Péptidos, centella asiática, cafeína, probióticos… no son solo activos increíbles para incluir en tu rutina facial, también lo son para cuidar el cabello. Dos farmacéuticas nos cuentan todo lo que necesitas saber sobre los activos de skincare que ya se han hecho virales en el universo capilar.

Del rostro al cabello

Cada vez entendemos mejor que el cabello no es un accesorio, es una extensión viva del bienestar cutáneo. Y lo que funciona para fortalecer, regenerar o desinflamar la piel… también tiene mucho que decir sobre el crecimiento, la resistencia o el volumen capilar.

“Lo que ha funcionado en la piel, tiene todo el sentido del mundo trasladarlo al cuero cabelludo, que al fin y al cabo es una extensión de esta. Cuando cuidamos bien esta base, el cabello se transforma”, asegura Helena Rodero, farmacéutica experta en cabello para Planet Skin.

La tendencia no ha nacido por casualidad. “Cada vez hay más consciencia sobre la salud del cuero cabelludo. Antes solo hablábamos de puntas abiertas, pero ahora entendemos que un pelo bonito nace desde la raíz. Por eso, los tratamientos capilares se han especializado tanto”, explica Karla Pires, farmacéutica y responsable de calidad en Planet Skin.

melena

Freepik

Péptidos y CICA (centella asiática)

Los péptidos han sido todo un boom en cosmética y ahora se incorporan en sueros capilares para estimular la producción de queratina, reparar la fibra dañada y fortalecer desde la raíz. Los péptidos son pequeñas cadenas de aminoácidos que estimulan la producción de colágeno y refuerzan la estructura de la piel, sí, también la del cuero cabelludo. “El uso de péptidos en el cabello ayuda a fortalecer el folículo, estimular el crecimiento y mejorar la resistencia de la fibra capilar. Es como aplicar un sérum antiedad en la raíz del pelo”, afirma la farmacéutica Helena Rodero.

Por su parte la CICA (centella asiática) se ha utilizado desde hace años para calmar la piel y ayudar a su regeneración. La CICA e está convirtiendo en el must para cueros cabelludos sensibles, con picor, inflamación o tendencia al desequilibrio. ¿El resultado? Un cuero cabelludo más sano y menos reactivo. “La centella asiática es ideal para calmar inflamaciones, rojeces y equilibrar una barrera cutánea alterada. En el cuero cabelludo, regula el sebo, previene la descamación y favorece un entorno más sano para el crecimiento capilar”, apunta la farmacéutica Karla Pires.

melena

Freepik

Cafeína

En el rostro, la cafeína combate bolsas y activa la circulación, se vuelve un activo estrella para estimular el flujo sanguíneo capilar, mejorar el aporte de nutrientes al bulbo y fortalecer el crecimiento. “Tiene un efecto vasodilatador que activa la microcirculación sanguínea en el cuero cabelludo, favoreciendo la oxigenación y el aporte de nutrientes”, aclara Helena Rodero.

La cafeína en cosmética capilar no está puesta “por moda”: es un activo funcional con evidencia detrás. Su principal virtud es la de estimular la microcirculación sanguínea en el cuero cabelludo, mejorando así el aporte de nutrientes y oxígeno a los folículos pilosos. Más sangre, más alimento, más crecimiento. Así de directo.

Además, estudios han demostrado que la cafeína puede contrarrestar los efectos de la DHT (dihidrotestosterona), una hormona que debilita el folículo y está relacionada con ciertos tipos de caída capilar. Es decir: la cafeína ayuda a proteger la raíz frente al estrés hormonal, permitiendo que el cabello crezca más fuerte y permanezca más tiempo en fase de crecimiento.

Y no solo eso: cuando se formula en concentraciones adecuadas, también tiene efecto antioxidante, combate los radicales libres que dañan la fibra capilar, y mejora la apariencia del cabello al aportar energía celular. ¿Alguien da más?

melena

Freepik

Probióticos

Porque cada vez entendemos mejor que el cuero cabelludo tiene su propio microbioma, igual que la piel del rostro. Ese ecosistema de microorganismos buenos —si está en equilibrio— es clave para tener un cabello sano, fuerte y con crecimiento optimizado. Y ahí es donde los probióticos entran en juego con elegancia molecular.  “Cuando se altera el microbioma, pueden aparecer caspa, picores, exceso de grasa o caída”, advierte Helena Rodero.

Incorporados en champús, mascarillas y tónicos capilares, los probióticos ayudan a reducir la inflamación, calmar el picor, controlar el exceso de grasa y fortalecer la barrera cutánea. Además, ciertos derivados probióticos —como el lactobacillus o la bifida ferment lysate— mejoran la respuesta inmunológica local del cuero cabelludo, haciendo que se vuelva menos reactivo y más resiliente frente a agresiones externas como la polución o el exceso de lavado.

¿Resultado? Un cabello que crece en un entorno más saludable, con menos caídas estacionales, menos frizz reactivo y más brillo natural. Porque cuando el cuero cabelludo está feliz, todo lo que nace de él lo refleja.

“Estamos en un momento de revolución cosmética en el ámbito capilar. Lo que antes reservábamos para el rostro ahora lo aplicamos con criterio y ciencia en el cabello. Y los resultados son visibles: melenas más sanas, cueros cabelludos más equilibrados y rutinas más sensoriales”, resume la farmacéutica Helena Rodero.