Mayte Zaldivar

Mayte Zaldívar cuenta en el programa de ‘Supervivientes -en el que participa como concursante, pese a haber sido expulsada por la audiencia-, sus duras vivencias en la cárcel de Alhaurín de la Torre. Sin embargo, no todo lo que ha contado sobre los meses que permaneció entre rejas le casa a Rocío Jiménez, la mujer con la que compartió celda. Según ella, la mayoría de las afirmaciones que está haciendo desde la isla hondureña donde se graba el reality no se acercan a la realidad. SEMANA ha podido hablar en exclusiva con ella sobre los pormenores que vivió junto a la exmujer de Julián Muñoz.Rocío Jiménez, de raza gitana y que en su día fue bailaora de flamenco en Marbella, ha sido una de las mujeres más buscadas por la prensa por el valor que ofrece su testimonio. El hecho de haber compartido celda con Mayte Zaldívar le hacía atractiva de cara a los medios y, por fin, tras un silencio que ha durado años, ha decidido hablar. ¿Por qué ahora? ¿Qué ha cambiado para que se decante a contar su versión de los hechos?

Rocío Jiménez, excompañera de celda de Mayte Zaldívar, en una imagen de SEMANA.

“Sí, me han ofrecido para ir a televisión y yo nunca he querido entrar en esto. Ni ahora, ni cuando Mayte Zaldívar salió de prisión. Fui compañera de celda y jamás abrí la boca para decir nada de nadie. Mayte dice que le he hecho una encerrona a su exmarido y no es cierto, para nada. Yo he estado enferma con ansiedad. He tenido hasta que medicarme. Y jamás hablé, pero ahora que está hablando ella de mí en ‘Supervivientes’ quiero contarlo todo”, asegura Rocío a SEMANA, que considera que ha sido la ex primera dama marbellí la que la ha traicionado primero públicamente y ahora ella se ve en la obligación de explicarse.

Las lágrimas de Mayte Zaldívar

En las últimas semanas,

Mayte Zaldívar a su salida de la prisión. (Gtres)

Tres guardaespaldas gitanas

Mayte Zaldivar siempre ha hablado de prisión como un lugar que le enseñó mucho, pero donde también pudo atesorar amistades: “Se hizo amiga de tres gitanas que les pagaba para que la protegieran. Eran como sus guardaespaldas, porque ella era más que nadie y siempre iba de chulita y tenía muchas enemigas”, mantiene Rocío.Aun así, pese que diga que estuviese bien acompañada durante su estancia en Alhaurín de la Torre, también reconoce que en ocasiones encontraba un momento para estar sola y poder hablar con su exmarido: “Más de una se quedaba escuchando en el patio sus conversaciones con Julián en el patio. Él tenía la ventana sobre el patio y se tiraban horas y horas hablando los dos. Es la época que
Mayte Zaldívar y Julián Muñoz en una imagen del juicio. (Gtres)