Quien quiera colarse en el armario de Carmen Lomana ha de saber que corre el riesgo de no encontrar la salida y es que estamos ante uno de los iconos de estilo españoles del siglo XX y XXI. Se antoja complicado saber cuántos vestidos tiene en su poder, pero ahora nos hemos podido hacer una idea gracias a la exposición que la socialité ha hecho en colaboración con el Museo del Traje. Lomana ha aportado más de 60 piezas únicas, una pequeña muestra que solo representa el 10 % del total en su haber, para conformar una increíble colección prêt-a-porter y Alta Costura. Todo un regalo para los amantes de la moda. John Galliano, Valentino, Óscar de la Renta, Gucci, Marc Jacobs, Ágatha Ruiz de la Prada, David Delfín y Chanel, entre otros grandes modistos de las últimas décadas, tienen cabida en esta exposición que acaba de arrancar.

Como no podía ser de otro modo, la protagonista de la inauguración no ha sido otra que Carmen Lomana, pletórica por esta iniciativa: “Es una pequeña muestra, pero con vestidos muy significativos de diseñadores españoles y extranjeros. Hay piezas que son obras de arte y se podrían comparar con grandes cuadros. Parece que en los museos solo se hacen exposiciones de gente que se ha muerto, pero no es así. Una colección hecha con cariño, amor y dedicación”, apunta. Sin embargo, si tiene que quedarse con una, elige un Loewe de Narciso Rodríguez que lució en la reinauguración del Teatro Real, la última vez que acudió a una fiesta con su marido, Guillermo, fallecido hace 20 años en un accidente de coche.

Se podría decir que Carmen es a la moda lo que la baronesa Thyssen al arte. Su armario es tan amplio que resulta imposible calcular su valor económico: “No lo sé, pero son prendas que no son baratas, pero eso no importa, compras lo que puedes y lo que te gusta”, dice Lomana. En muchas ocasiones nos ha comentado que ella no tiene armario sino habitaciones y ahora entendemos por qué. Además, reconoce ser “ordenada y metódica en la clasificación de su ropa, sean de alta costura o de Zara”.

Pese a la majestuosidad de su vestuario, Carmen Lomana no cree que ligue gracias a sus outfits: “No, a los hombres les puede gustar que vayas bien vestida. Ligo mucho más en verano que voy hecha una pingo y con bikini, más que con un vestido de costura. Se liga en cualquier época, pero más en verano porque tienes más tiempo y estás más predispuesta, en invierno no tengo tiempo yo para tonterías”, argumenta. La empresaria no quiere saber nada de hechizos de Cupido: “Ahora mi corazón está entretenido y muy bien, pero no enamorado, me siento muy libre y ahora no quiero tener una pareja fija”.

Por otro lado, se muestra preocupada por el estado de salud de María Teresa Campos, operada de urgencia el pasado sábado: “Pobrecita. La respeto, la admiro y la tengo mucho cariño, pese a que en algún momento haya podido criticar algo”, dice Carmen Lomana, demostrando que la salud de una persona es lo primero.

El armario de Carmen Lomana

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Carmen Lomana ha inaugurado en el Museo del Traje de Madrid una exposición con más de 60 icónicos vestidos de su amplísimo armario, una muestra que tan solo representa el 10 % del total. Una increíble colección prêt-a-porter y Alta Costura. Todo un regalo para los amantes de la moda. John Galliano, Valentino, Óscar de la Renta, Gucci, Marc Jacobs, Ágatha Ruiz de la Prada, David Delfín y Chanel, entre otros grandes modistos de las últimas décadas, se dan cita en esta exposición. A continuación, os desvelamos todas las prendas que la componen.  

© Paco Navarro

Valentino

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Otoño-Invierno, 2007. Vestido en tafetán de seda fruncido, con adorno de bisutería sobre el pecho. Pieza destacada de una de las últimas colecciones de Valentino, marcada por el eficaz contraste entre los fruncidos verticales y las calles horizontales, que confiere un interesante ritmo interno al vestido. 

© Museo del Traje

Chanel

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Traje sastre de tweed rematado en flecos y con tonos pastel. 

© Museo del Traje

Valentino

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2008. Vestido en gasa de seda y encaje, con tirante, y chaqueta de piel de potro y marabú con bordado. Este conjunto fue adquirido por Carmen Lomana para asistir al desfile de alta costura con el que Valentino puso el broche de oro a su carrera en el mundo de la moda.

© Museo del Traje

Óscar de la Renta

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Otoño- Invierno 2003. Conjunto de casaca en tefetán de seda estampado con bordado mecánico y pantalón en terciopelo de seda. Aquí el modista ofrece su versión de la chaqueta Nehru, formando un traje chaqueta muy estilizado.

