defendido.

Así que ya sabes: si aún estás buscando ese vestido que valga para mil ocasiones, que estilice, que combine con todo y que tenga el toque justo entre sencillez, empaque y elegancia veraniega, lo acabas de encontrar. Lo lleva ella, lo defiende con actitud, y lo firma Zara.