No todo pueden ser buenas noticias, aunque algunas son mejores que otras... Uno de los grandes acontecimientos mediáticos de 2017 ha sido la boda de Fernando Verdasco y Ana Boyer, un momento de gran felicidad para la pareja y sus respectivas familias que, de momento, no se ve acompañado por el éxito profesional.
Después de su boda, Fernando Verdasco ha estado entrenando a tope para hacer frente al torneo de Doha, que sirve de preparación para uno de los grandes acontecimientos tenísticos que se avecinan: el Open de Australia.
Pues bien, Fernando, que ya se encuentra en la recta final de su carrera en las pistas, se ha despedido en octavos de final ante el ruso Andrey Rublev por 6-4, 3-6 y 6-4, en un partido reñido. Mala suerte tuvo también su amigo Feliciano López, que cayó derrotado en idéntica ronda ante el bosnio Mirza Basic por 6-4 y 7-6 (2).
En esta etapa de su carrera, en la que Fernando Verdasco intenta recuperar el esplendor del pasado que le llevó a ser top ten va a contar con el apoyo incondicional de su mujer, Ana Boyer, quien dejó apartada su carrera profesional para seguirle por las canchas de todo el mundo.
Entregado a su trabajo
El tenista madrileño ha estado entrenando a tope para darlo todo en el comienzo de esta temporada.
Cuerpo 10
El marido de Ana Boyer, presumiendo de cuerpazo a sus 34 años.
Ana, su gran apoyo
Ana Boyer dejó de trabajar para seguir por las pistas de todo el mundo a su ahora marido.
Una boda inolvidable
La boda de Fernando Verdasco y Ana Boyer ha sido uno de los acontecimientos mediáticos de 2017.
Enamoradísimos
Ana y Fernando están disfrutando a tope su vida como casados y lo han compartido con sus seguidores en las redes sociales.
De vuelta a las canchas
Fernando Verdasco ha vuelto a jugar al tenis en el torneo de Doha, donde ha perdido en octavos de final, al igual que su amigo Feliciano López.