¿Podemos hacernos un tratamiento antiedad efectivo sin movernos de casa? Hoy en día tenemos a nuestra disposición gadgets y cosmética de última generación que lo consiguen. Desde Corea, la cuna de la cosmética actual, llega una técnica revolucionaria que consigue encapsular la tecnología del microneedling en un frasco. Sérums con microagujas que consiguen un lifting inmediato desde la comodidad del hogar y sin riesgos. Una experta nos habla de estos innovadores productos que están revolucionando el mercado.

Olvídate del bisturí

Atrás quedaron las sesiones de tratamientos de cabina, los pinchazos y el bisturí, la última bomba beauty son los sérums con microagujas que actúan en las capas más profundas de la piel consiguiendo un efecto lifting instantáneo sin necesidad de cirugía.

Lejos de ser una moda como el K-pop o los cafés más kawaii de Corea del Sur, los sérums con microagujas han llegado para revolucionar el sector beauty. Su tecnología de última generación incorpora pequeñas agujas para que los activos lleguen directamente a donde queremos, a las capas más profundas de la piel.

Karla Pires, farmacéutica y responsable de calidad de Planet Skin, explica que “el concepto de usar microagujas en un sérum es un avance increíble en el cuidado facial. Abre caminos para una mayor absorción de activos como la centella asiática, lo que significa resultados más rápidos y efectivos. Básicamente, este tipo de sérums convierten la rutina de skincare en un auténtico tratamiento de cabina, pero desde la comodidad de casa”.

microagujas

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¿Microagujas?

No hablamos de agujas metálicas ni de dispositivos invasivos. En este caso, las “microagujas” son en realidad espículas microscópicas derivadas de esponjas de agua dulce o minerales. Estas diminutas estructuras, invisibles a simple vista, se incorporan en sérums, parches o mascarillas y tienen una función muy concreta: crear microcanales en la capa más superficial de la piel (la epidermis) para facilitar la absorción de los principios activos.

Al aplicar el producto, estas microestructuras penetran suavemente en la piel, generando una leve sensación de cosquilleo o picor. No es doloroso, pero sí lo suficientemente perceptible como para que sepas que algo está ocurriendo. Lo que hacen es “engañar” a la piel, provocando una respuesta regenerativa: se activa la microcirculación, se acelera la renovación celular y se estimula la producción de colágeno y elastina. Todo esto, sin necesidad de agujas reales ni tiempo de recuperación.

¿El resultado? “Hidratación profunda, firmeza y un extra de luminosidad inmediata, además del efecto lifting que ejerce sobre la piel. Eso sí, sentirás un leve picor al aplicarlo, pero nada que no se pueda soportar. Es como un recordatorio de que el sérum está trabajando sobre la piel. Lo mejor de este tipo de tecnología es que combina la exfoliación suave con la penetración de nutrientes, ayudando a la piel a regenerarse y fortalecerse”, aclara la farmacéutica.

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Más sobre la cosmética con microagujas

Los beneficios de esta técnica cosmética son fantásticos y, cuando se incorpora de forma regular en la rutina beauty, los resultados son más que visibles. En primer lugar, mejora la textura cutánea, afinando poros y suavizando pequeñas irregularidades. También ayuda a reducir líneas finas de expresión gracias a la estimulación de colágeno y elastina, dos protagonistas esenciales en la firmeza y elasticidad de la piel. Además, al crear microcanales en la epidermis, los principios activos como la vitamina C, el ácido hialurónico o el retinol penetran mejor y trabajan con mayor eficacia. Otro punto a favor es su efecto exfoliante suave, que elimina células muertas sin necesidad de ácidos intensos, dejando el rostro más luminoso y uniforme. Una maravilla.

Ahora bien, es importante aclarar que la cosmética con microagujas no es lo mismo que el microneedling profesional que se realiza en clínicas. Este último emplea dispositivos como el dermapen o el dermaroller, con agujas reales que pueden llegar hasta la dermis. Por eso se utiliza para tratar cuestiones más profundas como cicatrices de acné, arrugas marcadas o flacidez, y siempre requiere supervisión profesional. En cambio, los productos cosméticos con microagujas actúan solo en la superficie de la piel, lo que los hace más suaves, seguros y aptos para el uso doméstico.

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A tener en cuenta

Como todo en cosmética, el uso de cosmética con microagujas también tiene sus contraindicaciones. No se recomienda aplicarlo sobre piel irritada, sensible o con brotes activos de acné, ni en casos de rosácea o dermatitis. Tampoco conviene utilizarlo inmediatamente después de procedimientos agresivos como peelings químicos o tratamientos láser. Si estás embarazada o en periodo de lactancia, lo mejor es consultar antes con un dermatólogo. Y un detalle no menor: muchas espículas provienen de animales marinos, por lo que no todos estos productos son aptos para quienes siguen una filosofía vegana.

Seamos realistas. No es una solución milagrosa ni sustituye a un tratamiento médico, pero sí puede convertirse en un gran aliado para quienes buscan potenciar los efectos de su rutina facial sin recurrir a intervenciones más invasivas. Piel más luminosa, mejor textura y una sensación inmediata de “algo está pasando” sin necesidad de visitas a la clínica: en la era del autocuidado consciente, no suena nada mal.