¿Es bueno lavarse el pelo todos los días? ¿Puedo espaciar mis lavados? Todavía son muchas las dudas que despierta la higiene capilar. Un experto en cabello responde a todas estas preguntas frecuentes.
La frecuencia ideal de lavado
Es una de las preguntas que más se repiten en las peluquerías. ¿Cada cuánto tiempo se recomienda lavar el pelo? No hay una respuesta universal, todo depende de varios factores.
¿Qué factores, como el tipo de cabello o el clima, influyen en la frecuencia ideal de lavado? Carlos Oliveras Segarra, colaborador de La Mota y director del Salón OLIVERAS Hair Spa en Madrid y de los dos salones LUX Organic en Barcelona, explica a SEMANA que: “la frecuencia ideal de lavado no es universal; depende de varios factores clave que afectan directamente la salud del cuero cabelludo y el aspecto del cabello. El primero es el tipo de cabello. Un cabello fino y lacio tiende a acumular grasa más rápidamente, por lo que puede requerir lavados más frecuentes (cada 1-2 días). En cambio, los cabellos rizados, gruesos o secos retienen mejor el sebo natural, por lo que pueden espaciarse los lavados sin perder su equilibrio (2-3 veces por semana o incluso menos)”.
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El experto expone que el clima también juega un papel esencial. En ambientes húmedos o cálidos, el sudor y la producción de grasa pueden aumentar, lo que invita a lavar con más frecuencia para mantener la frescura y evitar la obstrucción del folículo piloso. Por el contrario, en climas fríos y secos, el cuero cabelludo puede volverse más sensible y resecarse con facilidad, lo que aconseja espaciar los lavados y optar por fórmulas más nutritivas.
Además, es importante tener en cuenta el estado del cuero cabelludo (graso, seco, con tendencia a la caspa o con sensibilidad), los hábitos de vida (actividad física, uso de casco, exposición a la polución) y, por supuesto, los productos utilizados. “Elegir un champú adecuado y no agresivo, que respete el microbioma cutáneo, permite lavar el cabello cuando se necesite, sin alterar su equilibrio natural. En definitiva, no se trata de lavar más o menos, sino de escuchar lo que el cabello y el cuero cabelludo necesitan en cada momento y adaptar la rutina a esos cambios”, asegura Oliveras.
El champú importa
Otra de las dudas que surgen a la hora de lavar el cabello es el tipo de champú para hacerlo correctamente, limpiar el pelo y cuidar el cuero cabelludo.
¿Qué tipo de productos son más adecuados para quienes lavan su cabello a diario? “Lavar el cabello a diario no tiene por qué ser perjudicial, siempre que utilices productos formulados específicamente para respetar el equilibrio natural del cuero cabelludo y la fibra capilar. La clave está en elegir fórmulas suaves, con activos naturales que limpien sin arrastrar los aceites esenciales que protegen el cabello”.
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Los champús más adecuados para un uso frecuente, afirma el experto, son los de pH equilibrado, sin sulfatos agresivos ni siliconas pesadas. Optar por productos que contengan algas marinas, aceites vegetales ligeros, extractos botánicos o proteínas hidrolizadas es ideal para mantener el cabello limpio, hidratado y saludable. Estos ingredientes no solo cuidan, sino que además protegen frente a los factores externos como la contaminación o el sol, que pueden agredir la melena en el día a día.
Es recomendable, según Oliveras, acompañar la rutina con acondicionadores ligeros o tratamientos sin aclarado, que aporten nutrición sin apelmazar. “Un buen ejemplo son los tónicos capilares o sprays multifunción que acondicionan, regulan la porosidad y actúan como escudo protector ante el calor y la humedad. En definitiva, si lavas tu cabello a diario, tu mejor aliado será una rutina respetuosa, rica en ingredientes de origen marino o vegetal, que mantenga tu melena equilibrada, fresca y llena de vida”.
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El champú seco, ¿aliado?
Se han popularizado mucho los champús secos en ls últimos años. Son una buenísima opción para refrescar el cabello sin tener que lavarlo por lo que para un día de prisas es perfecto.
“El champú en seco puede ser un gran aliado en ciertos momentos, pero no debe sustituir el lavado tradicional de forma permanente. Es ideal para espaciar lavados, refrescar el cabello entre sesiones de peluquería o dar volumen cuando falta cuerpo en la raíz. Sin embargo, es importante entender que su función es más cosmética que limpiadora”, aclara Oliveras.
El cuero cabelludo también necesita respirar, eliminar residuos y equilibrar su microbiota, señala Carlos, algo que solo se consigue con una higiene adecuada con agua y productos específicos. Si abusamos del champú en seco, podemos alterar el equilibrio natural del cuero cabelludo, obstruir los poros y favorecer la aparición de caspa o sensibilidad.
“Es un recurso útil, especialmente en situaciones puntuales, pero no sustituye a una limpieza real. La clave está en encontrar una rutina capilar equilibrada y personalizada, que respete las necesidades de cada tipo de cabello y cuero cabelludo”, apunta el experto.