El nombre de Irene Rosales comenzó a sonar con fuerza en la prensa del papel couché en 2014. El hijo de Isabel Pantoja, Kiko Rivera, se había enamorado de una joven totalmente desconocida. Ocho años han pasado desde entonces y el ahora matrimonio tiene dos hijas en común. Además, la colaboradora ha depurado por completo su estilo, poco queda de aquella sevillana que intentaba pasar desapercibida. Con 31 años, se ha convertido en toda una ‘influencer’ en las redes sociales que marca tendencia entre sus seguidoras. No solo eso, también es reclamo para algunas firmas de moda. Analizamos su antes y su después para darte las claves de un estilo propio que cautiva.
Hace ocho años, la comodidad era una máxima para Irene Rosales. La mayor parte de sus looks eran todoterreno y tenía una prenda fetiche: el vaquero. En zapatillas o botines, siempre intentaba ir muy casual combinando sus estilismos con sudaderas, camisetas o chaquetas de puntos. Poco queda de aquello -looks propios de una chica de veinte años-, ahora Irene Rosales siempre va a la última e intenta estar muy atenta a las tendencias. Todos sus estilismos están estudiados y ha dejado a un lado el pantalón denim para apostar por prendas muy femeninas como son los vestidos o las faldas. Pone especial atención a los complementos y el bolso es uno de sus preferidos, también las gafas de sol.
La nueva Irene Rosales
Trajes dos piezas, minifaldas, blazers, chalecos… La mujer de Kiko Rivera ha incorporado en su nuevo armario un sinfín de prendas con las que derrocha estilo. Sabe bien que la moda es una fuente importante de expresión a la que está sacando su máximo potencial. Posee un estilo fresco con un punto juvenil que lo convierte en irresistible. Eso sí, sin dejar a un lado una de las máximas a las que siempre ha sido fiel: la comodidad. Sus looks actuales continúan siendo casuals, pero son propios de una mujer a la que le interesa la moda. Además, Irene Rosales ha aprendido a brillar con luz propia cuando se enfrenta a un compromiso público, entonces veremos a la andaluza sacar toda su artillería para no pasar inadvertida.