Entramos en el armario de Carmen Lomana: las prendas que la han convertido en la mujer más elegante (y debes copiarle)

Si nos tuviésemos que quedar con un solo referente de elegancia, estilo y sofisticación en el panorama nacional, esa sin duda sería Carmen Lomana. Lejos de las modas pasajeras y las excentricidades innecesarias, responde a una visión coherente y muy personal de lo que es el buen gusto. Su armario no es simplemente una acumulación de prendas, sino una colección de tesoros que cuentan historias.

Nos hemos colado en su vestidor, para ver cuáles son las que más la definen y no pueden faltar en sus looks diarios. Y es que a través de ellos transmite mensajes sobre poder, feminidad y seguridad en una misma.

Si tú también quieres conseguir estos objetivos a la hora de vestir, hacemos un repaso por las piezas claves que la definen como icono. 

Vestidos midi, su mejor carta de presentación

Una de las prendas más características del universo de Carmen Lomana es el vestido midi. Ella ha sabido convertir esta silueta en su mejor aliada, sacándose el máximo partido en cualquier cita que tenga en la agenda. Prefiere tejidos nobles como la seda, el crepé o el mikado, y evita los estampados recargados, apostando por colores sólidos o prints clásicos como el floral o el geométrico en tonos suaves.

Los detalles, en el caso de que los haya, siempre suelen ser sutiles, pero con algo que aportar: drapeados en el escote, mangas abullonadas, aberturas discretas o cuellos estructurados. 

Los pantalones con corte recto

Es cierto que los vestidos suelen ser su prenda más habitual, pero también sabe cómo lucir un buen par de pantalones. Aquí, apuesta siempre por la fluidez de los diseños, así como el talle alto, con pinzas o caída recta, alargando visualmente las piernas y aportando una estructura que favorece cualquier figura.

Los conjunta con otras prendas más formales o clásicas, para equilibrar el resultado, como puede ser una blusa de seda, una chaqueta de tweed o una camisa blanca. 

Abrigos joya y blazers que definen silueta

Otra categoría imprescindible en su armario son los abrigos especiales y las blazers con un poco de estructura. En su caso, no concibe este tipo de prendas como un complemento más del look, sino como la pieza clave que hace que un conjunto pase de algo sencillo al más puro estilo. Le gustan los blazers entallados, con hombreras suaves y cinturas marcada, normalmente combinados con faldas lápiz, pantalones o incluso sobre vestidos.

En cuanto a los abrigos, su apuesta suele ir hacia modelos en clave furry, capas o abrigos de doble faz con detalles como botones dorados, solapas amplias o cinturones. 

Joyas que cuentan historias

Lejos de verlas como un adorno superficial, Carmen entiende las joyas como un complemento que marca por un antes y un después en el resultado. Su colección incluye desde piezas de alta joyería heredadas o compradas en subastas, hasta diseños modernos de autor con fuerte presencia estética.

Aunque su debilidad son las perlas, que suele llevar en collares, pendientes o broches. A la hora de lucirlas es muy importante saber equilibrar: si lleva unos pendientes largos, evita collares; si opta por un brazalete llamativo, deja las manos libres de anillos. Una buena estrategia es la clave para un resultado impecable.

Faldas lápiz: elegancia y feminidad con sello clásico

Las faldas es otra de las debilidades de Carmen, especialmente las que cuentan con un corte lápiz. Ceñido y sofisticado, se ha convertido en uno de sus básicos para ocasiones tanto de día como de noche. Para combinarlas, escoge otras piezas que rezumen esa misma elegancia y feminidad, como camisas de seda o blazers entallados, con los que conseguir un look coherente y a prueba de fallos.  

Camisas blancas: el poder de lo esencial

El estilo de Carmen Lomana se podría resumir en básicos bien ejecutados, ¿y qué hay mejor que una camisa blanca? Es considerada la prenda más versátil y atemporal de todas, una herramienta de estilo que permite crear looks impecables sin caer en lo aburrido. Las elige con cuellos impecables, puños trabajados, botones de nácar y, a veces, con detalles especiales como tablas, lazadas al cuello o mangas abullonadas. Es una de esas piezas que, según ella misma ha dicho, “te salva siempre”.

Kaftanes y vestidos vaporosos: glamour sin rigidez

Aunque es amante de las siluetas un poco marcadas, de las que te hacen efecto tipazo, Carmen también sabe cuándo relajarse sin perder estilo. En eventos estivales, fiestas en la costa o cenas al aire libre, también se decanta por kaftanes y vestidos largos de corte fluido que evocan el lujo relajado.

Es cierto que en algunas ocasiones no puede evitar añadir cinturones discretos para definir la figura, aunque no duda en llevarlos completamente sueltos si es necesario. En estos casos sí que decide salir de la gama cromática sobria, experimentando un poco más en colores y estampados.

Conjuntos de dos piezas: la fórmula infalible

Los conjuntos de dos piezas son uno de los mejores comodines que tener en el armario, ya que te salvan de cualquier emergencia estilística que tengas (y esto Carmen Lomana lo sabe muy bien). Tanto en tejidos fluidos como en versiones más estructuradas, ya sea con pantalón palazzo o falda lápiz, en tonos neutros o con estampados discretos, todos ellos son un fiel reflejo de su personalidad.

Los suele utilizar en eventos que no son tan formales, y arriesgando un poco más, algo que nos encanta.

Prendas de punto fino: comodidad con elegancia

Por último, pero no menos importante de su armario, es la que dedica a los jerséis y tops de punto fino. Estas piezas suelen estar confeccionadas en tejidos de alta calidad, como el cashmere, la lana merina o la seda con mezcla, y que suele incluir en sus estilismos del día a día combinados con pantalones de vestir y faldas midi con vuelo. El toque de gracia lo pone a través de un buen par de zapatos o unas joyas con presencia.

Su estilo es un legado vivo para las nuevas generaciones que aspiran a vestirse con propósito y elegancia exquisita. Y su armario, una lección magistral de cómo construir nuestra personalidad e identidad desde la ropa.