El Colegio de Aparejadores y Arquitectos de Madrid ha rendido tributo a Antonio García, padre de Ana Obregón, arquitecto, empresario y promotor, entre otras cosas, de la urbanización La Moraleja.

Ana Obregón ha vivido un momento muy emotivo: el homenaje que le han hecho a su padre. Y es que quizás poco lo sepan, pero Antonio García Fernández, fallecido el pasado mes de septiembre a los 96 años, fue el constructor y promotor, entre otras cosas, de la exclusiva urbanización de La Moraleja, en Madrid, que concentra a un buen número de ciudadanos con mayor renta per cápita del país y que décadas atrás fue el primer gran refugio de los famosos que buscaban intimidad. Este miércoles, el Colegio de Aparejadores y Arquitectos de Madrid ha querido hacerle un tributo al empresario ante la presencia de su hija, quien ha compartido imágenes de este gran día en sus redes sociales.

Vídeo: Instagram

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"Ayer se celebró el tradicional concierto de Reyes del Colegio de aparejadores y arquitectos técnicos de Madrid en el auditorio nacional", arranca diciendo la actriz y presentadora en su perfil de Instagram. "Fue un concierto maravilloso y un acto muy emotivo recibir una placa conmemorativa del presidente para mi padre: “Por ser un incansable trabajador, perseverante que con 22 años terminó la carrera siendo el número uno de su promoción. Un ejemplo para nuestra profesión”.La jornada no solo sirvió para que la citada entidad homenajeara a su padre. Además, le han hecho entrega de una cantidad de dinero a favor de su fundación. Así lo explica la propia Ana: "También recibí una donación para la fundación de mi hijo “La fundacion Aless Lequio “ para investigar el cáncer de niños y jóvenes. En nombre de mi padre y mi hijo gracias infinitas de corazón por este homenaje que nos ha conmovido a todos sus hijos y nietos". Por último, concluye dedicando unas palabras a su progenitor y a su hijo: "Papá … Aless … seguro que dónde estáis recibisteis el cariño y el aplauso de tantas personas".

Ana Obregón, emocionada en el homenaje a su padre, Antonio García, "el número uno de su promoción"
GTRES

Antonio García, padre de Ana Obregón, tuvo una vida tan larga como intensa en lo personal y en los profesional. Durante la guerra civil, con tan solo 12 años, empezó a trabajar para llevar dinero a casa. Así, desde muy temprano se vio obligado a hacer todo tipo de tareas y oficios: desde limpiar pocilgas a ser el chico de los recados en una tienda. Todo ello no mermó sus ganas de salir adelante y progresar profesionalmente. Siendo adolescente compaginaba el trabajo que realizaba por el día con sus estudios, por la noche. Gracias a su esfuerzo y dedicación logró graduarse con honores como delineante proyectista. En este sector, su primer trabajo fue de calcador. Después trabajó como aparejador y finalmente se convirtió en arquitecto técnico.Cuando conoció a Ana María Obregón, madre de Ana, su vida dio un giro radical. Esta era hija del acaudalado empresario Juan Obregón, quien lo ayudó económicamente para emprender un negocio a medias, Jotsa, una inmobiliaria en la que ambos eran socios al 50% cada uno. Y les fue de maravilla. En 1969 tuvieron un enorme golpe de suerte: recibieron la propuesta de comprar el 95% de las acciones de Niesa, la empresa propietaria de los terrenos de lo que hoy es La Moraleja. esta, en la antigüedad, era una finca privada de 1.150 hectáreas propiedad de José Luis de Ussía y Cubas, uno de los mejores amigos de Juan de Borbón, padre del rey Juan Carlos I.

El padre de Ana Obregón, con un enorme olfato para los negocios, tuvo claro que con estos terrenos se le presentaba la mayor oportunidad de su vida. Por este motivo, se asoció con otras dos empresas para reunir la fortuna que haría posible levantar la exclusiva urbanización: 700 millones de pesetas de la época. "Teníamos muy claro que era la ubicación perfecta porque el desarrollo de la capital miraría al norte", declaró entonces el padre de Ana Obregón. A lo largo de su vida profesional, Antonio Obregón disfrutó del reconocimiento de los compañeros del sector.