Uno de nuestros planes predilectos con la llegada oficial del verano es pasar el día tumbada en la playa, sin más preocupaciones que disfrutar del calor y la frescura del mar. Eso sí, además de proteger nuestra piel (algo con lo que estamos un poco más concienciadas), también tenemos que prestar especial atención a nuestro pelo.
Sin los cuidados adecuados puede desembocar en un cabello seco, encrespado, apagado e incluso con las puntas visiblemente dañadas. Por eso, cuidarlo después de la playa no es solo una cuestión estética, sino que es algo imprescindible si queremos mantenerlo sano y brillante.
“El sol debilita la fibra capilar y puede decolorar el color, tanto natural como teñido. La sal del mar deshidrata y el viento enreda, provocando sequedad, fragilidad y puntas abiertas”, explica Ana de Miguel, fundadora de Conscious Botanist. Saca papel y lápiz, que te contamos todo lo que necesitas saber.
Una rutina sencilla pero efectiva
Lo primero que debemos hacer después de volver de un día de playa, es lavarnos bien el pelo para eliminar cualquier resto de sal, arena, protector solar o sudor del cuero cabelludo y la fibra capilar. “Lo ideal sería aclarar con agua dulce el cabello nada más salir del agua – sobre todo si es de la piscina, por el cloro. Sabemos que esto no es siempre posible en la playa, por lo que, al llegar a casa, lo primero es enjuagar el cabello con agua dulce abundante para eliminar los residuos de sal y arena”, afirma la experta.
El pelo puede parecer encrespado y sin vida si no lo cuidamos correctamente.
@saracarbonero
En cuanto al champú que utilicemos, este tiene que ser suave pero eficaz, preferiblemente con ingredientes muy hidratantes como el aloe vera, la glicerina o el ácido hialurónico. “Después, lavar con un champú natural suave y sin sulfatos, aplicar siempre después un acondicionador sin siliconas para desenredar con suavidad y comenzar a restaurar la hidratación. Finalmente, aplicar unas gotas de aceite en las puntas para nutrir y sellar la hidratación”, continúa.
Ana también nos deja un truco perfecto para poder minimizar los daños. “Para disfrutar del sol y el mar sin preocupaciones, tenemos un truco esencial: antes de ir a la playa, aplicar nuestro acondicionador o unas gotas de nuestro aceite capilar sobre el cabello sin aclarar. Esto crea una barrera protectora que ayuda a sellar la cutícula, minimiza la deshidratación del sol y la sal, y previene enredos”, remata.
Hidratación intensiva: mascarilla sí o sí
Como bien te hemos comentado, la hidratación es algo fundamental para poder renovar nuestra melena después de un día de plata. Aquí es donde entran en juego las mascarillas, que suele estar formuladas con ingredientes muy nutritivos, perfectos para reparar la fibra capilar desde dentro y devolver un aspecto sano.
Es fundamental aplicar una mascarilla de forma regular para hidratar el pelo.
@anaboyer
“Buscar ingredientes hidratantes y reparadores como el ácido hialurónico, aceites naturales como el de jojoba, ricino, argán, higo chumbo, manteca de karité y proteínas de arroz. Estos ayudarán a nutrir, fortalecer y recuperar la suavidad al cabello”, confirma la fundadora de Conscious Botanist. El truco está en aplicarla con el pelo ligeramente húmedo, retirando el exceso de agua con una toalla, y dejarla actuar el mayor tiempo posible.
También es un buen momento para incorporar fórmulas con queratina, colágeno o aminoácidos, que refuercen la estructura del cabello y lo dejen más elástico, brillante y resistente. Para aquellas que noten que su pelo está especialmente castigado, pueden usar la mascarilla cada vez que vuelvas de la playa. La clave del éxito es conocer lo que necesita tu melena en cada momento y adaptarte a ella.
¿Cada cuánto hay que lavarse el pelo?
Una de las preguntas que más nos repetimos en este terreno es, ¿cuántas veces me tengo que lavar el pelo? Todo dependerá del tipo de cabello y las condiciones en las que se encuentre. En el caso de que vayas todos los días a la playa, Ana lo tiene claro: “Si vas a la playa a diario, puedes lavar tu cabello todos los días si es necesario, pero siempre usando un champú suave y sin sulfatos para evitar resecarlo”.
Lo recomendable es lavar tu pelo cada vez que vuelvas de la playa.
@malenacosta7
Con ello eliminamos el mito de que es malo lavarse el pelo a diario, pero sí que es fundamental hacerlo con productos que sean respetuosos con nuestro cabello. Si no te mojas el pelo o solo estás unas horas bajo el sol, puedes espaciar los lavados y usar productos en seco o refrescantes como aguas termales capilares para mantenerlo fresco. Eso sí, “es crucial complementar con un acondicionador para mantener la hidratación y proteger el cabello de las roturas”, finaliza la experta.
En el caso de que quieras ir un paso más allá, para potenciar aún más tu salud capilar. Puedes incorporar tratamientos semanales como los prelavados con aceites vegetales, los sérums nocturnos o incluso exfoliaciones capilares para revitalizar el cuero cabelludo.
El arte de desenredar sin romper
Muchas tenemos la manía de cepillarnos el pelo nada más salir del agua, y esto puede ser algo fatal. Tenemos que tener en cuenta que el cabello mojado es más vulnerable a la rotura, y aún más si está saturado de sal o ha estado al viento. Por ello, después de la ducha, conviene desenredar con mucha delicadeza.
Lo mejor es utilizar un peine de púas anchas o un cepillo específico para desenredar en mojado, comenzando siempre por las puntas y subiendo poco a poco hacia la raíz. En cuanto al secado, quítate esa manía de frotar el pelo con la toalla, ya que esto favorece la rotura: lo mejor es presionar suavemente para retirar la humedad y envolverlo sin apretar.
Como remate final a esta rutina, puedes añadir un buen spray acondicionador sin aclarado, el cual ayuda a facilitar el desenredado, aportando una dosis extra de nutrición (que nunca viene mal), contralando el frizz y dejando el cabello mucho más suelto y manejable. Recuerda que el sol, el agua del mar y el viento no tienen por qué ser enemigos de tu melena si sabes cómo actuar.