Las luces de Navidad, el espíritu navideño y los lazos de sangre, parecen no ser suficientes para superar estas fechas. Te damos las mejores estrategias para enfrentarte a los encuentros familiares y salir indemne.

En muchos hogares las comidas y cenas navideñas se convierten en un campo de batalla sembrado de minas. Para poder sortearlas eficazmente, y que no salte todo por los aires estas fiestas en familia, hemos hablado con Sonia Díaz Rois, coach y mentora especializada en gestión de la ira. ¡Estamos a tiempo de salvar la Navidad!

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¿Por qué las cenas o comidas familiares son un caldo de cultivo perfecto para el cabreo?

¿Qué ocurre en el periodo navideño para que estemos tan tensos? No solo supone un quebradero de cabeza tremendo tener que encajar compromisos sociales en la agenda, también suma que los niños no tienen clases pero nosotros trabajamos, tenemos responsabilidades, gestiones, hacer de Papá Noel, amigo invisible o de los Reyes Magos, el desembolso económico que suponen las fiestas… estrés asegurado.

Cuando estamos en un entorno de familiar, aunque no queramos, quedamos envueltos en nuestro rol de hijo, hermana, padre, tía, primo, abuelo… y nos conectamos con las tradiciones familiares que tantas veces nos pueden hacer renegar. ¿Por qué razón? Sonia Díaz Rois nos explica que “si hemos actualizado nuestros valores, es posible que el cumplimiento de ciertas normas nos hagan sentir más tensos porque ya no nos identificamos con ello y sentimos la necesidad de compartir nuestra ‘actualización’ y diferir de lo que parece preestablecido”.

En estas fechas se presupone que debemos estar felices y repartiendo paz y amor por doquier. Muchas veces esto no puede ser una visión realista de las navidades ya que hay determinados compromisos que no nos apetecen y por los que nos juntamos con personas que no vemos demasiado durante el año y con las que no tenemos suficiente afinidad. “Además de todo esto, hay que tener en cuenta que las expectativas que nos generan estas fechas (y que muchas veces no se cumplen), nos pueden provocar desde tristeza hasta cabreos”, señala la experta.

Sobrevivir a una cena en familia
El periodo navideño supone mucho estrés, más si cabe si en las reuniones familiares hay tensión. (Pexels)

¿Qué temas es mejor no tocar en las reuniones familiares para evitar enfrentamientos?

Las conversaciones en la mesa pueden llevarnos por terrenos peligrosos y provocar discusiones y enfados. ¿Qué podemos hacer para que la tertulia en la mesa sea fluida y pacífica? “Recomiendo encarecidamente que evites iniciar una conversación aludiendo al aspecto físico: “te has adelgazado, ¿verdad?”, “uy, te veo más gorda”. Aunque lo cierto es que cualquier tema puede llevar a discusión y cabreos”, advierte Sonia.

Hoy en día, además de los típicos temas tabú como puede ser la política, la religión y el fútbol, podemos añadir unos cuantos más que están en el candelero, como por ejemplo el tema de la alimentación, el feminismo, el cambio climático, la educación de los hijos, las guerras, la orientación sexual o la identidad de género. Este tipo de conversaciones pueden llevar a debate y como existe cierto desconocimiento sobre algunos de estos conceptos que tal vez es mejor no tratarlos o tratarlos en otro momento.

La experta señala que tocar temas relacionados con el matrimonio y la maternidad también pueden ser peliagudos. Así como los temas relacionados con mascotas porque no todo el mundo entiende el significado de esa clase de amor si no convive con animales. El dinero es otro tema que puede levantar ampollas ya que si compartes información sobre tu economía porque pueden volar las críticas, las comparaciones y hasta las envidias…

“Compartir planes de futuro en uno de estos encuentros puede abrir la puerta de la controversia, además de que todo el mundo te querrá dar consejos y te dirá lo que tienes que hacer. Y puedes acabar realmente confundido y desviándote de tu plan inicial”, subraya la coach.

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No tocar ciertos temas es clave para sobrevivir a la familia en Navidad.
Hay que evitar temas que puedan ser motivo de polémica en la mesa. (Pexels)

Estrategias para esquivar el enfado y no sucumbir a la ira en las fiestas navideñas

Para que no vuelen los cuchillos en esta época tan bonita del año, y pase de ser mágica a ser trágica, Sonia Díaz Rois nos da algunas pautas a seguir para que todo pueda fluir en paz y armonía o, al menos, para no acabar como en Hamlet:

-Identifica dónde se sentará cada uno de los comensales. Procura juntar (o juntarte) a personas afines o que se complementen para que puedan echarse un cable si la conversación deriva en discusión. 

-Procura deshacerte de las ideas “cenizas” preconcebidas en relación a años anteriores y déjate sorprender. Tu influencia puede ser muy positiva en el ambiente en general.

-Céntrate en el agradecimiento. Estas fechas son muy dolorosas para muchas personas que han perdido a un ser querido o que, por temas de distancia, no pueden estar junto a su familia. Siéntete afortunando de poder estar, incluso de poder discutir, con esas personas que a veces te resultan un poquito fastidiosas.

-Intenta moderar el consumo de alcohol porque, si el cabreo ya nos nubla, imagina añadir la neblina que nos provoca una copita de más. Recuerda que ingerir ciertas cantidades de alcohol (cada uno tiene su medida), nos hace perder la capacidad de autorregularnos. Si ya nos cuesta mantener la calma cuando estamos sobrios, imagínate si te pasas de la raya y se te empieza a soltar la lengua.

-Céntrate en la celebración, en respetar el momento y dejar para otro día aquello que no tenga ni lugar ni cabida. Si hay niños siempre puedes ponerte a jugar un rato con ellos para desconectar del "mundo adulto".

-Aprovecha para conocer mejor a las personas y a tener en cuenta otros puntos de vista con los que, aunque estarás más o menos de acuerdo, al ser diferente a lo que tú piensas, puede aportarte algo de conocimiento extra. 

Modera el consumo de alcohol
Modera el consumo de alcohol para poder autoregularte mejor y no estallar en Navidad. (Pexels)

Practica la asertividad

Lo ideal es que te resbale todo pero somos humanos y muchas veces saltamos como un resorte cuando nos pinchan. ¿Qué podemos hacer en esos momentos para no desatar el caos en la familia? “Si algo te ha molestado y sientes la necesidad de expresarte, estás en tu derecho, sólo asegúrate de que lo comunicas desde la calma y de manera asertiva, haciéndote respetar y respetando a los demás”, recomienda la experta, y añade: “Valora también si quieres hacerlo delante de todos o tal vez, tener una conversación aparte o en otro momento”.

Podemos seguir esta pauta asertiva o, como último recurso, utilizar métodos antiestrés navideños como nos recomienda Sonia: “siempre puedes tener a mano un polvorón y estrujarlo a modo de terapia”. ¡Felices fiestas!