Si buceamos por las redes sociales nos encontramos a muchas influencers y famosas que prescinden del sujetador para los impecables y en, en ocasiones, atrevidos looks que lucen. Pero, ¿es bueno no llevarlo? ¿En qué ocasiones? Es habitual que sean las mujeres de poco pecho las que se sientan más cómodas a la hora de no utilizar sujetador en la calle. Hay que tener en cuenta que utilizar sujetador es beneficioso siempre. ¿Pero es imprescindible? Al parecer, si el pecho es pequeño no tendría porqué. Exceptuando determinadas actividades, claro está. Lo aclara la Dra. Pinilla, especialista en cirugía plástica. Kendall Jenner, Kate Moss o Jennifer Aniston son algunas de las celebrities que renuncian a menudo al uso del sujetador. Al  tener un pecho pequeño, se puede ir de vez en cuando sin él, aunque es imprescindible para  hacer deporte o realizar cualquier actividad.

¿Sí a la tendencia #freethenipple?

En general, llevarlo es importante, sobre todo en los momentos en los que se somete al

pecho a mayor impacto, como en deportes que impliquen saltos, aeróbicos, running,

etc. En situaciones normales hay que usarlo prácticamente siempre, en todas las

actividades que realicemos, aunque de vez en cuando (por ejemplo al llegar a casa) no

pasa nada por descansar, siempre que no sea un tiempo excesivo.

¿En caso de pecho pequeño también?

“En ese caso no pasa nada por liberarse. Si tienes un tamaño normal, unos 300-320

gramos, que es la media de las españolas, es mejor llevarlo, permanecerá más tiempo

en su sitio. Además, hay que tener en cuenta que incluso el pecho pequeño cambia

mucho y en poco tiempo de tamaño durante los embarazos y la lactancia, y en esos

momentos sí es esencial no abandonar el sujetador. En cambio en las mujeres con

pecho más grande es absolutamente necesario llevarlo para que no vaya

descendiendo”.

Y para dormir…

“Podemos prescindir, porque es mucho más cómodo y la mejoría que se experimentaría al utilizarlo no sería relevante”.

Una vez dicho esto, ¿cuál es el sujetador ideal? Te damos las claves. Lo mejor es uno que sujete, pero no oprima el pecho. En el caso de que lleve aros, lo mejor es que sean flexibles y blandos, pues los rígidos a veces se clavan, así como las varillas laterales, que también deben ser flexibles y estar bien colocadas. Elige un tamaño adecuado, que no sea pequeño para evitar ese problema, y que no sea demasiado grande porque dejaría de sujetar.

Esto en cuestiones generales. En el caso de que hayas retocado tu pecho, hay que tener en cuenta otros factores. Por ejemplo, si te has sometido a una reducción o mastopexia, es absolutamente necesario utilizar sujección, ya que si se han distendido los ligamentos de Cooper por el peso esa elasticidad está rebasada y no volverá el pecho a su sitio. Además, así conseguimos que el resultado se mantenga después de una cirugía. En el caso de un aumento de mama, aún es más relevante el uso del sujetador después del aumento, porque al clavarse el aro puede producir un desgaste en la cobertura del implante y acabar en un pliegue que lo rompa.