Hace 35 años, Jesulín de Ubrique comenzaba a brillar como torero. En 1990, con tan solo 16 años, el diestro cumplió su sueño al adquirir una finca cerca de su localidad natal, Ubrique. Esta dehesa, bautizada como Ambiciones en honor al toro con el que debutó en los ruedos un año antes, cristalizó el esfuerzo de sus años dorados y marcó un nuevo capítulo para la familia Janeiro. ¿Quieres descubrir cómo es por dentro?
Comparable a iconos como El Lerele de Lola Flores, La Yerbabuena de Rocío Jurado o Cantora de Paquirri e Isabel Pantoja, Ambiciones es el emblema patrimonial de Jesulín y su clan. Con 300 hectáreas en el Parque Natural de Grazalema, la finca costó en su día 90 millones de pesetas (unos 550.000 euros actuales) y hoy está valorada en aproximadamente 5 millones de euros.
Una mansión de ensueño en Prado del Rey
No fue hasta 1995 cuando Jesulín y su familia se instalaron en la propiedad, ubicada en el municipio gaditano de Prado del Rey. Tras cinco años de reformas, el torero levantó una impresionante vivienda de 2.000 metros cuadrados, diseñada para aprovechar cada rincón.
La casa cuenta con diez habitaciones, una sala de trofeos donde Jesulín exhibe recuerdos de su carrera taurina y de su afición a la caza, una sala de juegos y un gimnasio. El estilo rústico predomina en su decoración, con muebles de madera en tonos castellanos que aportan calidez a las estancias.
La finca tuvo una web donde se mostraban detalles del interior
Además, la finca incluye una plaza de toros privada para entrenamientos, instalaciones para la cría de una ganadería de reses bravas y una capilla privada con grandes ventanales que inundan el espacio de luz. Por los terrenos de Ambiciones también pastan las reses bravas que cría el mayor de los Janeiro, consolidando su legado taurino.
En la web de Ambiciones se podía ver también la capilla de la propiedad
No es la residencia habitual de Jesulín
Pese a la creencia popular, Ambiciones dejó de ser la residencia principal de Jesulín hace años. La finca fue el hogar familiar hasta 2002, cuando el torero se casó con María José Campanario. Su padre, Humberto Janeiro, vivió allí hasta 2003, año en que se separó de Carmen Bazán.
Actualmente, Jesulín y María José residen con sus hijos en una vivienda unifamiliar en El Bosque, una localidad cercana. Allí también viven, en sus respectivos hogares, la matriarca Carmen Bazán y Víctor Janeiro junto a su esposa, Beatriz Trapote, y sus hijos.
Los Janeiro en Ambiciones
Un quebradero de cabeza constante
Símbolo de los tiempos más boyantes de su carrera, el mantenimiento de Ambiciones ha sido un desafío para Jesulín. En su juventud, el torero reconoció haber gastado sin reparos: “Para eso estoy delante de un toro; si me apetecía un coche, me lo compraba”, declaraba con la inexperiencia de la época.
Belén Esteban y Jesulín de Ubrique, en la finda Ambiciones.
Archivo SEMANA.
Sin embargo, la mala suerte en los negocios y la gestión poco acertada del patrimonio por parte de su padre, Humberto Janeiro, generaron pérdidas significativas. En 2012, 90 hectáreas de la finca (un tercio de la propiedad) fueron embargadas por deudas de Humberto con Hacienda, ascendientes a 251.000 euros, ya que él tenía el usufructo. La subasta, no obstante, quedó desierta. En 2014, rumores sobre una posible venta a ganaderos argentinos por 5 millones de euros fueron desmentidos por María José Campanario.
Para rentabilizar la finca, Jesulín exploró convertirla en un complejo para eventos de lujo, como bodas o celebraciones exclusivas. “Es un sueño hecho realidad, el fruto de mi esfuerzo. Quiero gestionarla personalmente para eventos exclusivos, que sea mi fuente de ingresos principal”, afirmó hace unos meses. Sin embargo, la pandemia paralizó estos planes, y el proyecto sigue en pausa.
Un lugar icónico en la crónica social
Ambiciones es un ícono de la crónica social española. En los 90, autocares llenos de fans se detenían en su entrada para fotografiarla, y la finca ha sido escenario de momentos clave, como los bautizos de los hijos de Jesulín: Andrea, Julia, Jesús Alejandro y el pequeño Hugo.
El torero pagó 90 millones de pesetas por la finca Ambiciones (Foto: Gtres)
Según la legislación española, los hijos tienen derecho a una herencia legítima equivalente a dos tercios del patrimonio del progenitor, dividido entre ellos. En el caso de Jesulín, Andrea Janeiro, fruto de su relación con Belén Esteban, tiene garantizada una parte de esta herencia, que incluye Ambiciones, salvo en casos extremos de indignidad, lo cual no aplica.
El legado de Ambiciones
A sus 35 años, Ambiciones sigue siendo la joya de la corona de Jesulín de Ubrique, un reflejo de su éxito como torero y un lugar cargado de historia familiar. Aunque ya no es su hogar, la finca permanece como un símbolo imborrable del clan Janeiro, con un futuro que aún puede sorprender.