Una de las zonas más controvertidas del rostro, y que suele crear muchas preocupaciones e inseguridad, es sin duda la papada. Esta muchas vecesaparece de forma silenciosa, sin previo aviso y sin una causa concreta que la justifique del todo. Normalmente la asociamos con la edad o el sobrepeso, pero la realidad es que también influyen otras causas como la genética, la estructura ósea del rostro, las hormonas o incluso la postura.
“La aparición de la papada, también conocida como doble mentón, es un fenómeno estético que puede afectar a personas de todas las edades y complexiones. Aunque comúnmente se asocia con el sobrepeso, existen diferentes factores. Por ejemplo, la predisposición genética juega un papel fundamental”, nos confirma Montserrat Quirós, directora de la clínica Montserrat Quirós en Madrid.
Con el tiempo es una de las zonas que más pierde definición, buscando soluciones que nos permitan devolver la frescura y firmeza a nuestro rostro. En la actualidad hay múltiples herramientas que nos permiten abordarla de forma eficaz, y mucho menos invasivas, combinando distintos métodos según las necesidades y expectativas de cada persona.
La cosmética específica: el primer paso para reafirmar la piel del cuello
Cuando se trata de combatir la papada, muchas personas subestiman el poder de la buena cosmética. El uso constante de productos formulados para tensar, drenar y reafirmar la piel de cuello y mentón puede ofrecer una mejora significativa con el tiempo, siempre y cuando seamos constantes.
Un ejemplo claro, son los sérums con péptidos tensores, cafeína y extractos botánicos como la centella asiática, los cuales ayudan a activar la microcirculación y mejorar la elasticidad de la piel, mientras que el ácido hialurónico retiene la hidratación en las capas profundas y contribuye a un aspecto más firme y liso.
Los productos con efecto tensor y reafirmantes pueden ser claves en la eliminación de la papada,
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“Hidratar y cuida la piel es siempre importante. Yo recomiendo aplicar cremas con ácido hialurónico, principios activos reafirmantes y exfoliarla regularmente. No podemos olvidar que la piel es un órgano y todo lo que aplicamos sobre ella penetra y realiza su función dentro de nuestro organismo. Por ello, debemos de ser muy responsables al ponernos los productos y evaluar cual es el efecto que queremos conseguir en la zona”, comenta la experta.
A la hora de utilizarlos, lo mejor es hacerlo realizando masajes ascendentes y lentos desde el escote hasta la mandíbula, evitando movimientos bruscos y extendiendo el producto con herramientas como gua sha o rodillos de cuarzo que estimulan los músculos y ayudan a drenar líquidos. Es cierto que no vas a notar cambios inmediatos, pero si una diferencia real a largo plazo.
Ejercitar el cuello: la gimnasia facial como hábito de belleza
Al igual que tonificamos zonas del cuerpo como brazos o abdomen, también es posible entrenar el rostro y el cuello para fortalecer los músculos que sostienen la piel y mejorar su firmeza. El platisma es el músculo que va desde la mandíbula hasta la clavícula y que suele estar muy poco trabajado, por lo que es uno de los primeros en descolgarse con el paso del tiempo.
Es posible mejor la firmeza de esta zona con ejercicios faciales.
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Poco a poco se han ido poniendo en valor los ejercicios faciales específicos para esta zona. Entre los más eficaces está el de levantar el mentón hacia el techo con la boca cerrada, realizar movimientos amplios con las vocales para activar toda la musculatura facial, o empujar la lengua contra el paladar durante algunos segundos son algunos de los más habituales (y efectivos). Y no puedes poner como excusa la falta de tiempo, ya que solamente te llevará realizarlos 5 o 10 minutos de tu tiempo todos los días.
Tratamientos estéticos: tecnología avanzada al servicio del contorno facial
En cambio, si esto ya se ha convertido en una gran preocupación, y no puedes espetar tanto tiempo, siempre hay opciones a corto plazo disponibles para ti.Una de los más populares es la radiofrecuencia facial, que estimula la producción de colágeno al calentar las capas profundas de la piel, logrando un efecto tensor sin dañar la superficie.
“En la actualidad contamos con aparatología especifica, como son los ultrasonidos focalizados, el coctel lipolítico que infiltramos para reducir la grasa localizada de la zona y radiofrecuencia fraccionada que va de dentro hacia fuera para reafirmar y tonificar la zona”, declara Montserrat.
Hay tratamientos y técnicas que permiten eliminar la papada en un plazo más corto.
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Por otro lado, la mesoterapia con sustancias lipolíticas y drenantes permite disolver pequeñas acumulaciones de grasa de manera localizada, mientras que las inyecciones de ácido deoxicólico eliminan de forma definitiva los adipocitos que forman la papada, con resultados que mejoran progresivamente tras varias sesiones.
“En el caso de mesoterapia o tratamientos infiltrados lipolíticos son ideales para personas que desean reducir la grasa localizada en la papada y no presentan flacidez. Siempre es aconsejable en mi opinión combinarlos con técnicas posteriores de drenaje que ayuden a eliminar la grasa”, añade.
“En cuanto a la liposucción de papada, es adecuada para personas que presentan acumulación de grasa debajo del mentón o zona de cuello. No es adecuada para personas con flacidez o exceso de piel, ya que solo eliminar la grasa podría hacer más evidente la perdida de firmeza”, remata. Lo que hay que tener claro es que todos estos procedimientos son efectivos, siempre y cuando mantengamos el peso y realicemos posteriormente los cuidados adecuados.
Pequeños gestos que marcan la diferencia: hábitos y cuidados diarios
Muchas veces subestimamos el poder de los gestos cotidianos, los cuales pueden influir significativamente en este caso. Lo más destacable es la postura corporal, la hidratación, el sueño y la alimentación. “El error que apreciamos actualmente es la posición constante a la que se ve sometido el cuello y que acelera la aparición de la papada, conocida como tech neck. Esta postura implica inclinar repetidamente la cabeza hacia abajo para mirar pantallas de móviles, tabletas, ordenadores…. Este hábito genera tensión constante en los músculos del cuello”, confirma.
Del mismo modo, beber al menos dos litros de agua al día, evitar el exceso de sal y azúcares, dormir al menos siete horas y mantener una dieta rica en antioxidantes, proteínas y grasas saludables es fundamental para conservar la elasticidad de la piel, tanto en esta zona como a nivel general. A esto se le suma la importancia de una buena protección solar, ya que es la principal causa del envejecimiento cutáneo.