Si hay una rama Grimaldi que enamora a la prensa y las portadas de las revistas esa es la formada por los vástagos de la princesa Carolina de Hannover. Los tres primeros, el clan Casiraghi: Andrea, Pierre y Carlota, quedaron huérfanos en su más tierna infancia cuando su padre, Stefano Casiraghi, falleció en un accidente.

Los hijos del matrimonio de Carolina con el empresario italiano han dado muchas alegrías a la prensa en sus años mozos, tras haber "superado" el trauma infantil y descubierto ese paraíso de la fiesta que es Ibiza.

Andrea Casiraghi fue, durante años, el prototipo de royal guapetón con pasado trágico y pareo que visitaba año tras años las playas más bonitas de media Europa. Tampoco había cala ibicenca donde no recalara el príncipe monegasco verano tras verano. Guapo, delgado, fumador y de melancólica melena rubia hasta novia española tuvo en una de sus visitas, pero, al final, quien le hizo pasar por el altar fue una niña bien de melena tan bohemia como la suya.

Carolina de Mónaco con sus hijos Andrea y su hija Alexandra

Carolina de Mónaco con sus hijos Andrea y su hija Alexandra

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El guapísimo Andrea y su boda con la rica heredera colombiana

El 31 de agosto de 2013 y ante la extasiada mirada de su madre, Andrea Casiraghi sentó la cabeza (o la melena) y se casó por lo civil en el palacio Grimaldi con Tatiana Santo Domingo, una joven diseñadora en ciernes que, para sorpresa de nadie, era la heredera de una de las fortunas más grandes de Colombia y había sido criada en los mejores internados europeos (de hecho fue compañera de pupitre de Carlota Casiraghi).

Para la boda religiosa la pareja se esperó hasta que nevara bien nevado en Suiza y convocaron a sus íntimos a una ceremonia en la exclusiva localidad de Gstaad en la que Tatiana "coronó" su cabeza con la tiara más querida por su suegra, la princesa Carolina.

Con tan buen entendimiento entre ambas partes no es de extrañar que la pareja ya sean padres de tres niños, Alexandre Andrea, India Julia y Maximiliam Rainier, a los que sus padres visten igual con diseños de mamá en las escasas ocasiones en las que los pasean en público: básicamente durante el gran premio automovilístico de Mónaco y, a veces, en el día de la fiesta nacional monegasca.

El pequeño del clan Casiraghi-Grimaldi, Pierre, también tuvo suerte en el amor. En su caso emparentó con una noble italiana que se ganaba la vida como periodista después de haber tenido una carrera de modelo porque ella vale para todo. La nueva incorporación a la familia Grimaldi era la bellísima Beatrice Borromeo, de pasado familiar complicado pero pedigrí noble impoluto, tan prístino que la boda de Pierre y Beatrice en 2015 se ofició en las islas italianas que llevan el nombre de su familia.

Pierre y Beatrice no dan que hablar más que cuando ella hace una entrevista por su labor como documentalista/periodista y dice perlas sobre que no cree en la aristocracia y la nobleza. Leer para creer. Juntos y alejados de los focos están criando a dos hijos que nacieron con apenas un año de separación, en 2017 y 2018, Stefano y Francesco.

La legítima heredera del Glomour de su madre: Carlota Casiraghi

Como desde que sus hermanos dejaron la vida salvaje y las peleas en bares y enfrentamientos con paparazzis el panorama estaba más que aburrido el testigo de lo que es una Grimaldi de pura cepa lo cogió Carlota Casiraghi, que ella, sí que sí, sigue dando de qué hablar haga lo que haga porque para su desgracia es un calco de la belleza materna.

Carlota Casiraghi

Carlota Casiraghi

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Esponsorizada por Chanel hasta para ir al baño la menor de los Casiraghi nutrió la prensa rosa durante años gracias a su noviazgo con embarazo incluido, pero sin boda de por medio, con el cómico francés Gad Elmaleh. De la unión breve de esta pareja nació el primer hijo de Carlota, el hermoso Raphael.

La separación de Elmaleh dio tanto de qué hablar como su unión pero ni de lejos lo que provocó su boda final con un amigo de la familia del que, según todas las noticias sin confirmar por la casa Grimaldi, se acaba de divorciar: Dimitri Rassam.

Carlota y Dimitri compartían pasado traumático infantil (ambos quedaron huérfanos de padre desde muy jóvenes) y sus madres, la princesa Carolina y la actriz Carole Bouquet, eran mejores amigas. Por invertir el orden de los factores, que en la casa Grimaldi no altera el producto, Carlota tuvo primero a su segundo hijo, el pequeño Balthazar, y después se casó con Rassam vestida de blanco en 2019. Ahora parece que esa pareja se ha roto, aunque si se hacen caso a todos los rumores publicados por la prensa francesa sobre ella estuvo más tiempo divorciándose que junta.

Carlota Casiraghi y Dimitri Rassam

Carlota Casiraghi y Dimitri Rassam

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La pequeña de Carolina e hija del polémico Ernesto de Hannover: Alexandra

La última en aparecer en este árbol familiar que nace de Carolina de Mónaco es la princesa Alexandra de Hannover, la hija de la Grimaldi con más títulos que sus propios hermanos en virtud de que es hija de Ernesto de Hannover. Lo más "escandaloso" que ha hecho en su vida Alexandra fue asistir a la boda de sus padres en la tripa de su madre, la boda Hannover-Grimaldi se ofició en enero de 1999 y Alexandra llegó al mundo en julio del mismo año.

Hasta la fecha, y tiene mérito porque ya ha cumplido 24 años, Alexandra es la más tranquila de todo el clan y no ha dado un mal titular. Hasta novio de toda la vida tiene, un muchacho altísimo llamado Ben-Sylvester Strautmann al que presentó la edición del baile de la Rosa monegasco al que acudió vestida de piruleta de tul. Pero Alexandra es una mezcla explosiva de Grimaldi y Hannover, no perdamos la esperanza.