No solía variar mucho sus costumbres culinarias mientras vivió en la Casa Blanca. Jackie Kennedy, primera dama de EE.UU desde 1961 al ser la esposa del trigésimo quinto presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, hasta el asesinato de su esposo en 1963, se convirtió en un icono de estilo y una de las figuras más reconocidas del país por su elegancia, clase y sencillez.

Jackie Kennedy, un referente de estilo

El asesinato de su esposo en 1963 la dejó viuda a los 34 años, y su imagen vestida de luto conmovió al mundo, pasando a convertirse en la viuda de América. A pesar de la tragedia, continuó con su vida pública y se casó con el magnate griego Aristóteles Onassis en 1968. Después de la muerte de Onassis en 1975, Jackie se convirtió en una exitosa editora de libros en Nueva York.

Pero volvamos a la época en la que los Kennedy residían en la Casa Blanca. La pareja presidencial tenía unos hábitos alimenticios que han salido a la luz gracias al libro Dinner with the President: Food, Politics, and a History of Breaking Bread at the White House de Alex Prud’homme, donde el autor analiza lo que comían todos los presidentes y primeras damas que han pasado por la Casa Blanca, entre ellos los Kennedy.

Los Kennedy

Jackie con su marido, John F. Kennedy.

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La dieta de los Kennedy

Jackie tenía la costumbre de desayunar en la cama cada mañana. Un mayordomo le llevaba en una bandeja unas tostadas con miel, un zumo de naranja y un café con leche desnatada. Ese era su desayuno habitual. En el almuerzo tomaba una taza de caldo y un sándwich, generalmente de queso y a la plancha.

En la cena lo que más le gustaba era tomar salmón escalfado frío, cordero, patatas, judías verdes y helado. No era amiga de las dietas estrictas ni de pasar hambre.

Su marido el presidente, John F. Kennedy, también tomaba para desayunar tostadas pero no con miel, él las prefería con mermelada. También tomaba huevos cocidos o pasados por agua. Este fue su último desayuno en la mañana del 22 de noviembre de 1963, día en el que le asesinaron en Dallas.

A Jacqueline le gustaba mucho la cocina francesa, por eso contrataron al famoso chef francés René Verdon, gracias al cual se convirtieron en unos anfitriones de lujo y los invitados a sus celebraciones aplaudían sus delicias culinarias.

Jackie y John

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La pareja también era amante de la gastronomía americana y en las cenas diplomáticas era tradición servir platos del país regados por vinos californianos. ¿Cuál era el plato favorito del presidente? La clásica sopa de almejas de Nueva Inglaterra. Los Kennedy disfrutaban de la buena mesa y escogían los mejores platos para cada ocasión.

La miel y Jacqueline

Cada mañana elegía la miel para endulzar sus tostadas de forma natural. ¿Qué beneficios obtenía Jackie Kennedy de este alimento? Lo cierto es que la miel es un alimento completo que posee propiedades muy nutritivas y terapéuticas.

La miel fortalece las defensas del organismo y, si hay un adjetivo que defina a Jackie es 'fuerte', la fortaleza con la que vivió algunos de los terribles baches que superó en su vida. Se le atribuyen también propiedades antibacterianas, beneficios cognitivos, reducción de la ansiedad y alivio del dolor de garganta y mejora de la tos. Incluir miel cada mañana en su desayuno podría ser, además de por su sabor dulce, una forma de mantener un buenísimo estado de salud con el que poder cumplir con todas sus responsabilidades asociadas a su cargo junto a su marido, el presidente de los EE.UU.

Jackie

Jackie montando a caballo.

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Un ingrediente saludable que promueve la síntesis de colágeno

De las preferencias de Jackie Kennedy para la cena nos quedamos con uno de sus elaboraciones preferidas: el salmón escalfado frío, una delicia culinaria muy saludable con la que la primera dama evitaba elaboraciones fritas o con mucha grasa.

El salmón es un pescado azul graso que aporta diversos beneficios para la salud. Estas propiedades se deben a su riqueza en nutrientes, como proteínas, grasas buenas, vitaminas A, D, E y del complejo B, y minerales como el fósforo y el selenio.

Contiene un grupo de pequeñas proteínas llamadas péptidos bioactivos, entre ellos, el péptido calcitonina, que se sabe que aumenta, regula y estabiliza la síntesis de colágeno, la proteína fundamental para la estructura y sostén de los tejidos, que da firmeza a la piel y refuerza huesos y articulaciones. Es un superalimento.

Aquí tienes la receta del salmón escalfado clásico que tanto le gustaba a la primera dama:

Ingredientes:

  • 2 dientes de ajo laminado
  • 1 cebolla pequeña (cortada por la mitad)
  • ½ limón (rodajas finas)
  • 1 hoja de laurel
  • Sal gruesa al gusto
  • 6 tazas de agua
  • 4 filetes de salmón sin piel

Elaboración: En una cazuela, coloca ajo, cebolla, laurel, limón, sal y agua. Cocina durante 8 minutos. Sazona los filetes de salmón y colócalos en el agua hirviendo. Cocina durante unos 5 minutos hasta que el salmón esté opaco. Sirve caliente o frío con tu salsa favorita y acompañado de ensalada o verduras al vapor. ¡Voilà!