Cuando se hizo pública la relación entre Risto Mejide y Laura Escanes, una casi desconocida joven 21 años menor que él, fueron muchos quienes se llevaron las manos a la cabeza a la vez que apostaban a la baja por la duración de la historia de amor.

Pero el tiempo pone las cosas en su sitio y es la mejor prueba que un romance puede pasar. Dos años y pico después de empezar y cuatro meses más tarde de haberse prometido amor eterno rodeados de -casi- todos sus seres queridos, lo de Laura y Risto es oficialmente uno de los cuentos de hadas de la década.

Mejide saltó a la fama por sus críticas feroces a los concursantes de Operación Triunfo cuando él era un miembro del jurado. Su falta de tacto, su carácter distante y su frialdad ante los aspirantes a artistas a los que evaluaba le hicieron merecedor de la etiqueta de personaje más antipático de la tele. Risto, que nunca se preocupó de lo que el público pensase de él, supo aprovechar su repentina popularidad y se convirtió en presentador de programas de entrevistas de carácter íntimo y personal a bordo del sofá de turno.

Cualquiera diría que todo sigue como siempre tras las gafas en las que el personaje se sigue escondiendo pero lo cierto es que no es así. Risto ya sonríe en las entrevistas, y lo hace cuando le preguntan por Laura. Para el catalán es imposible hablar de la mujer de la que está enamorado y mantener la fachada de tipo duro.

Aunque trata de no hablar de su vida personal, el jurado más exigente de `Got Talent´ ha confesado que el matrimonio le ha traído dos kilos de felicidad, provocada por el buen rumbo de su amor y el éxito tanto personal como de su pareja, a la que asegura que no ha tenido que dar ningún consejo.

Una historia de amor

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Cuando se hizo pública la relación entre Risto Mejide y Laura Escanes, una casi desconocida joven 21 años menor que él, fueron muchos quienes se llevaron las manos a la cabeza a la vez que apostaban a la baja por la duración de la historia de amor.

Fama de antipático

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Mejide saltó a la fama por sus críticas feroces a los concursantes de Operación Triunfo cuando él era un miembro del jurado. Su falta de tacto, su carácter distante y su frialdad ante los aspirantes a artistas a los que evaluaba le hicieron merecedor de la etiqueta de personaje más antipático de la tele. 

Un cuento de hadas

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Pero el tiempo pone las cosas en su sitio y es la mejor prueba que un romance puede pasar. Dos años y pico después de empezar y cuatro meses más tarde de haberse prometido amor eterno rodeados de -casi- todos sus seres queridos, lo de Laura y Risto es oficialmente uno de los cuentos de hadas de la década.

Muy enamorados

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Aunque trata de no hablar de su vida personal, el jurado más exigente de `Got Talent´ ha confesado que el matrimonio le ha traído dos kilos de felicidad, provocada por el buen rumbo de su amor y el éxito tanto personal como de su pareja, a la que asegura que no ha tenido que dar ningún consejo.