Fue el pasado 26 de abril cuando se confirmó que la historia de amor de Anna Ferrer e Iván Martín había llegado a su fin. Así lo han confirmaba la hija de Paz Padilla y su chico, días después de que SEMANA contara los detalles de una crisis que era insostenible, tal y como nos revelaba su entorno. Ahora ambos influencers siguen cada uno rumbos diferentes. Ya viven en casas separadas y han emprendido caminos diferentes. Recientemente ella se ha dejado ver en la Feria de Abril con su madre. Él, por su parte. sigue adelante con su labor como instagrammer.

En este camino que emprende en solitario se presenta muy alentador. Y ello, en parte, es gracias al trabajo que realiza con su psicóloga. "Creo que ahora sí soy honesto conmigo mismo, lo estoy intentando ser a otro nivel. Me gusto a mí mismo gracias a Laura, mi psicóloga, es la que está haciendo que reconecte conmigo mismo y que renazca", ha confesado en vídeos que ha subido en Stories y en los que ha respondido a las preguntas de sus fans.

"Yo no sabía entenderme a mí mismo"

"Estoy bien y por supuesto que voy a estar increíble porque hay que saber parar y entenderse y yo no sabía entenderme a mí mismo", ha explicado. En estos momentos, Iván no sabe cómo será su vida dentro de cinco años, pero está seguro de que va a "ser feliz" y que se va "a comer el mundo". En su chat con sus seguidores, al joven le ha llamado la atención "que dos chicas decían que tenían miedo de ir al psicólogo. Miedo, ¿miedo a qué?".

Es gracias a la terapia que "estoy empezando a entender cosas de mí mismo que no sabía que estaban allí". Iván cree que muchos de los problemas que tienen los hombres tiene que ver con valores o creencias erróneas: "Nos han educado en una sociedad que si llorabas o eras un poco sensible de niño se te llamaba maricón".

Paz Padilla Anna Ferrer feria abril

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"El problema es que no sabemos gestionar emociones porque no se nos ha educado en ello. Hay cosas que no entendemos y no sabemos expresarlas. Antes se decía que el que iba al psicólogo es el que estaba zumbado de la cabeza", continúa. Incluso cita como ejemplo el caso de "los deportistas de élite", que van al psicólogo para superar sus miedos y mejorar su concentración, su autoestima o su capacidad de superar las derrotas.

Iván Martín está tan satisfecho con la terapia que lo considera algo necesario para cualquiera: "Lo veo tan claro que no sé cómo no he ido antes. Hubiera entendido ese estrés y esa ansiedad y hubiera sido campeón de España, de Europa y del mundo".