© Museo del Traje

Chanel

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2011. Traje de tirantes en donegan con galón decorativo y abrigo en tul con bordado de lentejuelas e hilos metálicos. La eterna variación del estilo Chanel desarrollada por Karl Lagerfeld queda recogida en la colección de Carmen Lomana a través de numerosos ejemplos que muestran la inagotable inventiva del alemán. La legendaria firma es probablemente la mejor representada en sus armarios, un verdadero resumen de su evolución en el siglo XXI.

© Museo del Traje

Óscar de la Renta

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Primavera-Verano 2004. Traje en tafetán de seda con bordado a punto de cadeneta de inspiración encajera. Lo español aflora constantemente en la obra del diseñador de origen dominicano, que no en vano empezó su carrera como figurinista de la alta costura española para pasar más tarde por los talleres parisinos de Balenciaga o Antonio Castillo.

© Museo del Traje

Lydia Delgado

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2007. Conjunto de chaqueta en satén con bordado de aplicación de flores de tela y pantalón tipo taleguilla con decoración de tul y malla de cordón. La creadora catalana reinterpreta la estética goyesca, jugando con las formas de la casaca dieciochesca francesa y los ecos castizos de la taleguilla.

© Museo del Traje

Christian Dior

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Otoño-Invierno 2002. Vestido en tul de seda con bordado de hilo metálico y cuerpo en tul de algodón y elastano. John Galliano conjuga la línea sirena clásica con un busto tipo camiseta, aunando sin estridencia la elegancia de salón y la moda más urbana. Antepenúltima salida de una de las colecciones prêt-à-porter más celebradas del diseñador.

© Museo del Traje

Missoni

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2005. Vestido en tafetán de lino bordado con canutillos metálicos y pedrería. Confección de edición limitada, realizada solo por encargo, en la que la firma italiana, sin abandonar la geometría y el cromatismo esenciales a su estética, muestra una faceta nueva que se acerca a la suntuosidad de la alta costura.

© Museo del Traje

Valentino

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2007. Vestido en crespón de seda, con abertura frontal. Aquí tenemos el famoso rojo Valentino en una delicada pieza, aparentemente simple, pero sabiamente resuelta para lograr el efecto etéreo que la distingue. Es uno de los trajes predilectos de Carmen Lomana, que tiene en Valentino a uno de sus creadores de cabecera.

© Museo del Traje

Christian Dior

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Otoño-Invierno 2003. Chaqueta en satén labrado y estampado, combinada con pantalón en terciopelo de seda de Chanel, OI2004. Con la colección de invierno de 2003, John Galliano profundizaba en su obsesión por la estética tradicional japonesa, mostrando su inventiva barroca en creaciones imposibles como esta chaqueta, cuyas mangas se mantienen en vilo gracias a un cordón que las une por la espalda.

© Museo del Traje

Gucci

gucci

Otoño-Invierno 2010. Vestido de tul bordado con paillettes rectangulares de acetato, sucesivamente opacas, brillantes y transparentes en degradado hacia el bajo, con cuello de plástico y cuero y mangas de marabú teñido. Una de las piezas estrella de la colección con la que Frida Giannini se reafirmó en la firma Gucci como digna sucesora de Tom Ford.

© Museo del Traje

Óscar de la Renta

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Primavera-Verano 2004. Vestido en shantung de seda, con tres grandes tablas a la espalda que caen desde los hombros. En este modelo, de la Renta muestra su faceta más balenciaguista. El respeto por la influencia de los grandes de la costura clásica distingue al modista como uno de los predilectos de Carmen Lomana.

© Museo del Traje

Lanvin

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Primavera- Verano 2005. Modelo en gros de Napolés de seda con calle de tul fruncido y sobrefalda en tafetán plisado sobre los costados. En 2001, Alber Elbaz toma el control creativo de la centenaria firma Lanvin. Este vestido muestra la estética con la que el diseñador logró reinterpretar en clave contemporánea las líneas maestras de la casa y llevarla de nuevo a la primera línea de la alta moda.

© Museo del Traje

Davidelfín

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Primavera-Verano 2012. Vestido con en punto sintético, con corte a cintura y estampación geométrica en el busto. Una de las piezas más difundidas de davidelfín, cuyo estilo pragmático y eficaz queda resumido en piezas como esta, tan elegantes como versátiles. El malagueño fue uno de los diseñadores favoritos de Carmen Lomana hasta su reciente desaparición.

© Museo del Traje

Protagonista

protagonista

Carmen Lomana destacaba en Instagram sus sensaciones antes de inaugurar una exposición muy especial para ella e ideal para amantes de la moda. Una exposición que tendrá un recorrido del 23 de febrero al 30 de abril, en el Museo del Traje y con entrada gratuita. Imperdible para apasionados de la Alta Costura.