Anabel Alonso lleva años conquistando al público con su ingenio y su estilo propio. La actriz tiene su propia filosofía de vida, también de rutinas de belleza. Ha manifestado en multitud de ocasiones que la autoaceptación, el humor y la perseverancia son los tres pilares que sostienen su existencia.

A lo largo de sus apariciones televisivas, y concretamente de un tiempo a esta parte, Anabel Alonso ha reflexionado acerca del paso del tiempo y de los papeles a los que llega una mujer cuando entra ya a cierta edad.

Anabel Alonso

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Mi carrera no se ha basado en la belleza o en ser la chica de la película. Ese tipo de perfiles sí entran en una especie de tierra de nadie a partir de los 40”, contó en una entrevista en ‘Mujeres a seguir’. “Eso a los hombres no les pasa. Pueden tener 50, estar calvos, gordos, da igual. Y mientras tú no sabes si retocarte o no retocarte, porque si te arrugas mal y si no te arrugas, peor. En ese sentido reconozco que he tenido suerte”, hacía hincapié.

Ahora tengo 60, pero dependiendo de cómo me pongas, aparento más o menos. Estoy en un limbo espacio-temporal en el que me he mantenido desde el 93 hasta ahora. También influye el tipo de personajes que he interpretado. Siempre he hecho papeles de eso que antes se llamaba ‘actriz de carácter’”, añade en la misma entrevista.

Anabel Alonso recalcaba así que los cánones estéticos pueden convertir a muchas mujeres en invisible a cierta edad. A menos que se imponga otra narrativa. De hecho, subrayaba que el baremos de belleza entre un hombre y una mujer en cine o televisión estaba aún “muy desequilibrado”.

En la carrera de la protagonista de ‘7 vidas’ ha primado el talento antes que su atractivo físico. Además, su edad nunca ha sido un freno, más bien lo contrario, un reto. Anabel Alonso se centra en el trabajo interior, la naturalidad y la autenticidad. De hecho, sabe encajar muy bien las críticas negativas. En 2017, un usuario de Twitter atacó con crueldad su look en una alfombra roja y ella no dudó en responder. “Te puede gustar o no cómo voy vestida… pero ser faltona y maleducada está de más”, decía.

"Intento comer bien"

Anabel Alonso en los Goya

Anabel Alonso en los Goya

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Anabel Alonso opta por cuidarse, pero sin obsesionarse. Especialmente en Navidad. Así lo reconoció en una entrevista en ‘Hola’. “No soy muy de ‘detox’… simplemente intento comer bien. Evitar fritos, reducir cantidades, dejar los dulces aparcados por un tiempito… tomar fruta de postre”, reconocía. Unos hábitos con los que no solo cuida su figura, también la piel. Entre sus recetas favoritas, se encuentra la crema de verduras a la que le da un toque de queso cremoso light y mostaza verde.

Para la actriz, la belleza pasa también por vencer la adversidad laboral. Comenzó en teatro y en televisión y reconoce que es actriz por vocación, pero con eso sabe a ciencia cierta que “no consigues nada”. Para la actriz es fundamental “mucho trabajo, tesón, esfuerzo y empeño”. Sobre el autocuidado del cuerpo y cuero cabelludo, Anabel Alonso es firme defensora del minimalista y sentido común. En este sentido, se encuentra el hecho de “comer bien” y “evitar excesos”.

La experiencia de ser madre primeriza a los 55 años

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Anabel Alonso dio la bienvenida a su hijo en común con su pareja, la argentina Heidi Steinhardt, en mayo de 2020. Se convirtió en madre primeriza a los 55 años y ha hablado abiertamente de ello en multitud de ocasiones. “Nunca vas a ser el mejor padre, ni la mejor madre, vas a ser el mejor padre y madre que tú puedas ser. Yo es lo que intento, pero tampoco quiero comerme el tarro y fustigarme. Siempre vas a meter la pata en algo”, reflexionó. 

La maternidad le ayuda a no desesperarse, a relativizar sus éxitos y pequeños fracasos y a entender que un progenitor es humano y puede equivocarse y no por ello debe castigarse uno mismo si en su intención está velar por que su hijo no le falte de nada y tenga lo mejor que ella y su pareja le pueden ofrecer.

La actriz admitió que le gustaría volver a ser madre, pero desechó la idea por su edad. Considera que la llegada de su pequeño ha sido uno de los mejores regalos que le ha dado la vida. "No sé si a ti te pasa, pero yo me tengo que pellizcar. Le miro y no me lo creo", decía al hablar del bebé nada más nacer.