No hay quien no haya entonado su famosa frase: "Manué, la manita relahá" ('relajada'), y es que Lucía Sánchez fue una de las indiscutibles protagonistas de la tercera edición de 'La isla de las tentaciones', programa del que salió con una relación rota y otra a punto de fraguarse con Isaac Torres (más conocido como Lobo), con quien tuvo una hija, pero no lograron que su amor perdurase.
Desde su salida del programa, Lucía ha captado la atención de los medios por muchos aspectos de su vida: su relación intermitente con Isaac, su polémica ruptura con Manuel, su embarazo, su maternidad, su paso por 'Gran Hermano VIP', su papel como colaboradora en los platós de Telecinco y su faceta como 'influencer' en redes sociales. Y precisamente esta última es por la que vuelven a hablar de ella hoy. ¿El motivo? Ha recibido un sinfín de duras críticas por su último vídeo. En él aparece mostrando su último 'look', algo aparentemente normal, sin embargo, hay un detalle que ha suscitado la polémica: se ve su ropa interior. ¿El problema? Ninguno. ¿Las críticas? Muchas.
Algunos de sus seguidores se han preguntado qué necesidad hay de mostrar "las bragas" y ha recibido multitud de comentarios de lo más hirientes: "¿Enseñar las bragas para qué? ¿Para tener más visualizaciones? Porque de enseñar un vestido a enseñar medio ch*** hay un buen tramo", "otra enseñando las bragas. Está de moda", o "salir en bragas, ¿qué son, más likes? A la próxima una sin ropa... En fin... La cabeza no da para más". Otros comentarios van mucho más allá y la tachan de estar haciendo "marketing de atracción masculina. Porque la femenina ya la sigue. Y aparte cada comentario sea inteligente o no. Le sube visibilidad. Opiniones varias. Pero esta es la realidad", le apunta un seguidor. "Qué pereza de mujeres empoderadas que para mostrar un vestido siempre tienen que enseñar las bragas o las tetas", le comenta otra.
La propia Lucía ha estallado a través de sus 'stories' de Instagram y se ha cuestionado el motivo de tantas críticas, si al fin y al cabo es solo ropa interior y nadie pone problemas cuando aparece, por ejemplo, en bikini. Pero ya sabemos cómo es esto de las redes... No queda otra que hacer oídos sordos a las críticas.
Lucía pasa por quirófano
Pese a las críticas, se encuentra en uno de sus momentos más felices y plenos. Sobre todo ahora que ha pasado una semana desde que Lucía decidiera someterse a una intervención para hacerse una reducción mamaria y tras la que ha querido mostrar su gran cambio físico: "Las tengo superbonitas, pequeñas, redonditas y bien puestas", afirma sin poder contener la ilusión: "Engañan un montón, estoy taaan feliz".
Tras dar este paso, los comentarios en sus redes han sido algo más amables (aunque no todos): "Estás superguapa", "has hecho genial" o "se te ve feliz y es lo que importa". La propia Lucía ha confesado tener la autoestima más alta ahora que se ha sometido a la operación, y es que suponía un complejo para ella después de haber dado a luz a su hija Mía.
"Yo no me caracterizo por vender una vida maravillosa e idílica, yo soy real para lo bueno y para lo malo", comienza diciendo como respuesta a las críticas, y es que tras su operación también salieron a la luz 'haters' que se preguntaban si también se había "quitado barriga", ya que parecía menos hinchada (Lucía ha confesado en varias ocasiones que padece SIBO), y ella misma ha querido explicar que simplemente está comiendo mejor y se está notando.
Aunque ahora se encuentra recuperada, no han sido días fáciles, y es que Lucía no ha llevado nada bien no poder coger a su pequeña en brazos tras la operación. Además, la entrada en quirófano fue del todo dramática, tal y como confesaba ella misma en su canal de MtMad: "Antes de entrar me he echado a llorar y le he dicho a mi madre todo lo que tenía que hacer de la niña si me pasase algo", contaba. Y eso no fue todo, al parecer, le pusieron un relajante muscular antes de la operación y al salir de quirófano "no veía nada, se me juntaban las letras del móvil", explicaba, "yo me asusté, digo 'que me han subido las tetas y las dioptrías del ojo". Sin embargo, los médicos la calmaron explicándole que era un efecto normal del relajante muscular.
Lucía consiguió tranquilizarse y ya se encuentra feliz y recuperada con su nueva imagen.