Suecia y Noruega se han vestido de gala para celebrar uno de los galardones con mayor prestigio del mundo, los Premios Nobel. Si bien los ganadores de la medalla dorada fueron los verdaderos protagonistas, tuvieron que competir con los miembros de las familias reales, que brillaron por sus estilismos.
En Estocolmo, la heredera al trono, la princesa Victoria, deslumbró con un vestido propio de un cuento de hadas. Se trataba de una pieza firmada por la modista sueca Jennifer Blom, en color azul, lleno de volumen y en la que destacaba el plisado, que cubría todo el traje. Como complementos, la futura reina apostó por un clutch de Botegga Veneta y una de las tiaras favoritas de su hermana, la de aguamarinas, realizada con cinco gemas ovales de diferentes tamaños.
Por su parte, la princesa Magdalena eligió un vestido de Seraphine en color rosa palo con el presumía de su avanzado estado de gestación. Lo complementó con el conjunto de joyas de amatistas de la emperatriz Josefina y un clutch similar al de su hermana, aunque en otro color. También en rosa se dejó ver la princesa Sofía, enfundada en un vestido de Ida Manto y con la tiara que los reyes suecos le regalaron por su boda, a la que ha cambiado las esmeraldas por perlas.
La reina Silvia fue la más arriesgada de todas en cuanto al outfit, pues apostó por un vestido en color magenta con el que dejaba ver una envidiable figura. Con respecto a las joyas, la monarca eligió la tiara ‘de las Nueve Puntas’, una de las más representativas de la casa real tanto por su diseño como por su valor.
En Oslo, donde se entregó el Premio Nobel de la Paz, la princesa Mette-Marit lució un original vestido de estampado floral con fondo negro, que combinó con un clutch negro que, curiosamente, era el mismo diseño que llevaron Victoria y Magdalena en Suecia.
Una cita muy elegante
Suecia y Noruega se han vestido de gala para celebrar uno de los galardones con mayor prestigio del mundo, los Premios Nobel. Una cita en la que los prmeios "compitieron" con los miembros de las familias reales, que brillaron por sus estilismos.
Victoria de Suecia
La princesa Victoria, deslumbró con un vestido propio de un cuento de hadas. Se trataba de una pieza firmada por la modista sueca Jennifer Blom, en color azul, y lleno de volumen.
Espectacular
la futura reina apostó por un clutch de Botegga Veneta y una de las tiaras favoritas de su hermana, la de aguamarinas, realizada con cinco gemas ovales de diferentes tamaños.
Muy embarazada
Presumiendo de su tercer embarazo, la princesa Magdalena eligió un favorecedor vestido en color rosa palo de la firma Seraphine.
Elegancia en púrpura
Como complementos, la princesa Magdalena apostó por parte del conjunto de joyas de amatistas de la emperatriz Josefina, compuesto por una tiara, pendientes y collar.
Princesa Sofía
También en rosa palo, al igual que Magdalena, la princesa Sofía deslumbró enfundada en un vestido de Ida Manto, sencillo pero muy elegante
Coronada en perlas
Como joyas, Sofía llevó la tiara que los reyes suecos le regalaron por su boda, a la que ha cambiado las esmeraldas por perlas. Una elección que ha vuelto a hacer saltar las alarmas sobre una supuesta mala relación con su familia política, pues apenas ha lucido joyas familiares.
Reina Silvia de Suecia
La reina Silvia fue la más arriesgada de todas en cuanto al outfit, pues apostó por un vestido en color magenta con el que dejaba ver una envidiable figura.
Una joya impresionante
Con respecto a las joyas, la monarca eligió la tiara ‘de las Nueve Puntas’, una de las más representativas de la casa real tanto por su diseño como por su valor.
Mette-Marit de Noruega
En Oslo, donde se entregó el Premio Nobel de la Paz, la princesa Mette-Marit lució un original vestido de estampado floral con fondo negro, que combinó con un clutch negro que, curiosamente, era el mismo que llevaron Victoria y Magdalena en Suecia.