Durante el verano, el cabello se enfrenta a una auténtica prueba de resistencia. El sol, el cloro, la sal del mar y la humedad ambiental actúan como agresores constantes que alteran la estructura capilar, deshidratan la fibra y apagan el brillo natural. En este contexto, un gesto tan sencillo como ajustar la temperatura del agua al lavar el pelo puede marcar una diferencia real en su salud y apariencia.

Cómo lavar el cabello en verano

El agua caliente puede empeorar la sequedad del cabello, especialmente en verano. ¿Cómo podemos lavar nuestro pelo para que no sufra de más? “Para lavar el cabello en verano, utiliza agua tibia o fría para cerrar la cutícula y mantener el brillo natural. Además, el agua fría estimula la circulación en el cuero cabelludo, promoviendo un cabello más fuerte”, explica Gema Casas, directora del salón Gema Casas Peluquería Orgánica, en Madrid.

Según la experta capilar, el agua caliente abre la cutícula del cabello, lo que facilita la pérdida de hidratación y hace que la melena se vuelva más porosa, áspera y opaca. En cambio, el agua tibia o fría ayuda a cerrar esa cutícula, sellando la fibra capilar y preservando su luminosidad. Además, el agua fría estimula la circulación del cuero cabelludo, favoreciendo el crecimiento y mejorando también el equilibrio de las raíces. Es un truco sencillo, económico y eficaz que puede incorporarse fácilmente a la rutina diaria.

Más allá del brillo, lavar el pelo con agua fría también reduce el encrespamiento, mejora la textura y prolonga la duración del color en cabellos teñidos. En verano, cuando el cabello está más expuesto y vulnerable, este gesto se convierte en una herramienta de cuidado esencial. No se trata de ducharse con agua helada, sino de terminar el lavado con un último aclarado frío que ayude a sellar la cutícula y devolverle al cabello su aspecto sano y luminoso. En verano no tendría que suponer ningún problema.

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Cuidados básicos veraniegos

Además de lavar el cabello con agua tibia o fría, hay más gestos que pueden marcar la diferencia y dejar nuestro pelo de cine. Uno de los más importantes es hidratar en profundidad. El sol y el agua salada deshidratan la fibra capilar, por lo que conviene sustituir el acondicionador por una mascarilla nutritiva al menos tres veces por semana. Las fórmulas con keratina, aceite de coco o manteca de karité ayudan a restaurar el equilibrio y a prevenir la rotura. También es recomendable aplicar aceites capilares en medios y puntas antes de ir a la playa o la piscina, para crear una barrera protectora que evite que el cabello absorba cloro o sal.

Otro gesto clave es proteger el cabello del sol, igual que hacemos con la piel. Existen protectores solares capilares en spray o crema que se aplican antes de salir de casa y que ayudan a evitar la oxidación, el encrespamiento y la pérdida de color. Si llevas cabello teñido, esta protección es aún más importante para evitar que el tono se degrade o se vuelva opaco. Complementa esta protección usando sombreros, pañuelos o gorras que refuerzan la defensa frente a los rayos UV.

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Además, conviene reducir el uso de herramientas de calor. El secador, la plancha o el rizador pueden agravar la deshidratación, especialmente si se usan con frecuencia. El verano es el momento perfecto para dejar que el pelo se seque al aire, potenciar su textura natural y apostar por peinados relajados como trenzas, moños o coletas suaves. Si usas herramientas térmicas, es imprescindible que apliques un protector específico para evitar daños.

Por último, no hay que olvidar el gesto más sencillo y eficaz: cortar las puntas al inicio del verano. Sanear la melena antes de exponerla al sol y al agua ayuda a prevenir que se abran, se resequen o se quiebren. No hace falta un cambio de look radical: basta con eliminar unos centímetros para fortalecer el cabello y facilitar su recuperación al final de la temporada.

Con estos productos específicos podrás presumir de melena esta temporada:

hop

Hop Sun Care Restorative Shampoo de Montibello (19,30€ / 300ml)

Este tratamiento es tu primer auxilio capilar tras la playa o la piscina. Limpia en profundidad, eliminando restos de sal, cloro y arena sin agredir la fibra. Su fórmula reparadora trabaja desde el primer lavado, devolviendo al cabello su hidratación natural, suavidad y brillo. Nutrición instantánea, textura sedosa y protección del color frente a los efectos del sol y el agua. Además, neutraliza los reflejos verdosos en cabellos teñidos o rubios. ¿Alguien da más?

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After-Sun Treatment de Alfaparf Milano Professional (c.p.v.)

Es un tratamiento reparador instantáneo para el cabello estresado por factores como el sol, el cloro y la sal. Lo que hace es desenredar, nutrir y contrarrestar el daño causado por la exposición al sol prolongada. Se aplica después del champú de medios a puntas y se deja actuar durante cinco minutos. Masajearíamos y aclararíamos (con agua tibia o fría). ¿Resultado? Pelo más suave, suelto y sedoso.

Teknia

Full Defense Serum de Teknia (22,30€ / 100ml)

Este sérum reparador para puntas dañadas es una fórmula vegana diseñada para fortalecer, hidratar y devolver el brillo natural al cabello. Enriquecido con aceite orgánico de Abisinia —rico en Omega 3 y 6—, aumenta la elasticidad y el efecto acondicionador. Su textura ligera permite aplicar 1-3 gotas sobre el cabello húmedo o seco, sin necesidad de aclarado. Su experiencia olfativa combina lavanda fresca con notas florales de rosa y geranio.