María Patiño es muy vehemente en cada cosa que expone. Se toma tan en serio todo lo que dice que sus palabras toman una trascendencia que a veces no tienen.
María Patiño es, además de periodista, personaje, pero sabe dosificar sus apariciones públicas y también la información que trasciende sobre su vida personal.
A María Patiño se le hincha la vena porque pone mucha pasión en su trabajo. En eso me gusta mucho. No soporto a la gente tibia, la que nada y guarda la ropa, la que dice una cosa y la contraria, y, sobre todo, la que dice y una vez es pillada en falta pretende hacer creer que esas palabras no han salido de su boca.Para bien o para mal, María Patiño se entrega en cada tema que trata. Tanto que hasta diría que se le eriza el pelo de la emoción. Ella es así, explosiva, visceral, pura emoción. Es como elegir entre una bailarina de academia o una bailaora racial. Ella es de las segundas, pero que no me malinterprete, que la periodista es de las que llega con los deberes hechos, se curra las informaciones, no improvisa.
La periodista en la 'Sálvame Fashion Week', demostrando su versatilidad ante las cámaras.
La 'vena inflamada' de María Patiño es una metáfora de la personalidad de la presentadora suplente de 'Sálvame Deluxe' y colaboradora del diario. Engancha precisamente por ella, porque da convicción a sus palabras, que a veces son sobre temas triviales pero cobran la dimensión de una información capital.María Patiño se ha convertido en un 'must' en cierta forma de hacer televisión y por eso ha crecido tanto profesionalmente en los últimos años. Hormiguita como la que más, seguirá dando que hablar no solo por lo que dice sino por el cómo. Y esa es su gracia, también.Mientras el público quiera, seguirá delante de las cámaras. Y si no fuera así, sabría reinventarse, porque herramientas y tablas no le faltan. Ya lo ha demostrado muchas veces.
María Patiño puede presumir de tipazo. Aquí la vemos en la playa, en todo su esplendor.