Hoy se cumplen 21 años de la boda más importante del S. XXI en España, la de los entonces Príncipes de Asturias: don Felipe y doña Letizia. Hace ya más de dos décadas lo más granado de la realeza europea se daba cita en Madrid para ser testigos del “sí quiero” de quien estaba llamado a convertirse en Rey de España y su consorte. Aquella era la primera boda real que albergaba la capital en muchos años y la ciudad se engalanó para la ocasión. El enlace, retransmitido por televisión, contó con la asistencia de 1.400 invitados entre familiares, amigos y representaciones de casas reinantes y países de todo el mundo.

Ahora, dos décadas después, la vida es diferente. En aquella boda aun eran Reyes Juan Carlos y Sofía y el control sobre el relato de su vida privada aun les pertenecía. A pesar de los muchos rumores entorno a la figura del Emérito ninguna mujer había dado un paso al frente para contar en primera persona que había tenido una relación extramatrimonial con el Jefe de Estado y Corinna aun era una desconocida para el gran público. Si echamos la vista atrás con todo lo que sabemos ahora parece que en lugar de 20 años hayan pasado 40. La única constante desde ese entonces ha sido el matrimonio que ese día se llevaba a cabo.

En conmemoración a esos 21 años de matrimonio real y con la ayuda de Lara Ferreiro, psicóloga y escritora autora de ‘Ni un capullo más’ (Grijalbo, 2025), analizamos a través de fotografías de estas dos décadas de vida en común la relación de los Reyes Felipe VI y Letizia Ortiz y qué dice de ellos y de su matrimonio la comunicación no verbal.

Seleccionamos cuatro instantes del inicio como pareja de los Reyes Felipe VI y Letizia Ortiz

Seleccionamos cuatro instantes del inicio como pareja de los Reyes Felipe VI y Letizia Ortiz.

Fotomontaje SEMANA con fotos de GTRES

La luna de miel del pleno enamoramiento

El análisis de nuestra experta comienza con las primeras fotografías (fotos 1 y 2) juntos de la pareja. “Cuando Felipe y Letizia hicieron público su compromiso en 2003, su relación estaba inmersa en la fase primera llamada de atracción física y deseo”, comenta Ferreiro. “En esta etapa inicial, prima la atracción y la pasión. Con solo intercambiar miradas, ya puedes saber si una persona te atrae y encaja contigo. En estas primeras fotos juntos podemos ver a simple vista lo ilusionados que estaban. Las sonrisas amplias y abiertas de oreja a oreja, los ojos arqueados fruto de esas miradas cómplices. La conexión y proximidad corporal que ambos tenían”.

“Durante los primeros actos que protagonizaron juntos” (fotografías 2 y 3), comenta Lara, “se les veía en una nube efervescente, una luna de miel propia de la fase del enamoramiento donde las parejas se idealizan, no se ven defectos, todo es de color de rosa y la pasión es intensa e increíble”. Según nuestra experta, también durante esta fase, “las parejas se sienten como que son “la mejor pareja”, como si no hubiera ninguna otra pareja igual de enamorados que ellos. Es la etapa que todo el mundo querría que durase para siempre”.

Sin embargo, según Ferreiro, “esta idealización amorosa puede crear una falsa versión edulcorada de la pareja, provocando que, cuando pasan los años, las decepciones sean mucho mayores”. En las fotografías de ese momento pueden verse “las miradas cómplices, penetrantes, risas embelesadas y las amplias sonrisas continuaban, evidenciando esa química indiscutible entre ellos, quizás incluso más intensas que en la fase anterior, ya que aquí ya estaban plenamente enamorados el uno del otro”.

En esta segunda tanda de imágenes podemos ver cómo el proyecto común de la pareja creció: se casaron, fueron padres y luego Reyes.

En esta segunda tanda de imágenes podemos ver cómo el proyecto común de la pareja creció: se casaron, fueron padres y luego Reyes.

Fotomontaje SEMANA con fotos de GTRES

De las dudas al resurgir de la madurez  

Continuando con el análisis, mostramos a Lara una fotografía de la boda de Felipe y Letizia (número 5). “Había mucho nerviosismo entre ellos. Se nota en la tensión que Letizia tenía en el cuello y en la cara. Los tendones del cuello se le ven muy rígidos, su mandíbula también estaba tensa, un reflejo muy común en las personas cuando se enfrentan a un acto tan importante”, nos comenta. Y es que, según nuestra psicóloga de cabecera, “puede aparecer días antes de la boda, la famosa gamofobia, miedo a casarte o al compromiso. Lejos de estas posibles dudas superadas, podemos apreciar en la foto del balcón como Letizia está agotada mentalmente y su gesto es el de esconderse detrás de Felipe porque necesita descansar”.

La siguiente foto a analizar es la número 6, que corresponde al nacimiento de la Princesa Leonor. “Letizia vuelve aquí a recuperar su amplia y sincera sonrisa, no sólo porque a estas alturas ya estaba más acostumbrada a la presión mediática, sino porque habían nacido las personas más importantes de su vida: sus hijas, a las que, como hemos visto a lo largo de los años, su actitud de madre helicóptero”. Y según Ferreiro, “esta también es una fase de negociación de roles, una etapa esencial en toda relación de pareja donde se establecen dinámicas, se pactan códigos y se gestionan las primeras grandes diferencias entre ambos”. Algo que según Lara se evidencia en la foto número 7, “el rostro de Letizia en esta fotografía es un claro reflejo de aquella etapa de crisis por la que pasó el matrimonio, su cara refleja dudas o incertidumbre”.

Estas últimas tres fotografías se corresponden con la madurez, el afianzamiento de la pareja y el momento actual tras más de 20 años de matrimonio.

Estas últimas tres fotografías se corresponden con la madurez, el afianzamiento de la pareja y el momento actual tras más de 20 años de matrimonio.

Fotomontaje SEMANA con fotos de GTRES

Por último, las fotografías 8, 9, 10 y 11 corresponden a la plenitud del matrimonio, a las etapas de afianzamiento del proyecto familiar. “En las apariciones actuales, podemos ver como Letizia y Felipe están viviendo una segunda luna de miel emocional”, afirma Ferreiro. “Y eso, en psicología de pareja, ocurre cuando tras una etapa de crisis se produce una reconexión emocional, sexual y existencial, donde se vuelve a priorizar el tiempo juntos, la comunicación auténtica y los pequeños detalles que alimentan el vínculo”, añade Lara. Para concluir, Lara Ferreiro hace una reflexión y es que en su opinión “Felipe y Letizia, tras más de dos décadas de relación, han decidido volverlo a intentar, volver a luchar por su amor y no convertirse en un matrimonio sin amor que aguanta por conveniencia. Lo verdaderamente admirable de Felipe y Letizia no es que sigan juntos, sino que hayan logrado reinventarse emocionalmente tras más de dos décadas de convivencia”.