Desde el momento en que nos invitan a una boda, tenemos que valorar muchos detalles antes de que llegue el gran día.

En primer lugar, y por lo que más nos preocupamos, es por cómo vamos a vestir para una boda. Sin embargo, para ello debemos tener en cuenta dónde se celebrará, pues en una Iglesia Católica hay una serie de normas como, por ejemplo, no llevar los hombros al descubierto. Y si los llevamos, debemos entrar con un chal o pañuelo.

Si por el contrario la boda se celebra por lo civil, podemos dejar de lado esta apariencia más recatada, pero sin pasarnos. También son muchas las ocasiones en que son los propios novios los que establecen un dress code, es decir, eligen algunos colores concretos o el largo del vestido para su gran celebración. Y ahí no tendremos otra opción que acatar la decisión de la pareja.

Sigue leyendo este post y descubre la forma correcta de vestir para una boda de día, pues te ofrecemos toda la información necesaria basada en el estricto protocolo y en las últimas tendencias. Lo único que tendrás que hacer después es escoger tu vestimenta ideal según estos consejos. ¡Vamos allá!

Protocolo para vestir en una boda de día

1. Qué color escoger

Entre todas las tonalidades que existen, no caigas en el error de vestir de blanco, pues está terminantemente prohibido. Este color queda reservado para la protagonista del día; la novia. Tampoco te decantes por el negro, no está bien visto para las bodas de día, así que nuestra recomendación es que elijas un color llamativo.

Este año, uno de los colores por excelencia es el amarillo. No obstante, si piensas que este color no va a favorecerte, no te preocupes, el rojo intenso es otra buena opción, así como el azul eléctrico, el verde intenso y los tonos nude o pastel.

Intenta dejar a un lado los brillos y las lentejuelas en esta ocasión. Aunque puedes completar tu look de invitada con algún detalle como un cinturón o un broche de pedrería, pero asegúrate de que sea algo sutil.

2. El largo ideal

El largo ideal a la hora de vestir para una boda de día es a la altura de las rodillas, o lo que es lo mismo, un vestido midi. Es lo que nos exige el protocolo, y además no dice nada acerca de llevar pantalón largo o un mono, ambos muy de moda. Pero deja las minifaldas más cortas para las fiestas nocturnas.

Otra opción si no nos gustan los vestidos cortos es llevar un vestido asimétrico que te cubra un lado más que otro, o incluso más largo por detrás que por delante. Para estas ocasiones, los vestidos de cóctel son los más indicados, pudiendo elegirlos tanto con la falda voluminosa como un estilo tubo. Esto dependerá del gusto de cada una y de su silueta.

Lo que no es aconsejable es elegir un vestido largo, ya que son idóneos para las bodas, pero de noche, pues son mucho más elegantes. Puedes optar también por un vestido maxi, el cual nos cubrirá parte de la pierna, pero no por completo.

También son otra opción los vestidos con amplias aberturas en la parte de la falda porque, a pesar de ser largos, aportan un aire menos formal. Y si quieres tapar tus piernas a toda costa, decántate mejor por un traje de pantalón en lugar de un vestido largo. Lucirás de lo más elegante al mismo tiempo que sigues las tendencias actuales.

3. El diseño que más te favorece

Vestir para una boda de día por la iglesia es lo más complicado, porque tendremos que añadir un chal o chaqueta a tu look para tapar hombros y escotes. No obstante, aunque no se recomienda enseñar mucho canalillo, este año son tendencia los escotes pronunciados, pues algunos acaban donde empieza la falda.

En cuanto al diseño del vestido, no está estipulado por el protocolo si debemos llevarlo ajustado, un poco más holgado o ancho, pero sí es cierto que suelen verse más invitadas con trajes ajustados en bodas de noche y con vestidos más sueltos en las celebraciones de día.

4. Tipos de tejido

Los tejidos de los vestidos también tienen mucho que decir. Y es que vestir para una boda implica llevar trajes que cuenten con acabados delicados. Por este motivo, tanto la gasa como el algodón, incluso el lino, serán tus mejores alternativas.

Ante todo, debemos ir cómodas al mismo tiempo que elegantes, por lo que no necesitas llevar vestidos con pesadas telas. Lo mejor es optar por las que te hemos mencionado, pues son más ligeras y, por lo tanto, serán mucho más cómodas para que puedas moverte sin problemas.

5. Complementos para una boda de día

Por norma general, la pamela y el tocado solo suelen utilizarse en las bodas de día. Es lógico, porque al menos nos sirve para tapar un poco el sol y evitar sudar y estropear nuestro maquillaje.

Para las chicas más altas se recomiendan accesorios grandes, sin embargo, para las más bajas, mejor utilizar complementos pequeños o se perderá el encanto del vestido. Eso sí, si decides llevar estos complementos, deberás aguantar con ellos hasta volver a casa, nunca debes quitártelos en medio de la boda.

Para escoger los complementos adecuados, ten en cuenta en todo momento la regla de oro: menos es más. Un accesorio muy popular que es tendencia en la actualidad en las bodas de día son los guantes, pero para usar este complemento también hay protocolo.

Si tu vestido es de manga francesa, el guante deberá llegar hasta el codo. En caso contrario, si la manga es corta, el guante debe llegarnos por la muñeca. Un truco muy cool es llevar solo un guante en la misma mano donde llevarás el bolso.

Por último, y hablando de bolsos, por supuesto nunca escojas uno grande. Somos conscientes de que no cabe nada dentro debido a su tamaño mini, ni siquiera tu móvil, pero tampoco necesitarás mucho más en una boda. ¡Ah!, los zapatos mejor abiertos y sin ningún adorno tipo pedrería, mejor dejamos este tipo de calzado para las bodas de noche.