Corría el año 2005. El mundo aún navegaba entre tonos beige, la silueta de la falda se abría paso entre los dogmas del pantalón y Letizia Ortiz, entonces Princesa recién prometida, ensayaba la majestuosa sobriedad de una figura pública que estaba a punto de convertirse en reina. Fue en ese contexto, entre discretos saludos institucionales, cuando Letizia acudió a un almuerzo ofrecido por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en el Palacio de La Moncloa. El acto estaba pensado para homenajear a los futuros Príncipes de Asturias. Y allí, en mitad de la solemnidad política, Doña Letizia estrenó un conjunto que entonces pareció elegante... pero que hoy nos parece visionario.
Un conjunto que —si hubiéramos tenido un poco más de ojo clínico entonces— deberíamos haber fotografiado mentalmente y guardado como una profecía. Porque ese tono suave hoy se impone en pasarelas, escaparates y perfiles de editoras de moda como el color de la temporada: el amarillo mantequilla.
Acaba de llegar a Zara el color que la Reina Letizia no se quitaba en 2004 y ahora arrasa entre editoras de moda
(Gtres)
El estilismo 'todo al butter yellow' de la Reina Letizia en 2004
La chaqueta que lució Letizia era un ejercicio de sastrería contenida pero sumamente refinada. De corte entallado, con un favorecedor escote en pico, estructurada con hombreras marcadas y cerrada con un delicado lazo en la parte lateral —un gesto de feminidad sutil que le quitaba rigidez al traje de chaqueta—, fue sin duda la antesala de ese minimalismo elegante que hoy firmarían desde The Row hasta Victoria Beckham.
Pero lo más interesante no era la forma. Era el color. Ese amarillo pálido, casi batido de vainilla, que en 2005 nos resultaba neutro, hoy se sitúa en el corazón mismo de las tendencias. La chaqueta parecía flotar sobre la piel de Letizia, iluminándola sin eclipsarla, como si la luz natural se hubiera posado sobre sus hombros. La elección, entonces arriesgada, hoy sería portada en cualquier revista de estilo.
El conjunto de la Reina Letizia que hoy es pura tendencia de primavera 2025
(Gtres)
La falda con volantes más coqueta
Acompañando a la chaqueta, una falda midi con bajo avolantado. Nada demasiado teatral: pequeños volantes rizados que remataban una silueta sencilla, recta, pensada para caminar sin esfuerzo. La tela caía con gracia, con un poquito de brillo y naturalidad, sin apretar ni exhibir, una lección de sofisticación sobria en tiempos en los que aún reinaba el talle bajo y la minifalda denim.
Y aquí volvemos al color. Ese amarillo mantequilla, o butter yellow como ahora lo bautizan las editoras anglosajonas, repetido en ambas piezas, creaba un total look de lo más actual. Un color suave, elegante y cálido. El tipo de color que ahora elegiría Alexa Chung para asistir a un desfile en París o -por no usar mucho la imaginación- Timothée Chalamet para unos Premios Oscar. Letizia lo llevó primero. Y lo llevó como se llevan las cosas cuando aún no se han convertido en tendencia: con naturalidad, sin hashtags ni viralidad, pero con un efecto que —dos décadas después— aún resuena.
Butter yellow: el nuevo blanco roto
El amarillo mantequilla es uno de esos colores que ha llegado sin aspavientos pero lo ha inundado todo. Más suave que un amarillo limón, más sofisticado que un nude clásico, y mucho más cálido que un blanco roto, es la nueva obsesión cromática de las firmas de lujo y de las cadenas asequibles. En pasarelas recientes lo hemos visto desfilar en los vestidos de escote fluido de Givenchy, en los bolsos de Jil Sander y hasta en trajes de Sandro Paris.
Zara, que no necesita presentación como radar global de lo que se lleva (y de lo que nos vamos a poner), ha apostado fuerte esta temporada por este tono suave, evocador y elegantísimo. El amarillo mantequilla llega en forma de vestidos para todas las ocasiones. ¡Fíchalos!
Vestido amarillo ZW Collection de Zara 39,95 euros
Zara
Vestido amarillo ZW Collection de Zara 39,95 euros
Uno de nuestros favoritos absolutos es un mini vestido sin mangas, con cuello cerrado y silueta recta. De esos que puedes combinar con sandalias doradas para un cóctel al atardecer o con zapatillas blancas para recorrer una ciudad italiana de cabo a rabo.
Vestido midi estampado de Zara 29,95 euros
Zara
Vestido midi estampado de Zara 29,95 euros
Otra joya es un vestido midi con estampado floral en clave naïf y tirante spaghetti que no solo es irresistible por su precio (29,95 euros), sino también por su versatilidad. Ideal para una comunión de día, pero también para un concierto al aire libre con botas cowboy y una chaqueta vaquera. El fondo amarillo mantequilla suaviza el estampado floral, y lo convierte en una opción romántica y muy primaveral.
Vestido midi halter satinado de Zara 35,95 euros
Zara
Vestido midi halter satinado de Zara 35,95 euros
Y cerramos con una opción más sofisticada: un vestido de satén con escote halter y largo midi que pide a gritos una boda de tarde o un evento de gala. El brillo satinado potencia la luminosidad del amarillo mantequilla, mientras que el escote halter deja los hombros al descubierto de manera elegante.
Letizia lo llevó cuando aún no se escribía sobre ello. Hoy, casi veinte años después, las editoras de moda han hecho del amarillo mantequilla su uniforme no oficial de la temporada. Zara lo ha entendido a la perfección. Y tú, ¿te vas a quedar sin él?