Paula Echevarría es la chica que muchas querrían ser, en la que se proyectan... y otras sueñan con ocupar su lado de la cama al lado de Bustamante.
Paula Echevarría, guapísima, en la cena de nominados de los Fotogramas.
En un mundo en crisis, la fantasía se dispara. Paula Echevarría es el epítome de lo que en América llaman 'la vecina de al lado', el personaje que logra quedarse con el guapo de la película, aunque tenga una rival mucho más despampanante. En este caso Bustamante. Aunque para mi gusto es él quien ha salido ganando y estoy seguro que el cantante cántabro estaría de acuerdo conmigo.Paula es el espejo en el que miles, qué digo, millones de mujeres se miran. El mejor soporte publicitario imaginable. La actriz es guapa, sin ser apabullante, fotogénica, encantadora, educada y sin un talento desbordante como para considerarla pedante o pesada, como esas actrices que no hacen más que hablar de Bertolt Bretch o en ese plan.
En 2015, caracterizada como Ana, su personaje en 'Velvet', serie que va a seguir en la plataforma televisiva de Movistar.
La Echevarría (hasta el momento) es una actriz de culebrón sofisticado, un 'Cristal' o 'La dama de rosa' de 'prime time'. En definitiva, la Cenicienta que después de muchas peripecias consigue a su Miguel Ángel Silvestre, en la ficción, y su Bustamante en la vida real. Y lo más sorprendente de todo, es que ambas líneas argumentales, la ficticia y la real confluyen en una perfección que me recuerda a la de los Beckham. Familias de guapos, con vidas de primer mundo (la de los británicos mucho más 'luxury' y sofisticada, lo da el país de origen) a las que todo les sale bien.
Paula y Bustamante forman uno de los matrimonios más admirados de nuestro 'star system'.
He entrevistado a Paula Echevarría en un par de ocasiones, cuando rodaba 'Gran Reserva' y para el lanzamiento de uno de sus perfumes que se venden a mansalva en los supermercados. En ninguno de los casos me descubrió la fórmula de la Coca Cola ni me dio un titular lo suficientemente ingenioso para caerte de la silla, pero destila una sencillez, sentido común y cercanía que a mí me parecen la clave de su éxito.Paula Echevarría puede no ser la mejor actriz del universo (Concha Velasco dijo de ella hace no tanto que era la mejor de España y si lo dice Concha así será), tampoco la peor ni muchísimo menos. Sin embargo, destaca sobre sus contemporáneas en el nivel de empatía que despierta en el público. Lo que en el mundo del márketing se llama 'imagen de marca'. Ella la tiene y muy bien implantada en las preferencias de una audiencia que si no le gustas tiene centenares de canales en el mando a distancia.Bambú, la productora de sus éxitos televisivos no se la deja escapar. Yo tampoco lo haría. Porque Paula engancha. A mí me encanta. ¿Y a vosotros?
En 2009, en el plató de 'Gran Reserva', serie en la que interpretaba a la hija de Ángela Molina, con quien volvió a coincidir en 'Velvet'.