Lydia Lozano, molesta con sus compañeros de 'Sálvame': "Me harta mucho. No voy a llorar"

Lydia Lozano tenía que hacer frente a las acusaciones de sus compañeros de 'Sálvame' un día antes. El programa apuntó a que la colaboradora, muy amante de su trabajo, cuando no era convocada para estar en una entrevista de 'Viernes Deluxe' hablaba con los directores. Esto provocaba, a su vez, que otro compañero perdiera su hueco por colocarla a ella después de estar convocado. Ya no quiere llorar más, como ha sucedido anteriormente, ahora solo quiere dejarlo atrás. "Me pongo a bailar porque no quiero llorar, porque luego soy la víctima" comenzaba a decir mientras se levantaba y se movía al ritmo de la música y bromeaba con que la silla en la que estaba sentada era suya.

Está convencida de que todo esta trama de las sillas "se la ha sacado de la manga Kiko Matamoros". Sigue sin entender cómo han podido acusarla de esto "cuando en la vida ha llamado mi representante, ni yo". De hecho, ante la crítica de Kiko Hernández sobre que no era capaz de hacer autocrítica, reconocía que "me he comido el banquillo más grande de los 14 años de programa yo". La tan famosa silla donde se sentaba le sirvió como ejemplo para ello: "¿Por qué me regaló una silla el programa? Por el cachondeo de estar en el banquillo". Jorge Javier Vázquez, presentador del programa, analizando la situación desde fuera veía otra perspectiva. Lo que más le había dolido al final era que dijeran si era mala compañera.

Lydia Lozano se deshace en lágrimas en 'Sálvame' ante las decisiones de los directores

El día anterior no se estaba tomando con tanta filosofía Lydia Lozano en que le colgaran la etiqueta de "mala compañera". Compañeros como Laura Fa o Gema López revelaron que ella había hablado con las altas esferas del programa y que otros habían salido perjudicados. Esta última, de hecho, exponía su propio caso como mejor ejemplo: "A las 20:00 horas estaba en la entrevista y a las 22:00 ya no estar y estar ella. No me consta que haya sido Lydia, sino te lo diría".Belén Esteban, por su parte, reveló como otra compañera, Chelo García Cortés, se había sentido mal por la situación de ser desconvocada y terminar llorando por ello. En ese momento la colaboradora de Telecinco optó por defenderse y negaba una y otra vez que fuera cierto. "Me estás dejando de que yo he quitado sillas y que tengo poder" y nada más lejos de la realidad. Una de las presentadoras de la tarde, María Patiño, se enfadó ante todo el revuelo por sentir que, una vez más, ella era la víctima. Por eso hoy la referencia de Lozano al ponerse a bailar para evitar que el tema fuera a más. Todo comenzó porque Maite Ametza, nueva incorporación al programa de la noche, sintió que su compañera no se alegraba de este paso. Percibió en algún momento que no le sentó bien: "Estuve en la entrevista de Pinocho y en la de Lucía y tú solo en esa, a lo mejor te generó cierta rabia".