En medio de toda la tormenta mediática sobre su supuesta crisis matrimonial, el príncipe Harry de Inglaterra y Meghan Markle han reaparecido juntos y además con sus dos hijos, Archie Harrison (4 años) y Lili Diana (2). Lo han hecho en una fecha muy simbólica, el pasado 4 de julio, el Día de la Independencia de Estados Unidos, es decir, para celebrar la independencia de Gran Bretaña, precisamente la tierra natal de Harry. Hace casi 250 años los americanos se libraron del 'yugo' de la Corona británica, los antepasados de Harry, tal y como él ha decidido volar lejos de la familia Windsor.
Los duques de Sussex abandonaron su ostracismo de los últimos tiempos para salir a la calle a conmemorar la emblemática fecha junto al resto de compatriotas. Cerca de su exclusivo domicilio, situado en Montecito (California), tuvo lugar una de los tradicionales desfiles que plagaron el país de arriba a abajo. Banderas USA, barras y estrellas, carrozas y vehículos multicolores, reafirmación del sentimiento nacional, fuegos artificiales... Todo estaba allí y, en medio, Harry como uno más. Y con una agradable novedad: en sus brazos llevaba a su hija menor, Lilibet, más conocida cariñosamente como Lili Diana, a quien hacía poco más de un año que no veíamos en público.
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La pequeña sí ha nacido en suelo estadounidense (el 4 de junio de 2021), de ahí que por aquellos lares se la conozca como la 'princesa americana'. Pero en estos dos años apenas han trascendido imágenes de su persona. De hecho, su nacimiento se comunicó dos días después de suceder y sin foto añadida. Nada que ver con su hermano mayor, Archie, cuya presentación ante el mundo se realizó en el castillo de Windsor, como si de un rey se tratara. Cuando la niña llegó, sus padres ya habían abandonado la primera línea de la realeza para vivir a su manera, renunciando a sus privilegios económicos, y por lo tanto ya no consideraban a su hija como un 'asunto oficial'.
![El príncipe Harry reaparece en plena tormenta con su hija Lili Diana](data:image/svg+xml,%3Csvg xmlns="http://www.w3.org/2000/svg" viewBox="0 0 819 1024"%3E%3C/svg%3E)
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La expectación y la incertidumbre de cómo sería la segunda hija de Harry y Meghan se resolvió en las siguientes navidades, con solo seis meses de edad, a través del 'christmas' de Harry y Meghan posando con sus retoños. No sería hasta cumplir su primer añito cuando volveríamos a saber de ella. Misan Harriman, un fotógrafo íntimo amigo de la pareja, compartió en sus redes sociales un par de fotografías de la niña y ahí acabó el misterio del todo. Lili Diana era una preciosidad y pelirroja como papá. Sin embargo, la racha se cortaría ahí. No ha habido más fotos... hasta ahora.
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Los fotógrafos locales han captado al príncipe Harry (con camisa, vaqueros, gorra de béisbol y gafas de sol) junto a su familia disfrutando entre la multitud de la fiesta nacional americana. Lili Diana, cargada a horcajadas por su padre, luce un coqueto vestidito de flores, medias caladas por debajo de la rodilla y unas merceditas rojas. Un estilo clásico y muy europeo. Comprobamos que tiene el pelo más largo, peinado con dos coletas y unas horquillas de lazo, y que sigue siendo pelirroja. Su nariz respingona es otra inequívoca herencia genética.
De momento se desvanece la supuesta crisis sentimental de Harry y Meghan, quienes llevaron a sus dos hijos a celebrar la fiesta más americana posible. Al día siguiente, por cierto, el padre del príncipe, el rey Carlos III, era coronado por segunda vez en una solemne ceremonia en Escocia. En esa ocasión, menos pomposa que la de Westminster, solo le acompañaron los príncipes de Gales, Guillermo y Kate. Pese a los reveses empresariales que están sufriendo (la ruptura de sus contratos con Spotify y la no renovación del podcast 'Archetypes' de la duquesa, entre otros), parece que su pequeña familia se mantiene fuerte y unida.