'Tu cara me suena' se ha convertido en uno de los programas de entretenimiento más seguidos y aclamados por la audiencia, que cada viernes espera emocionada ver a estos artistas meterse en la piel de grandes e icónicos rostros del panorama musical de la historia. Pero el programa es mucho más que eso. Cada gala se llena de momentazos divertidos entre concursantes y jurado, anécdotas, confesiones... Y esta sexta gala no podía ser menos.
La noche comenzaba con una Ana Guerra convertida en Madonna que consiguió hacerse con los halagos de los jueces, es más, Ángel Llàcer aseguraba que la canaria iba a llegar tan lejos como quisiera, así que no dudaba en hacerle un emotivo comentario: "Madonna es una artista que ha marcado la historia de la música, y para mí significa muchas cosas que tú también significas: perseverancia, resistencia, capacidad de trabajo, luz, carisma, y es un icono. Y tú lo serás".
Tras la ex triunfita llegaba el turno de Esperansa Grasia, que tenía una de las misiones más complicadas de la noche: imitar a la mismísima Lolita, que forma parte del jurado. "Me ha dado un shock verte, porque han pasado casi 40 años...", confesaba Lolita Flores, "estoy igual, no, estoy mejor". "Te tengo que decir que me has recordado mucho a mí en aquella época, y es muy difícil imitar mi voz porque es muy personal, así que yo te voy a dar una buena puntuación simplemente por el hecho de haberme imitado. Te voy a poner un 10", le terminaba diciendo.
Uno de los momentos más divertidos de la noche llegaba con Manu Baqueiro, que se ponía en la piel de Andy, el muñeco de Andy en 'Toy Story'. Una actuación de lo más especial que hizo dormir al público al grito de "qué viene Andy". Tras él, aparecía Gisela interpretando a Lola Índigo, un reto tras el que su amiga Chenoa aseguraba que se había "coronado".
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Después de Gisela llegaba Goyo Jiménez al ritmo de Coyote Dax, con quien tuvo la oportunidad de ensayar mano a mano y aseguraba que era "la mejor imitación mía que han hecho, me quito el sombrero". El cantante mexicano, presente en el plató, sacó a bailar a todos los concursantes y al jurado incluido.
Coyote Dax bailando No rompas mi corazón
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Bertín Osborne se ponía en la piel de Camilo Sesto tras el momentazo de sus compañeros, pero más allá de su actuación, desató una petición insólita... Ángel Llàcer ha pedido al programa que le dejen imitar a Bertín Osborne. "Quiero un 'training VIP'", confesaba el catalán. ¿Aceptarán su petición? De momento, habrá que esperar.
Tras el cantante, Yenesi daba vida a Kate Ryan con un perfecto francés que dejaba atónito al jurado. Poco después arrasaba sobre el escenario Melani, que llegaba acompañada de Jorge González para interpretar al dúo Pimpinela. La benjamina del concurso dejaba, una vez más, al jurado sin palabras. "A Tu cara me suena venimos a aprender, pero ¿qué vas a aprender tú, Melani, si ya vienes aprendida?", la alagaba. El último en subirse al escenario era Mikel Herzog, que se puso en la piel de Damiano David. "Cuando te vea Damiano va a flipar", le señalaba Lolita tras su impresionante actuación.
El invitado de la noche, el actor Txabi Franquesa, cerraba la gala con su impecable interpretación de Harry Nilsson.
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Mikel Herzog se convierte en el ganador de la sexta gala de 'Tu cara me suena'
Su interpretación de Damiano David lograba conquistar al jurado y llevarse los cuatro '12', una puntuación que le dejaba completamente boquiabierto. "Mikel se lleva la máxima puntuación del jurado", anunciaba Manel ante el gesto atónito del joven, "lo que has hecho es una bestialidad", explicaba Chenoa, "tienes algo muy innato y has trabajado mucho durante estos días, enhorabuena de todo corazón", añadía.
"Lo primero, muchísimas gracias, aquí ganamos todos", comenzaba diciendo al recibir sus 3.000 euros tras sacarle solo un par de puntos a la segunda clasificada de la noche, Gisela. Un premio que decidía destinar, de nuevo, a Aldeas Infantiles. Y es que no es la primera vez que el hijo de Mikel Herzog logra ganar una de las galas de esta edición, quizá por eso no esperaba repetir tan pronto.
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Pero su merecida victoria se llevaba la ovación de todos sus compañeros, los cuatro doces, y un importante diez del público. "El dinero va para estos niños que merecen una vida digna", terminaba diciendo.