Quién le iba a decir a la Reina Letizia —o, mejor dicho, a la entonces Princesa de Asturias— que aquel modelo de zapato que lucía con rotundidad en cada acto oficial a mediados de los 2000 volvería a estar en el radar de las editoras de moda más avezadas casi dos décadas después. Pero así es la moda: cíclica, caprichosa y con una memoria selectiva que a veces nos obliga a reconciliarnos con piezas que creíamos enterradas en lo más hondo del trastero 'estilístico'. Hoy, 2025, los peep toes —sí, esos zapatos de tacón con la puntera abierta que tantas controversias generaron— están de regreso. Y no en clave nostálgica, sino con un nuevo aire de sofisticación que ni los más escépticos podrían haber previsto.
El zapatero de la soberana ha dado tantas vueltas como su estilo, que ha pasado de los conjuntos de chaqueta clásicos al Mango x Victoria Beckham más experimental, y de los moños de bailarina a la melena cuidada sin ornamentos. Pero si hay un capítulo fascinante dentro de su biografía, ese es, sin duda, el de los zapatos. Letizia ha llevado cuñas, plataformas imposibles, stilettos de vértigo, botines y, desde hace unos años, un sinfín de mocasines, slingbacks planos y bailarinas cómodas. Pero hubo un tiempo —oh, sí— en que no se bajaba de los peep toes. Era su modelo fetiche, su firma de estilo silenciosa, ese detalle que ya muchas no recuerdan. Pero nosotras sí.
Los 'peep toes' de la Reina Letizia están de vuelta esta primavera
(Gtres)
Los 'peep toes' de la Reina Letizia que están de vuelta esta temporada
Corría el año 2005 —tiempo de Nokia con tapa, vaqueros de tiro bajísimo y portadas de revistas saturadas de tipografías fosforitas— y Letizia ya se había instalado en el imaginario colectivo como la Princesa que venía a modernizar la institución. En aquella época, los peep toes reinaban. Eran el zapato por excelencia para invitadas, alfombras rojas, presentadoras de informativos y hasta novias atrevidas.
La lógica era sencilla: estilizan, alargan la pierna y dejan asomar lo justo de los dedos, como quien insinúa sin revelar del todo. A día de hoy, esta descripción puede provocar escalofríos en quienes no soportan ver un dedo pulgar semi expuesto bajo una fina línea de esmalte rojo. Pero, amiga, tendrás que superarlo. Porque según lo dictado por las pasarelas de Tory Burch, Acne Studios, Miu Miu, Alaïa, Saint Laurent, Burberry, Jimmy Choo o Giuseppe Zanotti, los peep toes están de vuelta irremediablemente.
No hablamos de un regreso en forma de microtendencia. Hablamos de un retorno con mayúsculas, avalado por campañas, editoriales y prescriptoras que ya los lucen con trajes de chaqueta de silueta alargada, vestidos minimalistas y calcetines de lúrex. Sí, también con calcetines.
Los peep toes más escandalosos de la Reina Letizia y que ahora están de moda
(Gtres)
En el caso de la Reina Letizia, estos zapatos se convirtieron casi en una extensión de su pie. Años antes de entregarse a la sobriedad de Magrit o Hugo Boss, su armario estaba dominado por las creaciones de Felipe Varela, y allí estaban ellos: los eternos peep toes en tonos maquillaje, plata, oro viejo o burdeos. A veces con plataforma interna, otras más discretos, pero siempre reconocibles. Los llevaba con trajes de chaqueta entallados, con vestidos con textura… No había límites.
Intriigo Open Toe 90 de Giuseppe Zanotti 850 euros
(Giuseppe Zanotti )
Fue tal su insistencia —y su estilo tan marcado— que las editoras de moda de la época bautizaron a aquellos salones con abertura frontal como los Letizios. Un término que, en lugar de caer en el olvido, hoy nos sirve para referirnos a un estilo de zapato solo apto para las más ágiles.
Sandalia tacón con abertura de Zara 29,95 euros
Zara
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Pero, ¿cómo llevarlos hoy sin parecer sacadas de un catálogo de moda de 2007? Aquí entra el quid de la cuestión. La clave está en descontextualizar. Nada de vestidos brillantes ni brocados en exceso. Los nuevos peep toes se llevan con prendas de sastrería relajada, pantalones palazzo o incluso con jeans de pernera ancha y tops minimalistas. El contraste entre lo retro y lo contemporáneo es lo que los hace funcionar. El tacón puede ser fino, pero mejor si tiene una forma escultórica o diferente (los de Alaïa son pura fantasía), y el acabado, en satén, charol o ante, aporta matices según el momento del día.
Ahora bien, entendemos que no todas las mortales están dispuestas a sufrir por moda. Si lo tuyo no son los tacones de más de 7 cm ni los modelos que amenazan con devastar tus dedos, hay alternativas igual de efectivas: los mules con puntera abierta son una excelente opción para quienes buscan comodidad sin renunciar a la tendencia. También los kitten heels peep toe tienen ese punto de practicidad.
Sandalia tacón plataforma beige NYC de Merkal 35,99 euros
(Merkal)
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Otra variante interesante es el peep toe con plataforma ancha, muy estilo Studio 54, ideal para looks de noche con vestidos columna o monos satinados. Eso sí: si te decides por un modelo tan contundente, modera el resto del estilismo para no caer en el exceso. La nueva Reina Letizia de 2025, con sus looks equilibrados y su sentido práctico del glamour, probablemente aprobaría esta elección.
Por último, una advertencia para principiantes: el esmalte de uñas será tu gran aliado o tu peor enemigo. Un peep toe exige una pedicura cuidada, pero no necesariamente estridente. Los tonos neutros, los rojos clásicos o incluso el negro vinilo funcionan.
¿Te atreverás a volver a los peep toes?