En el manual de estilo de toda madrileña de pro —especialmente si pertenece a esa categoría escurridiza y reconocible de las pijitas de Chamberí o del Retiro— que dice que en San Isidro hay que vestirse de chulapa, pero es cierto que no todas tenemos a mano un vestido que nos siente bien que siga al pie de la letra la tradición. Las verbenas del patrón tienen ese punto fascinante en el que conviven en paz los entresijos con las gafas de sol de Celine, los claveles con las joyas de Suárez, y el chotis con los mejores hits de La Húngara.
Y aunque el traje de chulapa clásico —con su lunar diminuto, su volante y su mantón de manila— sigue siendo el uniforme oficial de la fiesta, seamos sinceras: no todas tenemos uno colgado en casa ni ganas de hacernos con uno completo. Por suerte, este año nuestra solución está en Mango: una nueva colección floral que huele a primavera madrileña, pero sin renunciar al estilo contemporáneo. Son vestidos que parecen hechos para pedir un vermut en El Viajero, bailar en la Pradera de San Isidro o dejarse ver en la romería sin perder el toque cool. Te presentamos tres vestidos florales de Mango que, seguro, estrenarán muchas este San Isidro entre barquillos, paseos por Las Vistillas y rosquillas tontas y listas.
Vestido asimétrico bordados flecos de Mango 400 euros
Mango
Vestido asimétrico bordados flecos de Mango 400 euros
Este es, sin lugar a dudas, nuestro favorito. Un vestido que parece recién salido de un desfile de inspiración ibérica, pero con el sello ready-to-dance de Mango. La prenda está confeccionada en un tono azul bebé que recuerda al cielo limpio de Madrid en mayo —ese que solo se ve cuando la ciudad se ralentiza por devoción— y está bordado con flores coral que parecen escapadas de un mantón vintage.El escote asimétrico, sin mangas, deja un hombro al aire con una elegancia descarada y tiene ese punto "sofisticada en la verbena" que tanto gusta. Pero lo mejor, sin duda, son los flecos: cruzan la prenda en diagonal y se derraman hasta el bajo como si fueran una reinterpretación contemporánea del mantón de manila.
¿Cómo llevarlo? Aquí es donde entra el arte de combinar tradición con tendencia. Imagina este vestido con unas alpargatas de cuña con cintas atadas al tobillo —preferiblemente en rafia natural o esparto—, una coleta pulida con raya al medio y unos pendientes de aro dorados tamaño XL. No necesitas más que un clavel rojo en el pelo. Este look per se ya tiene la teatralidad de una chulapa del siglo XXI. Perfecto para aparecer en las Vistillas con tu copa de vino y quedarte hasta el concierto de las 22h. A 400 euros, sí, es el más caro de los tres, pero también el más icónico. No dudes que muchas pensarán: ¿a dónde va esta chica tan bien plantá?
Vestido midi floral escote fruncido de Mango 59,99 euros
Mango
Vestido midi floral con escote fruncido: la verbena versión limonada helada
El segundo candidato a reina de las verbenas es mucho más ligero, fresco y apto para temperaturas que superan los 27 grados a la sombra. Hablamos de un vestido midi con escote fruncido, tirantes spaghetti y fondo blanco salpicado de flores amarillas que parecen haber sido pintadas a mano por un artista impresionista con alergia al aburrimiento. Su silueta ligeramente evasé, el largo medio y el tejido vaporoso lo convierten en una opción ideal para un paseo por el Campo del Moro o una comida de San Isidro con amigas en alguna terraza escondida de La Latina. l
¿Cómo llevarlo para que no parezca que vas a una comunión? Añade unas bailarinas planas tipo Mary Jane o unas sandalias de cuero marrón con hebilla retro. Lleva un capazo de rafia con flores frescas asomando (como si no te lo hubieras preparado durante 40 minutos en casa) y un pañuelo de seda anudado al cuello o en la cabeza, Jackie Kennedy meets Carabanchel. Si te apetece un punto más juguetón, atrévete con unas gafas cat-eye en rojo cereza. Este vestido cuesta 59,99 euros y es perfecto para quienes quieren ir monas sin sentir que van disfrazadas.
Vestido midi floral lazo de Mango 49,99 euros
Mango
Vestido midi floral lazo de Mango 49,99 euros
El tercero es para las amantes del quiet luxury con toques vintage. Se trata de un vestido midi color beige, con un estampado de flores rosa empolvado y hojas en verde seco que parece salido de un herbario. El escote en pico, el lazo en el centro del pecho y el tejido de gasa le dan ese toque melancólico, romántico y extremadamente favorecedor, incluso cuando llevas cuatro rosquillas tontas y un bocata de calamares en el cuerpo.
Así que ya lo sabes: si este San Isidro te plantas uno de estos vestidos de Mango, te tomas un vermut en vaso de caña y te marcas un chotis con quien se deje (aunque no sepa girar sobre una baldosa), no hace falta más. Que aunque no hayas nacido en Chamberí ni te sepas el estribillo de "Madrid, Madrid, Madrid", como decía la gran Olga Ramos, “forastero, que aunque no eres tú de aquí, lo serán tus herederos… si te casas en Madrid”. Y francamente, ¿quién no se enamora de una buena pradera, un vestido de flores y una mujer que sabe llevarlo? Pues eso. ¡Feliz San Isidro, chulapas del siglo XXI!