Este lunes, 7 de julio, Ana Duato e Imanol Arias se han convertido en dos de los grandes protagonistas de la actualidad. Después de que por el caso Nummaria la Fiscalía pidiera varios años de cárcel para ellos, por fin ha podido saberse cuál es la resolución definitiva, que sitúa a la actriz en el mejor escenario posible. Y es que, ha podido celebrar haber demostrado ser inocente pese a los 16 años de cárcel que se pedían para ella. El Tribunal ha asegurado que no hay pruebas que la incriminen, ni de que fuera consciente de “que estaba incumpliendo su deber de contribuir conforme a lo dispuesto por el ordenamiento tributario”. Pero lo cierto es que, dada la gravedad del asunto, su imagen se ha visto terriblemente afectada, y como experto en marca personal, José Noblejas ha hablado con SEMANA sobre ello.

Imanol Arias y Ana Duato en un photocall

Imanol Arias y Ana Duato en un photocall.

Gtres

Cuando el caso Nummaria saltó por los aires con el nombre de Ana Duato en primera plana, como no podía ser de otra manera, todas las miradas se posaron sobre ella. La emblemática actriz de ‘Cuéntame cómo pasó’ se situó en el ojo del huracán de la Justicia, y esto hizo que su imagen se viera claramente deteriorada, pues se trataba de una de las famosas más queridas dentro de nuestras fronteras: “Construyó un personaje entrañable, fuerte, familiar y honesto. Y, por extensión, esa fue la imagen que el público proyectó sobre ella en la vida real”, revela José Noblejas, dejando entrever que la ficción hizo que se traspasara esta imagen de Duato a la vida real: “Era vista como una mujer sencilla, cercana, muy alejada del mundo del lujo o los excesos, una actriz comprometida, constante, discreta, sin grandes escándalos ni afán de protagonismo y una figura maternal, tanto dentro como fuera de la pantalla, que simbolizaba valores tradicionales y ética personal”.

Para José Noblejas, experto en marca personal, la absolución "no es una limpieza automática de imagen"

Esto hizo que su marca personal fuera “sólida, coherente y muy respetada”, pero el “caso Nummaria supuso una grieta brutal en esa imagen”, según el experto en marca personal: “Durante esos años, su imagen quedó en una especie de limbo de incomodidad, algunos la defendían, apelando a su buena fe o a una posible manipulación por parte de asesores legales, mientras otros la cuestionaban, con un mensaje claro: ‘Si no lo sabía, es negligente; si lo sabía, es deshonesta’”. Por su parte, Ana optó por mantener “un perfil bajo y no explotó los medios para justificarse, el daño fue evidente”, pues “su nombre dejó de estar asociado a valores puros para comenzar a sonar en tertulias, y eso impactó directamente en su reputación”.

Ana Duato en un photocall

Ana Duato en un photocall.

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No obstante, y por suerte, no todo está perdido para Ana Duato gracias a su absolución, aunque José Noblejas asegura que “no es una limpieza automática de imagen”: “En su caso sí puede suponer una oportunidad real de redención pública, por varias razones. Su silencio y discreción durante el proceso le benefician ahora, no ha hecho shows, no ha usado el victimismo, no ha vendido entrevistas. El cariño residual que tenía el público hacia ella sigue ahí, esperando una señal para volver a activarse”, señala el experto. A esto se suma que “en una época de sobresaturación de escándalos, el caso Nummaria ya no genera tanta indignación como en sus inicios”.

 

Estos factores hacen que Ana pueda “recuperar su imagen si la reconstruye con inteligencia”. Para lograrlo, algunas de las opciones que podría barajar serían la de “aceptar algún proyecto televisivo o teatral que refuerce los valores positivos con los que se le vinculaba; dar una entrevista honesta y calmada, no para justificarse, sino para cerrar el círculo con naturalidad o volver a una presencia pública lenta, pero firme, alejada del ruido, pero conectando de nuevo con el espectador que la admiraba”.

 

Para José Noblejas, no hay duda de que “la marca personal de Ana Duato ha pasado por una de las pruebas más duras que puede atravesar una figura pública: el juicio social paralelo a un proceso penal”. Es por ello que ahora tiene que aprovechar esta segunda oportunidad, tras su absolución, para “reescribir su narrativa pública”. Sobre todo, porque en España “la memoria colectiva es frágil, pero el cariño bien ganado no se olvida fácilmente”: “Ana Duato aún puede volver a ser, para muchos, la mujer que representaba a una generación entera. Solo que ahora, lo hará con cicatrices pero con más verdad que nunca”. Como conclusión, el experto en marca personal revela para SEMANA que, “después de semejante calvario, Ana Duato se merecería volver al escalafón que ostentaba, pero no será un proceso fácil ni gratuito, pues deberá implicarse activamente para reclamar lo que es suyo”.

 

Primeras palabras de Ana Duato tras recibir al mejor noticia: "Siento que no es justo"

Entre tanto, la protagonista ha hecho sus primeras declaraciones tras la absolución para ABC, confirmando que tiene “sentimientos encontrados”: “Por un lado, estoy satisfecha, porque la Justicia reconoce la verdad. Por otro, siento que no es justo que alguien tenga que sufrir durante tantos años la presunción de culpabilidad”, pues asegura que ella nunca ha “dejado de pagar impuestos” por sus ingresos, y que “en ningún momento ha habido intención alguna de no hacerlo”.