En el Club de Campo Villa de Madrid, ese oasis ecuestre en mitad de la capital donde el olor a cuero y heno se mezcla con perfumes de alta gama, Marta Ortega volvió a ocupar su lugar natural: el graderío de la Global Champions Longines World Cup 2025, la competición de salto que nunca se pierde. Aficionada confesa al mundo de la hípica y figura habitual de los asientos más codiciados, la presidenta de Inditex se dejó ver en una nueva jornada del evento con un estilismo que, sin pretenderlo, ha vuelto a poner a prueba el olfato de editoras de moda, estilistas y fieles observadoras de su estilo. En tiempos en los que el lujo más evidente lo acapara todo, Ortega apostó por ese registro suyo tan inimitable: minimalismo práctico y una extraña habilidad para reconciliar lo imperfecto con lo exquisito. ¿El resultado? Un lookazo que no podemos dejar de analizar hoy.
Los looks de Marta Ortega son materia de estudio en redacciones y cuentas de Instagram especializadas en moda. Cada gesto estilístico suyo, por pequeño que parezca, se convierte en objeto de disección minuciosa por parte de editoras, fotógrafos de street style y devotas de esa estética relajada y sin logo que, paradójicamente, solo se alcanza con un ojo muy entrenado. La hija de Amancio Ortega pertenece a esa estirpe de mujeres que no necesitan estridencias para dominar la narrativa visual del lujo silencioso. A medio camino entre el effortless chic parisino y la sobriedad gallega reinterpretada en clave jet set, su estilo es un manifiesto constante de que menos puede seguir siendo más, siempre que el 'menos' esté exquisitamente elegido.
La gabardina arrugada de Marta Ortega en la hípica
(Gtres)
La gabardina arrugada de Marta Ortega en la hípica: una tendencia en alza
Bajo esa gabardina de aire casual y textura deliberadamente vivida, se intuía un vestido negro con falda de corte midi, amplio y vaporoso, probablemente en algodón técnico o seda lavada, que hablaba el mismo idioma de relajación sofisticada que todo su conjunto. Es precisamente ese tipo de vestidos, sin necesidad de estampado, cinturones ni estructuras, los que mejor definen su manera de entender la moda: despojada de corsés —literales y figurados—, práctica, pero nunca insulsa. De hecho, una de las claves del look estaba justo en esa sutil superposición de capas en negro sobre arena, dos tonos neutros que juntos forman una pareja tan refinada como infalible.
Y es que, por si alguien lo dudaba, la arruga no solo es bella, sino que también es tendencia. Lo que antes se consideraba negligencia o falta de plancha, hoy se traduce como sinónimo de autenticidad y carácter. Lo arrugado en clave sartorial nos habla de ropa, que ha estado en movimiento, que cuenta una historia más allá del perchero. Marta Ortega lo sabe.
Su gabardina color arena no era solo una prenda funcional, sino un manifiesto estilístico. De corte midi, con solapas amplias (abotonadas), mangas largas ligeramente anchas y una estructura relajada que abrazaba con gracia los pliegues naturales del tejido, esa prenda funcionaba de maravilla con una mañana de primavera. Nada en ella era casual, aunque lo pareciera. Y en eso radica el magnetismo Ortega: en hacernos creer que el descuido es genuino, cuando en realidad responde a un equilibrio milimétrico entre intuición estética y conocimiento técnico.
Las sandalias track del último look de Marta Ortega
(Gtres)
Las sandalias 'track': cuanto más feas, más de moda
Y si la gabardina era un guiño al lujo relajado, las sandalias negras con suela track y cierre de velcro fueron el verdadero giro de guion. Porque sí, eran feas. Y sí, ella las llevó como si fueran Manolos. Ortega se sumó así a una de las tendencias más controvertidas —y, por ende, más interesantes— del momento: los ugly shoes, pero llevados al terreno estival. Estas sandalias, que podrían recordar a aquellas que llevábamos al campamento de verano pero con una ejecución de diseño impecable, aportaban un contrapunto utilitario al conjunto. Cómodas, funcionales, toscas y sorprendentemente sofisticadas en contexto, demostraban que la belleza también puede encontrarse en lo insólito. Marta no busca aprobación, busca coherencia, comodidad... y eso es infinitamente más potente.
Sandalia técnica Zara 27,95 euros
Zara
Alternativa: sandalia técnica Zara 27,95 euros
En definitiva, el look de Marta en esta jornada hípica no es solo otro capítulo de su impecable diario de estilo. Es un ejemplo de cómo las tendencias más difíciles de digerir —el arrugado, lo feo, lo informal— pueden transformarse en declaraciones de estilo si quien las lleva tiene la visión adecuada. Y es que, en el universo Ortega, incluso la arruga tiene pedigrí.